23 Agosto 2013
VERSIÓN. Mangeri le dijo al juez que fue víctima de aprietes por parte de la Policía. LA GACETA
BUENOS AIRES.- El portero Jorge Mangeri declaró hoy por primera vez ante el juez de instrucción Javier Ríos, en la causa en la que se investiga la muerte de la joven Ángeles Rawson. Tras tres horas de indagatoria, en las que se negó a contestar preguntas, los letrados que lo asesoran informaron a la prensa de la "versión" que dio el acusado, en la que reiteró su inocencia. El abogado Miguel Ángel Pierri dijo que su defendido sostuvo que la causa estuvo "armada" en su contra, mientras que su colega Martín Biondi contó que pidió revisar el ADN que lo incrimina.
En su declaración, Mangeri contó que vio salir a Ángeles a las 8.30 el día del homicidio y que no la vio volver. Señaló que subió a su departamento una hora más tarde y se quedó allí porque no se sentía bien.
Según Biondi, el encargado del edificio de la calle Ravignani "hizo un relato circunstanciado de los hechos de los que fue víctima el 13 de julio". Así se refirió el letrado a la denuncia del sospechoso respecto a las "amenazas y aprietes" que habría sufrido por parte de efectivos de la policía para que se autoinculpara. Y añadió que por eso se incriminó en su relato a la fiscal María Paula Asaro.
"Mangeri dijo que la investigación estaba direccionada en su contra", precisó Biondi.Y dijo que pidió al juez Ríos que se revise la prueba de ADN, ya que –aseveró– no tuvo contacto físico con la víctima el día del asesinato ni en los días inmediatos anteriores.
En la indagatoria también estuvieron presentes el abogado de la querella y la fiscal Asaro, además de Fernando Fiszer, quien hoy se sumó a la causa como fiscal coadyuvante.
El encargado, que deberá volver a la cárcel de Ezeiza, está imputado por el crimen de Ángeles Rawson (16), acusado de "homicidio agravado con alevosía", por lo que podría ser condenado a cadena perpetua.
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