Cartas de lectores

TOMA DE LAS FACULTADES (I)

Resulta injusto y antidemocrático que un grupo de estudiantes que no tienen representatividad, porque no fueron elegidos en ninguna elección, se adueñen de la Facultad. Resulta irónico también que este grupo se llene la boca hablando de democracia, o refiriéndose a la dictadura, a la Noche de los Lápices y otras cuestiones y al mismo tiempo actúe a la manera del fascismo pisoteando los derechos de los demás. Quiero aclarar que no estoy a favor ni del Gobierno provincial, y mucho menos del nacional; todo lo contrario. Estoy absolutamente en contra del régimen "k", pero no parece que avasallar los derechos de los otros sea una manera adecuada de protesta. La mejor manera de cambiar algo es estudiando, trabajando y esforzándose para transformar la propia realidad, y luego desde otro lugar, la del conjunto. Insto a mis compañeros, no sólo de Psicología, sino también de las otras facultades tomadas, a reflexionar y deponer su actitud, ya que protestando de esta manera no le hacen daño ni al gobierno ni al rector ni a ningún organismo público del poder, sino que el mayor daño es para nosotros mismos, los estudiantes. Al perder días de clases, mesas de exámenes e incluso perjudicando económicamente a los estudiantes que no son de Tucumán, se suma ya el grave riesgo de perder el cuatrimestre y en muchos casos, el año. Reflexionen y piensen que están actuando antidemocráticamente, perjudicando a la mayoría de sus compañeros. Es obvio que esta toma persigue fines políticos de sectores de izquierda, y se diluyen los legítimos reclamos que se pregonan.

Mario Roque Arévalo
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TOMA DE LAS FACULTADES (II)

El derecho de uno termina cuando empieza el derecho de los demás. El derecho a la protesta debe terminar cuando se encuentra con el derecho a la educación de la mayoría de los estudiantes. En relación con la toma de las facultades de Psicología y Filosofía y Letras, no sólo se avasallan los derechos de la educación de los miles de estudiantes que vamos a estudiar y no hacer politiquería barata como el minúsculo grupito de la izquierda que realiza dicha toma, sino también se avasalla los derechos de los trabajadores de dichas Facultades a desplegar sus tareas como corresponde. La toma fue por más seguridad, cuestión que se logró, ya que hay más presencia policial en el parque, y los otros pedidos, si bien son válidos, este grupito sabe que no son realizables de un día para el otro. Por lo tanto, pido a las autoridades de la Facultad que tomen cartas en el asunto, para revertir esta situación y terminar con esta toma que ya se convirtió en "absurda" y sin sentido. No puede ser que un grupito minúsculo por razones que ya son puramente políticas, nos perjudique de esta manera a la mayoría de los estudiantes que vamos a estudiar y no a perder el tiempo. A la comunidad toda: ese grupito que realiza la toma no representa a la gran mayoría de estudiantes.

Alejandra Tebis
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TOMA DE LAS FACULTADES (III)

Con respecto a la toma de Facultades, me parece que las autoridades deberían intervenir y desalojar a ese grupo de estudiantes que lo único que hacen es perjudicar al resto de sus compañeros con una protesta de tintes políticos. Las autoridades de la UNT tendrían que tomar medidas disciplinarias, sancionando este tipo de acciones para que no se conviertan en un mal ejemplo para el resto. Se supone que son futuros profesionales, que deben defender el sistema democrático, según la ley de educación, y esta protesta de democrática no tiene nada; hay otras formas de hacerlo sin perjudicar al prójimo.

Sandra Mariela Sierra
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ADMINISTRADORES DE CONSORCIOS

Se supone que los trabajadores independientes deben inscribirse en la AFIP o DGR. Sin embargo, llama poderosamente la atención que no se encarguen de investigar a los administradores de edificios de propiedad horizontal. Invaden los consorcios tomando posesión de la administración con nefastas consecuencias posteriores para los incrédulos habitantes del edificio. No se ajustan a las disposiciones legales vigentes; evitan las reuniones y sólo aparecen a recoger lo recaudado del pago de expensas que ha cobrado el portero, llevándose a su hogar, una enorme cantidad de dinero, como "Fondos de reservas en custodia". El consorcista sigue pagando expensas que son aumentadas cada dos meses, sin previo aviso y sin ser autorizadas por el consorcio. Necesitamos protección. Debería haber un control más estricto para estos individuos que en muchos casos nadie conoce siquiera cuál es su domicilio particular.

Álvaro Antonio Sanz

[email protected] n CORTE DEL SERVICIO DE GAS A pesar de la resolución de la Corte de no cortar el servicio de gas, Gasnor me lo cortó y removió mi medidor, dejando a personas de edad sin cocina ni agua caliente. Tengo un historial impecable, pagué por adelantado mediante depósitos en cuenta corriente durante años. De repente, no quisieron aceptar pago adelantado y me reclaman $55 que debía pagar en 48 horas. Vencido ese plazo, removieron el medidor. Sus propios estatutos dan un año para cancelar/remover, no 48 horas. Deseo que los usuarios sepan de este caso y tal vez me apoyen a fin de que restauren el servicio inmediatamente.

