10 Agosto 2013
El militar detenido por el llamado "caso Ledo", que complica al jefe del Ejército, general de división César Milani, será revisado por médicos forenses para que determinen si su estado de salud le permite o no ir a una cárcel común.
Fuentes judiciales precisaron que se trata del coronel (r) Esteban Sanguinetti, de 71 años, que cumple arresto domiciliario en la casa de unos amigos en Yerba Buena, pero no trascendió la dirección.
La semana pasada Milani se presentó en el juzgado por este caso y negó cualquier vínculo con la desaparición en 1976 del conscripto Alberto Ledo, aunque luego se supo que él había confeccionado y firmado el acta falsa de deserción, típico método de la dictadura para encubrir secuestros de soldados.
Sanguinetti, residente en España desde hacía cinco años, volvió al país y espontáneamente se presentó, el miércoles, ante el juez federal Daniel Bejas, que desde 2008 tiene en sus manos el pedido fiscal de indagatoria del coronel retirado.
Asistido por la defensora oficial Carolina Cuenya, el militar negó responsabilidad en el secuestro, afirmó que su labor estaba enfocada en la tarea social y en la reparación de caminos y de escuelas de Tucumán, y se negó a contestar preguntas. Luego el juez dispuso su prisión preventiva y le dio la posibilidad de cumplirla en el domicilio de unos amigos.
La denuncia penal de la familia de Ledo menciona a Sanguinetti como la última persona que vio al conscripto, ya que el día de su desaparición, 17 de junio de 1976, le ordenó que lo acompañe en tres oportunidades a realizar recorridas por zonas cercanas a Monteros. En la última de las salidas sólo el entonces capitán Sanguinetti, jefe en aquel momento del teniente Milani, volvió solo al campamento militar y la versión oficial decía que Ledo había desertado.
Por este caso, los senadores nacionales José Cano y Gerardo Morales (UCR) denunciaron a Milani en la justicia federal y pidieron que se especifique qué tareas cumplió durante la dictadura en Tucumán.
Fuentes judiciales precisaron que se trata del coronel (r) Esteban Sanguinetti, de 71 años, que cumple arresto domiciliario en la casa de unos amigos en Yerba Buena, pero no trascendió la dirección.
La semana pasada Milani se presentó en el juzgado por este caso y negó cualquier vínculo con la desaparición en 1976 del conscripto Alberto Ledo, aunque luego se supo que él había confeccionado y firmado el acta falsa de deserción, típico método de la dictadura para encubrir secuestros de soldados.
Sanguinetti, residente en España desde hacía cinco años, volvió al país y espontáneamente se presentó, el miércoles, ante el juez federal Daniel Bejas, que desde 2008 tiene en sus manos el pedido fiscal de indagatoria del coronel retirado.
Asistido por la defensora oficial Carolina Cuenya, el militar negó responsabilidad en el secuestro, afirmó que su labor estaba enfocada en la tarea social y en la reparación de caminos y de escuelas de Tucumán, y se negó a contestar preguntas. Luego el juez dispuso su prisión preventiva y le dio la posibilidad de cumplirla en el domicilio de unos amigos.
La denuncia penal de la familia de Ledo menciona a Sanguinetti como la última persona que vio al conscripto, ya que el día de su desaparición, 17 de junio de 1976, le ordenó que lo acompañe en tres oportunidades a realizar recorridas por zonas cercanas a Monteros. En la última de las salidas sólo el entonces capitán Sanguinetti, jefe en aquel momento del teniente Milani, volvió solo al campamento militar y la versión oficial decía que Ledo había desertado.
Por este caso, los senadores nacionales José Cano y Gerardo Morales (UCR) denunciaron a Milani en la justicia federal y pidieron que se especifique qué tareas cumplió durante la dictadura en Tucumán.
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