2013, el año de los arqueros

05 Septiembre 2013
Jugar en este puesto no es fácil. Hay que tener pasión para defender con uñas y dientes al equipo. El hockey tucumano copó casi todos los podios de la temporada con la distinción al mejor arquero o arquera de los torneos de Ligas Nacionales de Clubes y en los Argentinos de Selecciones.

Defendiendo los colores de sus clubes o de la "naranja", Guadalupe Coria, Sofía Díaz, Miguel Fiol, Ivana Gómez Rodríguez y Silvana Soria, son los protagonistas de este gran momentos. En los comienzos del hockey casi nadie quería ocupar esa posición y actualmente, nuestra provincia cuenta con un grupo de excelentes jugadoras que tranquilamente transmitirán sus conocimientos a las próximas generaciones.

Miguel era arquero de fútbol cuando jugaba con sus amigos. Luego cuando comenzó con el hockey, su entrenador Luis Allier que lo había visto atajar en la otra disciplina, le dijo: "ponete los pads" y le hizo caso. "Me gusta la presión que se siente en cada partido aún sabiendo que un error mío puede terminar en gol. Jugar con eso hace que día a día trate de superarme y de mejorar en todos los aspectos", contó.

La familia Coria tuvo una vez una arquera, la hermana de Guadalupe, pero el jefe de la familia quería tener otra en casa otra. Y "Pupé" cumplió el deseo de su papá. "Si ahora me dicen que vaya a jugar de delantera diría que no; salvo que el equipo me necesite por razones de fuerza mayor, lo haría, pero sinceramente el arco es lo mío. Me gusta que el equipo confíe en mí", relató con timidez Guadalupe Coria.

En Central Córdoba era jugadora y arquera, luego pasó a Atlético, pero sólo jugaba en el arco, como lo hace ahora en Universitario. "Me decidí por el arco porque me dijeron: o sos arquera o jugadora, porque veían que tenía chances de llegar más lejos atajando. No me agradaba, pero con el tiempo le encontré el gustito al puesto. ¿Por qué? Porque me encanta sentir la adrenalina y la tensión en cada partido. Es muy lindo, creo que es lo más lindo que tiene el deporte", aseguró Gómez Rodríguez.

Comenzó en Corsarios, pasó por Atlético y terminó en San Martín. "Sofi" salió deportista como su papá, que fue futbolista y también jugó al hockey. "Creo que a nadie le gusta atajar, sin embargo es muy lindo, me encanta. Comencé al arco en un torneo de verano porque no teníamos arquera. Lo hice para divertirme y al final terminó gustándome. ¿Los penales australianos? Sí, me gustan más que los tradicionales, porque las arqueras tienen tiempo para saber qué hará la jugadora en un mano a mano", señaló Díaz.

Soria es la más experimentada del grupo. Comenzó a jugar de arquera a los 14 años cuando en un seven a side decidió ponerse los pads. Natación llegó a la final que se definió por penales. Ellas atajó todos y el equipo del parque se coronó campeón.

"Ocupar este puesto tiene muchas cosas que atraen. La principal es sentir la responsabilidad de ser la última del equipo y de defender el arco. Lo bueno es que desde ese lugar, una ve el partido de otra manera y puede tranquilamente dirigir al equipo. Se ven todos los movimientos y las posiciones. Siempre trato de ayudar desde atrás. Tuve varias atajadas valorables, pero la más importante fue atajar los dos penales en la Liga d y conseguir el ascenso a la B", destacó.

Se visten como para ir a librar una batalla, pero en realidad, Guadalupe, Miguel, Sofía, Silvana e Ivana son los ángeles guardianes de sus equipos que, con tantas distinciones, son el orgullo del hockey tucumano.

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