Susana H.P. de Unger
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LA IMPREDECIBLE NATURALEZA

La sabia e impredecible naturaleza nos brinda periódicamente sus vaivenes. Cuando llovía en demasía nos quejábamos por esta contingencia; al mismo tiempo protestábamos por las inundaciones. Ahora estamos preocupados por la sequía que daña el medio ambiente y que hace que escaseen y se encarezcan los productos naturales. A ello se suman las ya desacostumbradas heladas que influyen en las quemazones de campos, con o sin cultivos. Se produce entonces un cóctel de infortunios naturales para que opinen sabios de "todas menas", lo que deja al descubierto que gran parte de las presentes generaciones, al no haber vivido, poco y nada conocen de estas cuestiones climáticas que se renuevan por ciclos. Favorecidos por las regulares precipitaciones pluviales de estas últimas décadas, los montes recobraron su plenitud, reaparecieron especies casi en extinción y se intensificaron en la región cultivos de productos impensados en otros tiempos, por lo que abandonamos a la buena de Dios diques, represas, estanques, canales, acequias, todos ellos de vieja data. Ello nos llevó a pensar que estas obras estuvieron de más para convertirlas en los centros urbanos en basureros públicos y en el campo que se llenan de malezas y hasta las obstruimos con atajos. "El edén de América" (Tucumán) tiene agua para dar, guardar y prestar. En el territorio provincial existe más de un centenar de ríos, riachos, arroyos, vertientes, ojos de agua, napas subterráneas voluminosas. La mayoría de estas aguas surgen en medio de montañas, lo que posibilitaría la construcción de incontables diques, diquecitos de contención para el consumo y regadío de hasta zonas limítrofes con nuestra provincia, en lugar de tener que recurrir a las oportunas emergencias hídricas y a la entrega de subsidios que resultan un paliativo circunstancial. Dios nos libre de las prolongadas sequías de otras épocas, donde el ganado se moría de hambre y sed, donde la charrúa, el chuscho, la yica y las temibles mangas de langostas hacían de las suyas. Ni qué decir de las prolongadas heladas del pasado que cubrían y permanecían los campos con escarcha y no había variedad de caña que aguantara. Por ello, a comienzos de la década del 50, se declaró zona marginal a una vasta región del este tucumano, prohibiéndose el cultivo de la caña de azúcar y las extensas plantaciones de citrus que se ven hoy no eran aconsejables. "Y si canto de este modo por encontrarlo oportuno no es para mal de ninguno sino para bien de todos".

Ysmael Díaz
Mario Bravo 247
Banda del Río Salí-Tucumán

EX EMPRESA EL TRÉBOL

Soy jubilado de la ex empresa El Trébol, emblema de orgullo para los que trabajamos allí. Los fundadores fallecieron y todo fue a caer en manos de descendientes y de directivos ocasionales, quienes la fundieron en corto tiempo, despojando a sus empleados (padres con hijos que mantener y viceversa) con una antigüedad que no fue respetada. No les abonaron lo que por ley correspondía y aún hoy sufren ese despojo al cual fueron sometidos. Las maniobras estaban en conocimiento del gremio UTA, a través del actual secretario provincial de Trabajo, máximo dirigente de aquellos años, quien con su acción avaló la decisión de no pagar. El actual directivo de Aetap estampó su firma en liquidaciones que no fueron abonadas; no existían los derechos humanos ni la justicia social para él. Este directivo de Aetap que pone tanto énfasis en pedir subsidios para empresas, hubiese realizado las mismas gestiones cuando manejaba El Trébol y así hubiera evitado el desamparo en que quedó la mayoría de empleados.

Rodolfo Oscar Soria
Bartolomé Mitre 6
Lules-Tucumán

JOSÉ FEDERICO MORENO

Con respecto a la polémica entre el lector Tulio Ottonello y la señora Lucía Mercado me gustaría hacer mi aporte sobre el particular. Siempre resulta más cómodo opinar desde la distancia sin verificar in situ lo que se está tratando. No es mi caso ya que me tomé el trabajo de analizar el tema que nos ocupa. Parece que Ottonello recién se entera del cambio de nombre de la escuela de San Miguel de Tucumán, que se llamaba José Federico Moreno, pero mucho más lo es que no tengamos noticias de que se haya preocupado para subsanarlo y preservar así la memoria de este ilustre fundador del ingenio Santa Lucía y del pueblo que creció a su alrededor, así como también su fecundo legado a la comunidad, entre lo que se cuentan las escuelas en Monteros y de Santa Lucía, muy bien investigadas y difundidas por los libros de Mercado. Me parece denigrante que se refiera a "algún intelectual" cuando es evidente que se refiere a la señora Mercado, quien ha dado numerosas muestras de amor por su terruño, plasmado en obras literarias y trámites para homenajear a ilustres vecinos de su pueblo imponiendo su nombre a calles, plazas y edificios públicos, sugerencias no siempre atendidas por las autoridades, y eso nos pasa a todos en nuestros pueblos. Es una pena criticar lo que pasa en pueblos vecinos cuando se nos escapan detalles de nuestro propio terruño.

Manuel Antonio Caro
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