Investigaron cómo mejorar la atención de las mamás y sus bebés, y los premiaron

La Maternidad busca obtener el certificado de Maternidad Segura y Centrada en la familia.

POR LA SALUD DE LAS MADRES Y SUS BEBÉS. Silva, Gordillo, Pastorino y Martini, en nombre de los tres equipos ganadores, en su lugar de trabajo. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA POR LA SALUD DE LAS MADRES Y SUS BEBÉS. Silva, Gordillo, Pastorino y Martini, en nombre de los tres equipos ganadores, en su lugar de trabajo. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
14 Agosto 2013

Felices y orgullosos volvieron de Buenos Aires. De los cuatro premios que otorgaba el 2° Congreso Argentino de Neonatología, que había organizado la Sociedad Argentina de Pediatría, tres se venían con ellos a Tucumán: uno en enfermería, otro en perinatología y el tercero en seguimiento de pacientes.

Los protagonistas de esta nota son médicos, enfermeras y una psicóloga social. Su lugar de trabajo, La Maternidad Nuestra Señora de las Mercedes (en uno de los casos, en coordinación con el Hospital de Niños). Los destinatarios de los trabajos que recibieron estos premios, las madres y los chicos de Tucumán. ¿Alguien puede insistir en que nunca hay buenas noticias?

La licenciada en Enfermería Evangelina Silva y sus compañeras (Cristina Sanabria, Silvana Torres y Claudia Alvarracin) son residentes en la Maternidad y trabajaron en un estudio de satisfacción de pacientes y familiares en los sectores de sala de parto e internación conjunta, es decir, donde los bebés nacen y donde quedan internados, junto con su madre, hasta recibir el alta. No es un dato menor en un hospital que busca certificarse como Maternidad Segura y Centrada en la Familia.

El doctor Esteban Gordillo es el referente tucumano de un estudio interhospitalario del que participaron, además de la Maternidad, el Sanatorio Trinidad de Palermo, de Buenos Aires, y el Hospital Materno Infantil de San Isidro, Buenos Aires, Argentina. El trabajo apunta a desmitificar ciertas hipótesis sobre lo que hay que hacer en el momento del parto, y, de esa manera, mejorar la salud de los recién nacidos.

La doctora María Inés Martini y la psicóloga social Gilda Pastorino representaron a un equipo que también hace trabajo interhospitalario: se encargan del seguimiento de los prematuros de alto riesgo (menos de 32 semanas de gestación y menos de 1.500 g de peso) en un trabajo intedisciplinario que comienza en la Maternidad, sigue en el Hospital de Niños y debería poder continuar hasta, al menos, cuando esos chicos cumplan 7 años.

Con el entusiasmo y el compromiso que significan los reconocimientos recibidos, explicaron lo que significan sus trabajos para la salud de la población.

Buen balance
Se lograron altos niveles de satisfacción

El equipo de residentes de enfermería, que recibió el primer premio en el área enfermería, confeccionó una encuesta, destinada a las puérperas de las salas de internación conjunta. El objetivo era saber qué tan contentas estaban con la atención que les brinda al Maternidad. Sobre una población de 1.000 mujeres (entre marzo y abril), se armó una muestra aleatoria de 230, y se las entrevistó. Se tuvieron en cuenta variables como la cordialidad del trato, la atención oportuna, el apoyo al inicio precoz de la lactancia materna, la calidad de la atención durante el día y la noche, entre otras. Los resultados muestran que se está en el buen camino (en un 67 % las interesadas dijeron dijo estar satisfechas), si se considera que la normativa establece que para recibir la certificación como Maternidad Segura y Centrada en la Familia (MSCF) hace falta llegar al 80%. Detectaron, asimismo, que las que dijeron no estar satisfechas habían sido sometidas a una cesárea, por lo que ya se pusieron en marcha para mejorar las cosas en el área de cirugía.

¡A recuperar pacientes!
Detectaron que debían mejorar la comunicación


Los bebés prematuros necesitan un seguimiento específico después de dejar el hospital. Hay un equipo especial que trabaja con ellos en la Maternidad y luego en el Hospital de Niños, explicaron la subdirectora de la Maternidad, María Inés Martinini, y la psicóloga social Gilda Pastorino. Pero se producía una gran deserción en el proceso de seguimiento. Suponían que se debía a razones económicas, pero luego de un relevamiento realizado en campo, concluyeron que el obstáculo mayor reside en que la prematurez es poco reconocida como problema; de hecho, la respuesta que apareció con mayor frecuencia (53 % de los casos) fue que "lo ve sano". A partir de ese dato, se replantearon las estrategias: se trabaja para concientizar respecto de que los controles de los prematuros no son los mismos que los de los bebés nacidos a término. Se aceitaron las redes de comunicación, se realizan talleres con familiares y personal de salud. El objetivo es lograr recuperar a los que habían desertado y que nadie más abandone el proceso.

Derribando mitos
Cuándo y cómo cortar el cordón umbilical


Era considerado un principio de la obstetricia: cuando nacían los bebés, se los colocaba por debajo del nivel del cuerpo de la madre para que la gravedad ayudara a que el "último bombeo" de sangre placentaria fuera más caudaloso. Esa transfusión (entre 80 y 100 ml de sangre) es fundamental para prevenir las anemias durante el primer año de vida, algo que sufre uno de cada tres chicos, y puede afectar sus funciones mental motora, y disminuir su inmunidad. Ese pasaje de sangre

se produce entre uno y tres minutos después del parto, y le da al bebé unos 50 g de hierro. El equipo que condujo el pediatra Esteban Gordillo en Tucumán (junto con los de dos hospitales de Buenos Aires) hizo un estudio comparativo y no sólo demostró que si se demora la ligadura del cordón dos minutos la transfusión placentaria es clínicamente relevante, sino que constató que esa transfusión se realiza igual si el bebé es puesto inmediatamente después del parto (o de la cesárea) sobre el pecho de su mamá, lo que, se sabe, favorece la lactancia y la relación entre ambos.

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