Directivos de la Caja Popular denunciaron escraches de La Bancaria en sus viviendas

Dos gerentes y un supervisor apuntaron al gremio por pintadas, panfleteadas y amenazas.

FACHADA TAPADA. Gómez Salas fotografió su casa tras el violento escrache. FOTO GENTILEZA DE LUIS ALBERTO GóMEZ SALAS FACHADA TAPADA. Gómez Salas fotografió su casa tras el violento escrache. FOTO GENTILEZA DE LUIS ALBERTO GóMEZ SALAS
22 Agosto 2013
Bombas de estruendo y "huevazos". Pegatinas y pintadas. Insultos y amenazas. Tres altos directivos de la Caja Popular de Ahorros (CPA) denunciaron haber sufrido ayer violentos escraches en sus casas, mientras se encontraban trabajando en la sede de calle San Martín al 400. Uno de los damnificados es el gerente general del ente crediticio, Luis Alberto Gómez Salas, quien adelantó que aportará filmaciones a la Justicia, ya que su vivienda cuenta con cámaras de seguridad. "Están identificados varios de ellos", dijo el funcionario.

El interventor de la CPA, Armando Cortalezzi, y los denunciantes Gómez Salas; el vicegerente Luis Córdoba; y el supervisor del área Juegos, Ricardo Roldán, sostienen que los autores del escrache pertenecen a la Asociación Bancaria, y apuntaron las sospechas en contra de los dirigentes sindicales Carlos Cisneros y Eduardo Bourlé.

La relación entre la dirigencia de la CPA y el gremio bancario lleva más de un año de tensiones y de mutuas acusaciones. Ayer, la disputa se trasladó a las casas de los directivos del ente crediticio.

Los escraches comenzaron cerca del mediodía, relató Gómez Salas. "Estaba mi esposa con mi nieto en brazos cuando apareció esta gente de La Bancaria. Eran unos 20 individuos, que están grabados e identificados. Pintaron insultos, hicieron pegatinas, le gritaron improperios a mi mujer y trataron de entrar a mi casa. Todo esto constará en la denuncia", afirmó el gerente general de la CPA, quien vive en calle Crisóstomo Álvarez al 1.500.

Gómez Salas aseguró que su esposa, en un estado de crisis de nervios, "les echó un baldazo de agua" a los agresores para tratar de ahuyentarlos. "No sé adónde quieren llegar estos muchachos, pero todo esto está mal. Soy un empleado que lleva 42 años en la Caja; no soy político ni nada. Si no se le renovó el contrato a alguien, no me merezco que me escrachen. Las cosas no se arreglan apretando", aseveró el directivo. Y añadió que el sindicato lo "persigue" desde el 2000. "Los ideólogos de este ataque fueron los señores Carlos Cisneros y Eduardo Bourlé. No sé de qué son víctimas, pero sí puedo decir que están en una pelea política, y no tienen por qué meter a un gremio como el bancario en el medio", destacó Gómez Salas.

Roldán relató que también recibió la "visita" de los escrachadores en su vivienda, situada en calle Paraguay 3.870, en barrio América. "Mi mujer me llamó llorando para avisarme lo que pasaba, porque yo estaba trabajando. Esta es la tercera vez que el sindicato, con sus simpatizantes y activistas, se presenta en mi casa. Esta vez intentaron ingresar, lanzaron huevos y generaron terror en el barrio. Son los mismos que vinieron con anterioridad, en mayo y junio, así que voy a ratificar esta nueva denuncia", señaló el supervisor de Juegos. Y también responsabilizó a Cisneros y a Bourlé por el violento episodio. "Había dos móviles policiales, pero ni siquiera eso les interesó. Esta gente no respeta a nadie. ¿Por qué tiene que correr riesgo la vida de una familia?", afirmó.

LA GACETA se comunicó con el teléfono celular de Córdoba, pero su esposa atendió y explicó que se encontraba descansando. Sin embargo, confirmó el ataque y su preocupación por el episodio.

Más de 100 causas

Cortalezzi pidió que avancen las causas judiciales contra los bancarios. "Actualmente, hay más de 100 denuncias por amenazas de muerte de parte de estos seudogremialistas, hay denuncias por lesiones graves y gravísimas. Me pregunto si la Justicia se hará responsable cuando haya una víctima fatal. Hago responsable a la Justicia, a Carlos Cisneros y a Eduardo Bourlé de lo que les pueda suceder a los trabajadores de la institución", afirmó el interventor de la CPA y legislador en uso de licencia.

El conflicto estalló en septiembre del año pasado, cuando el PE tomó 172 millones de los fondos de garantía del organismo crediticio, a cambio de Letras del Tesoro. Este año, las tensiones crecieron luego de que no se les renovara el contrato a más de 30 empleados de la Caja Popular de Ahorros.

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