18 Septiembre 2013
MAGO. Barreiro hace jueguitos antes de iniciar la última práctica del "decano".
El cierre de la última práctica de Atlético llega con novedades desde Buenos Aires. Banfield, el escolta de Defensa, el líder de la B Nacional, golea precisamente 3-0 al "halcón" . El resultado abre el juego para los equipos que veían algo desde lejos a los de Florencio Varela. El "decano", tercero en cuestión, era uno de ellos, pero ayer, con el resultado puesto, la cosa cambió.
Hoy más que nunca, cuando desde las 21.30 reciban a Brown de Adrogué, los jugadores de Atlético saben que no pueden bajarse del tren de la ilusión de seguir en la conversación por uno de los tres ascensos directos al fútbol de Primera. "Ojalá podamos ganar y festejar con nuestra gente un triunfo que nos deje pegados a Banfield y Defensa", sueña despierto Maximiliano Barreiro, viendo que su "decano" podría quedar a tres puntos del líder (16 a 19) si vence a los de Adrogué y a uno de Banfield (17).
Uno de los factores llamados enemigos del momento es el cansancio. Pasaron 1.600 kilómetros, recorridos ida y vuelta a Paraná, apenas un día de descanso y dos de labores. La agenda viene apretadita en el Monumental y ello genera un desgaste importante.
"Tenemos que sacar fuerzas de donde no tengamos para seguir donde estamos", opina "Maxi", el socio de "Pulguita" en ofensiva a quien Martín Morel le apostó unas fichas como el posible anotador histórico del gol número 1.000 de Atlético en la divisional. "Ja, lo disfrutaría con la gente", explica el autor del agónico 1-0 sobre San Martín de San Juan.
Si hay gol de Barreiro, el baile podría acabar en la tela olímpica. "Me gusta compartirlo con el hincha", asegura el veloz punta, mientras acepta que la nueve puede generar cierta presión, por lo que significa en un equipo, aunque para él eso no es una contra. "Como pesar, no pesa. Sé que es una camiseta difícil. La gente ve el 9 en la espalda y te pide goles, pero bueno, yo trato de hacer lo mejor posible corriendo, metiendo, buscando jugadas", se sincera un Barreiro que suele ser un tormento para los zagueros enemigos. "Eh, no tanto, ja. Se les habla un poco para desconcentrarlos, pero todo muerte ahí, en el partido. Trato de ir a todas las pelotas como si fueran la última, para ver si logro que los de atrás se equivoquen", revela "Maxi" y aclara que Brown no será un presa fácil. "Somos un equipo que va a pelear el ascenso y cualquiera se motiva cuando nos enfrenta".
Hoy más que nunca, cuando desde las 21.30 reciban a Brown de Adrogué, los jugadores de Atlético saben que no pueden bajarse del tren de la ilusión de seguir en la conversación por uno de los tres ascensos directos al fútbol de Primera. "Ojalá podamos ganar y festejar con nuestra gente un triunfo que nos deje pegados a Banfield y Defensa", sueña despierto Maximiliano Barreiro, viendo que su "decano" podría quedar a tres puntos del líder (16 a 19) si vence a los de Adrogué y a uno de Banfield (17).
Uno de los factores llamados enemigos del momento es el cansancio. Pasaron 1.600 kilómetros, recorridos ida y vuelta a Paraná, apenas un día de descanso y dos de labores. La agenda viene apretadita en el Monumental y ello genera un desgaste importante.
"Tenemos que sacar fuerzas de donde no tengamos para seguir donde estamos", opina "Maxi", el socio de "Pulguita" en ofensiva a quien Martín Morel le apostó unas fichas como el posible anotador histórico del gol número 1.000 de Atlético en la divisional. "Ja, lo disfrutaría con la gente", explica el autor del agónico 1-0 sobre San Martín de San Juan.
Si hay gol de Barreiro, el baile podría acabar en la tela olímpica. "Me gusta compartirlo con el hincha", asegura el veloz punta, mientras acepta que la nueve puede generar cierta presión, por lo que significa en un equipo, aunque para él eso no es una contra. "Como pesar, no pesa. Sé que es una camiseta difícil. La gente ve el 9 en la espalda y te pide goles, pero bueno, yo trato de hacer lo mejor posible corriendo, metiendo, buscando jugadas", se sincera un Barreiro que suele ser un tormento para los zagueros enemigos. "Eh, no tanto, ja. Se les habla un poco para desconcentrarlos, pero todo muerte ahí, en el partido. Trato de ir a todas las pelotas como si fueran la última, para ver si logro que los de atrás se equivoquen", revela "Maxi" y aclara que Brown no será un presa fácil. "Somos un equipo que va a pelear el ascenso y cualquiera se motiva cuando nos enfrenta".
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