La alumna abusada no se presentó a declarar en tribunales

La familia prefirió mantener el hermetismo

PROTESTA. Los universitarios cortaron el tránsito ayer frente al Rectorado. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ PROTESTA. Los universitarios cortaron el tránsito ayer frente al Rectorado. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
23 Agosto 2013
Pasaron más de 10 días, pero ella todavía no se presentó en Tribunales. Había sido citada para el martes pasado a fin de que pudiera declarar sobre lo sucedido. El caso de la alumna que denunció haber sido víctima de un secuestro y un abuso sexual cuando iba rumbo a la facultad genera cada vez más desconfianza en los investigadores del caso.

La estudiante dijo que, el lunes 12 de este mes, a la hora de la siesta, la atacó un hombre que, a punta de pistola, la obligó a subir a un auto de color blanco con vidrios polarizados. Dentro del vehículo había otro hombre que estaba en el asiento del conductor. En sede policial, la chica dijo que una vez adentro la llevaron por algún lugar que ella no pudo ver y que intentaron violarla y en el forcejeo le provocaron dos cortes en el cuerpo. Sin embargo, hay algunos puntos de esa versión que todavía no terminan de cerrar.

Para protegerla de cualquier situación desagradable, la fiscala Adriana Reinoso Cuello (VI° Nominación) había dispuesto que la víctima fuera indagada en cámara gesell. De esa manera, sus dichos podrían ser analizados por peritos psicólogos, entre otros.

La ausencia de la chica, de 20 años, genera suspicacias en tribunales. Ella no se presentó, pero en su lugar se acercó la madre de la joven. La mujer dijo que su hija sigue "en estado de shock" por lo sucedido en inmediaciones de la facultad de Filosofía y Letras de la UNT, en avenida Benjamín Aráoz al 800.

Por tratarse de un delito de instancia privada, la investigación del caso depende de lo que la víctima puediera declarar. Apenas se conoció el caso, los estudiantes universitarios se movilizaron en solidaridad con la chica. Ayer cortaron el tránsito frente al Rectorado para exigir mayor seguridad.

La víctima había dicho que luego de bajarse del auto en el que la agredían corrió hasta dentro de la facultad y se encerró en un baño a llorar. Otra estudiante había subido a su muro de Facebook que había visto a la víctima llorando dentro del baño, pero después desmintió esa versión. Explicó que sólo había copiado un mensaje de otra persona. Para colmo, la familia de la chica afectada prefirió guardar más hermetismo frente al tema.

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