Impuestos: "Hace falta un esquema más justo y más equitativo"

Dos expertos que expusieron en el 22° Encuentro Tributario, organizado por el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Tucumán, plantearon los cambios que hay que efectuar en los tributos.

MEDIDAS. Los cambios en Ganancias son parciales, dice Bertazza (izquierda). LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI MEDIDAS. Los cambios en Ganancias son parciales, dice Bertazza (izquierda). LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI
22 Septiembre 2013

Humberto Bertazza - Presidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Capital Federal 

El sistema tributario argentino es complejo, y está conformado por una serie de impuestos distorsivos. Esto quiere decir que, más allá del propósito que tienen de generar recaudación para el fisco, se comportan como obstáculos a la hora de tomar decisiones vinculadas al consumo y a la inversión. Pero el mayor problema que afronta el esquema impositivo nacional es la falta de consideración de la inflación. Al negar este problema, se produce un efecto distorsivo sobre los salarios de los trabajadores, que deben pagar el Impuesto a las Ganancias sobre ingresos que irreales o ficticios. Las consecuencias de esto son la pérdida del poder adquisitivo y la caída del consumo.

Es necesario reformular el sistema tributario nacional, al igual que el de las provincias y el de los municipios, para mantener la recaudación, mediante un esquema impositivo más justo y más equitativo.

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1- Las actualizaciones de las importes para pagar el Monotributo son positivas, pero pueden considerarse negativas desde una perspectiva de política fiscal. En un principio, el Gobierno nacional había manifestado una idea distinta: mediante el procedimiento de no actualizar el reencuadramiento de los contribuyentes, el Monotributo iba a empezar a desaparecer. Sin embargo, hubo un giro drástico y el impuesto seguirá vigente.

2- Tanto las modificaciones de las escalas para abonar el Monotributo, como los ajustes en Ganancias son soluciones parciales. El efecto que causa la inflación sobre los salarios no se corrige con estas medidas, por lo tanto son inequitativas. Por ejemplo, los que perciben hasta $ 15.000 no pagarán Ganancias, pero el autónomo no tuvo ninguna actualización. Aunque ambos trabajan, la ley que actualizó los topes los considera distintos.

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3- En materia de renta financiera ocurre otro problema. Las ganancias de las sociedades comerciales ya están gravadas, pero no se puede imponer tributos a la renta financiera de personas físicas. Esto es inviable, porque si se gravaran, por ejemplo, los plazos fijos bancarios, las entidades financieras estarían obligadas a elevar las tasas de interés. Esto no sería favorable para el sistema financiero.

4- Los impuestos que se cobran al sector productivo y de servicios están desactualizados, en relación a los índices de inflación. La brecha cambiaria que separa al peso del dólar produce un desequilibrio en los balances de las empresas exportadoras. En muchos casos, la ecuación comercial no cierra. Ante este escenario económico, la presión tributaria se convierte en un problema para el sector productivo. 

5- Para devolver equidad es necesario reformular el sistema. Luego de las PASO, los problemas relacionados con impuestos se instalaron en la agenda, pero con conceptos equivocados. En todos los países del mundo, los trabajadores pagan Ganancias y en la Argentina también debe gravarse. Pero lo que se debe discutir es cuáles son los límites para imponer el tributo. Otro punto es la evasión fiscal; aún queda mucho por resolver.


"El fisco nacional debería racionalizar la presión"

Hernán D'Agostino - Especialista tributario

La creciente inflación y la decisión de no ajustar antes los topes mínimos para tributar Ganancias erosionó la posibilidad de que el Gobierno tenga una coherencia tributaria. Debido a que los montos deducibles no se modificaban desde hace 10 o 12 años, y con una tasa de interés creciente que supera el 20% anual, el impuesto inflacionario se devora cualquier beneficio que el Gobierno pueda otorgar a los contribuyentes. En los últimos dos años, el Gobierno no asumió la posibilidad de perder este recurso inflacionario y esto se tradujo en un incremento de la presión tributaria. Es decir, que la inflación trasladó a la población el costo impositivo que finalmente afectó al consumo interno. A esto hay que sumarle la carga que genera el IVA. El fisco nacional debería racionalizar esta presión tributaria para darle más progresividad al sistema impositivo.

1- Luego de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el Ejecutivo Nacional comenzó a dar manotazos para conseguir mejorar su rendimiento electoral en las legislativas de octubre. Uno de los manotazos fue elevar el mínimo no imponible de Ganancias y modificar las escalas del Monotributo. Sin embargo, si se continúa por este camino de creciente inflación, estos beneficios impositivos se perderán rápido.

2-El tope de los $ 15.000 de salario que dispuso el Gobierno para tributar Ganancias tiene un tinte más político que económico. Según la redacción de la norma, se exime de tributar a quienes cobran menos de $ 15.000, a partir del 9 de agosto y por un plazo indefinido. Esto indica que el monto establecido como tope mínimo no subsistirá demasiado tiempo. Habrá que modificarlo a fin de año, teniendo en cuenta la creciente inflación.

3- Si no se controla rápidamente la suba de los costos, el mapa tributario de la Argentina quedará dividido en dos: por un lado, estarán aquellos que cobraron menos de $ 15.000 recibirán nuevas actualizaciones salariales durante 2014, sin ningún tipo de carga impositiva. Por otro lado estarán aquellos que cobraron una suma superior al tope mínimo, que verán erosionado su poder adquisitivo.

4- El sistema tributario argentino cuenta con una elevada carga de excedente. En otras palabras, podemos hablar de los costos adicionales que deben afrontar los contribuyentes, además de los impuestos fijos. En la Argentina, estos tipos de regímenes de cargas tributarias son extremadamente elevados; particularmente, para los trabajadores que cobran salarios. 

5- Por otro lado, para las empresas, la maraña de impuestos provinciales genera elevados costos adicionales. Esto se suma a la crecientes costos de producción. Una posible salida para aliviar la presión fiscal sería que las provincias unifiquen la legislación referida a los regímenes de retención con el fin de simplificar aquella maraña impositiva y contar, de esa manera, con una esquema más ágil.

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