25 Noviembre 2013
"SPEAKER". El ex DT del seleccionado argentino de Hockey femenino dice que el liderazgo depende de circunstancias. MARKTUR.TRAVEL/
¿Qué es una reunión de trabajo sino una charla motivacional? ¿Cómo sería un día de oficina si tu jefe-entrenador te dice cómo deberías salir a la cancha a "comerte el partido? Tal vez lo hagas, pero bien vale la pena saber que, detrás de cada desafío nuevo hay un apoyo incondicional de la conducción. El trabajo es como la alta competencia, los logros dependen no sólo de las individualidades, sino también del equipo, de un conjunto de individualidades que deponen intereses personales en pos de un logro colectivo. Ese eso lo que transmite Sergio "Cachito" Vigil cuando brinda sus conferencias.
En su paso por Tucumán, el ex entrenador del seleccionado argentino de Hockey femenino ha dejado en claro que el liderazgo no sólo es individual, sino que se trata de un proceso que depende de las circunstancias que le toque vivir al equipo. Transportándolo al mundo de las empresas, en cada plantel de personal pueden coexistir líderes motivacionales que conduzcan al equipo hacia los objetivos inmediatos (como una ofensiva en un partido), pero también pueden emerger líderes a la defensiva, "que son aquellos que cobran protagonismo cuando los procesos se tornan dificultosos y tiene que haber alguien que arengue para que no se caiga el equipo", explica el hoy convertido en speaker y motivador, en una charla con LA GACETA.
El liderazgo, según el coach, está dado por la demanda del equipo. "En el aspecto grupal, el líder es elegido entre los pares, porque tiene condiciones y cualidades especiales para un momento determinado", indica. Esa es la diferencia con el grupo, con el conjunto de individuales que no toma en cuenta la meta colectiva. "Mucho tiene que ver el compromiso del líder con la causa, la responsabilidad que transmite, y la generosidad en la entrega. No es un cargo como el de un entrenador o un preparador físico o como un jefe de oficina. Es una cualidad que tiene mucho que ver con la forma de ser y de vivir las cosas y de poder transmitir todo eso al equipo", puntualiza.
Vigil cree que el éxito no está basado sólo en los resultados, sino en los procesos que consolidan los logros. "Hay dos tipos de resultados: el de proceso y el numérico", indica. Y detalla: el proceso está relacionado con la eficiencia; el resultado, a la eficacia. "En consecuencia -expresa-, hay procesos que pueden ser muy eficientes, pero que no se plasman generalmente en los resultados numéricos, pero va camino a serlo". Y, en estas cuestiones, en el deporte como en la empresa, hay que cultivar una virtud: la paciencia.
"Siempre hay que revisar los objetivos, planificaciones y procesos cuando un resultado no es el esperado. Puede que estemos equivocándonos en el proceso; puede también que los resultados esperados estén alejados de nuestras posibilidades", considera.
Vigil recalca que no hay que desesperarse tanto por aquellos resultados. "Lo que valen son las metas pequeñas, las que van consolidando un proyecto de largo plazo", señala el ex entrenador de Las Leonas.
En su paso por Tucumán, el ex entrenador del seleccionado argentino de Hockey femenino ha dejado en claro que el liderazgo no sólo es individual, sino que se trata de un proceso que depende de las circunstancias que le toque vivir al equipo. Transportándolo al mundo de las empresas, en cada plantel de personal pueden coexistir líderes motivacionales que conduzcan al equipo hacia los objetivos inmediatos (como una ofensiva en un partido), pero también pueden emerger líderes a la defensiva, "que son aquellos que cobran protagonismo cuando los procesos se tornan dificultosos y tiene que haber alguien que arengue para que no se caiga el equipo", explica el hoy convertido en speaker y motivador, en una charla con LA GACETA.
El liderazgo, según el coach, está dado por la demanda del equipo. "En el aspecto grupal, el líder es elegido entre los pares, porque tiene condiciones y cualidades especiales para un momento determinado", indica. Esa es la diferencia con el grupo, con el conjunto de individuales que no toma en cuenta la meta colectiva. "Mucho tiene que ver el compromiso del líder con la causa, la responsabilidad que transmite, y la generosidad en la entrega. No es un cargo como el de un entrenador o un preparador físico o como un jefe de oficina. Es una cualidad que tiene mucho que ver con la forma de ser y de vivir las cosas y de poder transmitir todo eso al equipo", puntualiza.
Vigil cree que el éxito no está basado sólo en los resultados, sino en los procesos que consolidan los logros. "Hay dos tipos de resultados: el de proceso y el numérico", indica. Y detalla: el proceso está relacionado con la eficiencia; el resultado, a la eficacia. "En consecuencia -expresa-, hay procesos que pueden ser muy eficientes, pero que no se plasman generalmente en los resultados numéricos, pero va camino a serlo". Y, en estas cuestiones, en el deporte como en la empresa, hay que cultivar una virtud: la paciencia.
"Siempre hay que revisar los objetivos, planificaciones y procesos cuando un resultado no es el esperado. Puede que estemos equivocándonos en el proceso; puede también que los resultados esperados estén alejados de nuestras posibilidades", considera.
Vigil recalca que no hay que desesperarse tanto por aquellos resultados. "Lo que valen son las metas pequeñas, las que van consolidando un proyecto de largo plazo", señala el ex entrenador de Las Leonas.