30 Agosto 2013
CATAMARCA.- Un joven de 20 años fue condenado a siete años de prisión por abusar de un primo, de 10, durante un fin de semana que sus familias compartieron en Capayán, 17 kilómetros al sur de la capital de Catamarca.
Los jueces de la Cámara en lo Criminal de Tercera Nominación hallaron culpable de "abuso sexual con acceso carnal" al joven, para quien el fiscal, Rubén Carrizo, había pedido la pena de 9 años de prisión.
El hecho juzgado ocurrió en enero del año pasado, cuando las familias fueron a pasar el fin de semana junto al río en una zona conocida como "Los piletones", en la localidad de Nueva Coneta, departamento Capayán.
A la hora de la siesta ambos primos estaban en el río, pero cuando el niño decidió adentrarse en el monte a observar las aves el mayor lo siguió y trató de convencerlo para que se prestara a juego sexuales, a lo que se negó.
De acuerdo con la investigación, el joven tomó por la fuerza y abusó del niño, quien le contó a su madre lo ocurrido y ella de inmediato radicó la denuncia ante la policía y la justicia.
El defensor, Pedro Vélez, había pedido una pena menor y adujo que el acceso no habría podido comprobarse, pero los jueces condenaron al joven a 7 años de prisión a cumplir en una cárcel del Servicio Penitenciario Provincial. (Télam)
Los jueces de la Cámara en lo Criminal de Tercera Nominación hallaron culpable de "abuso sexual con acceso carnal" al joven, para quien el fiscal, Rubén Carrizo, había pedido la pena de 9 años de prisión.
El hecho juzgado ocurrió en enero del año pasado, cuando las familias fueron a pasar el fin de semana junto al río en una zona conocida como "Los piletones", en la localidad de Nueva Coneta, departamento Capayán.
A la hora de la siesta ambos primos estaban en el río, pero cuando el niño decidió adentrarse en el monte a observar las aves el mayor lo siguió y trató de convencerlo para que se prestara a juego sexuales, a lo que se negó.
De acuerdo con la investigación, el joven tomó por la fuerza y abusó del niño, quien le contó a su madre lo ocurrido y ella de inmediato radicó la denuncia ante la policía y la justicia.
El defensor, Pedro Vélez, había pedido una pena menor y adujo que el acceso no habría podido comprobarse, pero los jueces condenaron al joven a 7 años de prisión a cumplir en una cárcel del Servicio Penitenciario Provincial. (Télam)