06 Septiembre 2013
Un hombre de negocios, Martin Lindsay, estacionó el lunes su Jaguar XJ cerca de un edificio de 37 pisos, 20 Fenchurch Street, en el centro de Londres. La obra, diseñada por el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly, está en fase de terminación y despierta polémicas, sobre todo porque empequeñece emblemas arquitectónicos cercanos como la catedral de Saint Paul y el Tower Bridge, pero también porque ¡quema! Cuando Lindsay fue a buscar su lujoso auto, se encontró con que la cubierta de un retrovisor y el emblema de la marca se habían derretido, y uno de los costados del vehículo estaba deformado, producto del reflejo de la luz del rascacielos, informó Clarín.
"El fenómeno es ocasionado por la actual elevación del sol en el cielo, y dura unas dos horas al día", declararon los constructores del edificio, apodado "wakie talkie" por su forma cóncava. Precisamente a eso atribuyen los físicos el poderoso reflejo de la luz en un solo haz. The Times informó el martes que las temperaturas cerca del edificio alcanzaron 45 grados, y en la TV mostraron cómo se cocinaba un huevo en plena calle.
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