Alperovich cometió un pecado "capital"

Algunos colaboradores del mandatario le atribuyen el repunte opositor al intendente. "No perdió Amaya; ganó el capricho", contestó un referente amayista.

RETIRADA. Alperovich, en los primeros minutos de hoy, abandonó el Palacio Gubernamental sin haber salido a saludar a los militantes en el Salón Blanco. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA RETIRADA. Alperovich, en los primeros minutos de hoy, abandonó el Palacio Gubernamental sin haber salido a saludar a los militantes en el Salón Blanco. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA

La de ayer no fue una noche de festejos en la Casa de Gobierno. Fue simplemente una reunión en la que faltó ese color propio de los grandes triunfos de la década. No sólo el silencio le ganó al alperovichismo. También el desconcierto por el resultado. ¿Cómo es posible que el oficialismo no viva como una fiesta un triunfo holgado como el de los comicios primarios de ayer? Faltaron respuestas; sobraron reproches, como los que anoche se llevaron del mismo Palacio de Gobierno el intendente de San Miguel de Tucumán, Domingo Amaya, y sus principales aliados, por parte de los colaboradores del gobernador José Alperovich.

"Si todos hubiéramos dado la cara y hubiésemos trabajado para ganar...", dicen que lanzó el titular de la Caja Popular, Armando Cortalezzi, cuando las huestes amayistas ingresaron al despacho del gobernador. Otra vez el silencio se asomó. Alperovich no lanzó palabra alguna. Minutos después, la presidenta provisional del Senado, Beatriz Rojkés de Alperovich, se retiró, junto con sus nietas. Segundos después lo hicieron los amayistas. Uno de ellos comentó: "existió el comentario, pero el que lo hizo también debió tomar en cuenta sus conductas que no sumaron", espetó. El intendente, al ser abordado por la prensa, no se extendió demasiado en comentarios. "Se trabajó para eso", dijo cuando se le preguntó si el oficialista Frente para la Victoria ganó en capital.

¿Qué opina de los candidatos (del alperovichismo)?, se le preguntó. Amaya salió del paso con otra respuesta corta, pero tajante: "no soy yo para decirlo". El cortocircuito oficialista se extendió por el edificio. "Nadie se tiene que enojar cuando escucha la verdad", musitó otro alperovichista.

El oficialismo cometió un pecado "capital". Algunos colaboradores del mandatario le atribuyen el repunte opositor al intendente. "No perdió Amaya; ganó el capricho", contestó un referente amayista. Aludió a la exclusión de un dirigente capitalino en la lista de candidatos a diputados que encabeza el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur. Todos buscaban explicaciones. "No puede ser que una avenida divida la voluntad política y electoral de los capitalinos", comentó un dirigente con varias batallas electorales, al analizar los resultados por circuitos. Otro le respondió: "es hora de hacer un scrum; no sobra el tiempo hasta octubre". Se refería así a la necesidad de mejorar las relaciones entre el Poder Ejecutivo y la intendente.

Sorprendió la perfomance del Acuerdo Cívico y Social, con José Cano al frente de la lista. Pero más el 8% de votos del republicano Ricardo Bussi, hijo del fallecido general Antonio Bussi, que lo posicionaron en el tercer lugar.

Hubo quienes intentaban disimular roces y denuncias de traiciones. "Mirá estos resultados: en la Capital hubo empate técnico; pero en la provincia ganamos holgadamente", analizó un miembro del gabinete, exhibiendo resultados provisorios. La clase media le dio la espalda a Alperovich y al Gobierno nacional en la capital; el resultado en el interior provincial disimuló que la brecha entre el oficialismo y la primera minoría opositora no fuera más estrecha.

Sin palabras
El Salón Blanco se fue llenando de invitados; pocos de ellos fueron los que en otras campañas celebraron victorias contundentes. No se vio a dirigentes presurosos llevando resultados a Alperovich; muchos entraban con el rostro adusto. 

Manzur y el ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, el otro candidato oficialista, salieron a las 23.05 a declararse ganadores. Agradecieron la participación masiva de la sociedad ante los periodistas, con aplausos del Ateneo de la Militancia, que lidera Sara Alperovich.

La fiesta terminó antes de tiempo, sin ruido electoral y sin un Alperovich exultante gritando "estamos trabajando fuerte". Él se quedó en su despacho, hasta las 0.15 de hoy, cuando se retiró de la Casa de Gobierno. Antes, habló con la presidenta Cristina Fernández, a quien tributó el triunfo del Frente para la Victoria en Tucumán. También estuvo en contacto con miembros del gabinete nacional y pares de otras provincias. "Hicimos una buena elección", dijo Alperovich, al comparar cómo le había ido al oficialismo en San Juan, Catamarca, La Rioja o Jujuy.

"La gente nos sigue acompañando; pocos han obtenido casi un 46% de los votos para vencer", remarcó el gobernador. Así, Alperovich abandonó el edificio de 25 de Mayo y San Martín, con la sensación de un replanteo para aceitar la maquinaria electoral oficialista hasta octubre. Por primera vez en una década sintió que la estructura tiembla, como los cimientos del primer piso de la sede del Poder Ejecutivo cada vez que hay un acto público masivo; no como el de anoche con el que se festejó tibiamente un triunfo. Todo un síntoma.

"Estamos casi duplicando en votos a la oposición"
Sólo salieron ellos dos al Salón Blanco de la Casa de Gobierno. No hubo altoparlantes. Por eso, el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, tuvo que esforzarse para hacer sentir su voz. "Estamos casi duplicando en votos a la oposición", manifestó Manzur, cabeza de la lista de candidatos a diputados nacionales por el Frente para la Victoria. También agradeció la masiva participación del electorado tucumano, "superando aún al porcentaje de la media nacional". 

Poca autocrítica sobre el resultado obtenido en San Miguel de Tucumán. Al respecto, Manzur dijo que siempre hay lugar para el replanteo, pero que la mejor fórmula para revertir cualquier situación es seguir trabajando. "Siempre hay lugar para la autocrítica y para cambiar", indicó. También minimizó los chisporroteos entre la Casa de Gobierno y la intendencia capitalina. "No, para nada. El intendente (Domingo) Amaya está junto a todos los concejales de la capital. He tenido la suerte de participar en varias recorridas y el intendente trabaja codo a codo con el gobernador", señaló.

A su turno, el ministro del Interior y segundo en la nómina de postulantes oficialistas, Osvaldo Jaldo, también agradeció la participación ciudadana. "Faltan muchas cosas por hacer; tal vez no llegamos con la contundencia deseada", fueron las palabras de Jaldo. El funcionario puntualizó que el Frente para la Victoria demostró su desplazamiento. "Esto no es producto de la casualidad, sino de una gestión nacional y provincial que todos los días del año viene recorriendo la provincia y brindando soluciones a la población", acotó.

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