Carta abierta de Karina Pellasio

La mujer que le gritó "ladrona" a la senadora Beatriz Rojkés de Alperovich ahora enfrenta un proceso judicial en su contra.

ACUSADA. Pellasio (de fondo) no aceptó retractarse durante la conciliación. ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ ACUSADA. Pellasio (de fondo) no aceptó retractarse durante la conciliación. ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
29 Agosto 2013
El día que tuve la oportunidad de cruzarme con la senadora Beatriz Rojkés de Alperovich, en un bar de la ciudad donde resido, no pensé ni por un minuto que iba a estar viviendo lo que me toca vivir en este momento de mi vida. Me pregunto si será por estupidez o indignación y hartazgo, que no tuve la posibilidad de razonar y tragarme las palabras, como evidentemente y habiéndolo manifestado de sus propias bocas, lo hacen miles de tucumanos que al igual que yo, sienten la bronca e impotencia de ver y vivir en un Tucumán que se hunde en la pobreza, la ignorancia, la desnutrición infantil y cuanto hecho de impunidad y corrupción se pueda destacar.

Soy Karina Pellasio, una ciudadana común, no involucrada en política ni en organización sindical alguna. Mi padre, Héctor Hugo Pellasio, fallecido hace casi 4 años y del cual heredé el apellido al que por nada del mundo renunciaría, porque marcó mi vida al transmitirme sus convicciones y principios, fue primo hermano de Jesús Pellasio, con quien no tenía relación social de ningún tipo.

Me pregunto: ¿Cuál es la novedad de que soy familiar de Jesús Pellasio, a quien no tengo el gusto de conocer en persona?, si fui yo quien lo aseveró en cada pregunta que los medios de comunicación me hicieron al respecto, cuando podría haberlo negado rotundamente, sabiendo las consecuencias que esta respuesta afirmativa podría acarrear.

¿Cuál es la novedad de que Juan Roberto Robles, el letrado que se ofreció a defenderme gratuitamente, es militante de la Unión Cívica Radical?

La abogada Lía López, no es mi representante legal, es la persona que me acompaña en este proceso judicial en calidad de amiga entrañable desde hace 12 años.

No fui yo quien abrió la fan page "No al juicio contra Karina Pellasio"; simplemente se trata de la iniciativa de, al igual que yo, tucumanos indignados dispuestos a brindarme su apoyo incondicional en una causa de la que muchos de ellos se adueñaron, por la bronca e impotencia que generan día a día estos hechos que denotan abuso de poder e intenciones de aleccionamientos.

No tengo ambiciones políticas. De tenerlas, hubiera sudado la camiseta, trabajando para lograr mi objetivo.

No convencí a nadie de que soy la víctima, es más, jamás me consideré victima; es la razón principal por la que defiendo y defenderé mis convicciones aunque esta causa me saque $ 250.000, más las costas del juicio.

Es verdad que abrí una cuenta en la red social Twitter pidiendo el apoyo de todos los tucumanos que crean o consideren que deben hacerlo; ¿Es un hecho condenable acaso? ¿También me llevarán a la justicia por esto?

Evidentemente, esta causa empieza a molestar severamente a quienes tomaron la iniciativa de llevarla a la Justicia, denunciando injurias.

¿Quiénes serán entonces los que denunciarán injurias ante la Justicia por los dichos que la senadora manifestó ante los medios de comunicación, señalando como “una familia borracha” en mayo de 2012, cuando se refirió al asesinato de Mercedes Figueroa, de 6 años, diciendo: "no podemos tener al señor Estado a la par de una familia que está borracha y permite que una criatura de seis años esté sola”

"En junio de 2012 fue acusada ante el INADI por dichos discriminatorios contra la fe católica, al atribuir a la Iglesia la responsabilidad por la destitución del ex presidente paraguayo Fernando Lugo diciendo: " la Iglesia es una amenaza contra la democracia", y "no hay vacuna contra esto". El 23 de junio tildó a Paulina Lebbos de "jovencita muerta".

En junio de 2010 llegó a sugerir a una madre cuyo hijo se había suicidado que era mejor que se haya muerto: "Al menos ahora, Dora, vas a poder dormir tranquila, porque tu hijo no está más en la calle" y Dora Ybañez, que fue a pedir ayuda para la recuperación de los jóvenes con adicciones, no supo qué responder. Cuando otra madre, Edith Haberte, le hizo un pedido similar, Rojkés le respondió: "tenemos que cuidar a nuestros hijos en vez de andar marchando", según versiones periodísticas.

También tildó al periodista y escritor Tomás Eloy Martínez de "ex tucumano".

Una vez mas y con todos estos antecedentes, podemos llegar a la conclusión que el "poder" es impune, o al menos eso pretender ser.

Es muy difícil luchar contra el Estado, es una lucha desigual, pero yo estoy dispuesta a hacerlo. Al haber elegido la vía judicial, esperaba que la senadora se presentara. No lo hizo como corresponde a toda persona de bien, con mayor razón si es funcionaria pública. Es más, pretendía que la audiencia de Tribunales se hiciera a puertas cerradas, sin público y sin prensa.

En cambio yo si di la cara y la seguiré dando, pues nada tengo que ocultar. Esta es lo que me diferencia de la senadora.

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