Condenan a un curandero de La Rioja por secuestrar y embarazar a una adolescente

Mario González deberá cumplir una sentencia de 17 años y tres meses en la cárcel.

28 Noviembre 2013
LA RIOJA.- Un hombre que se presentaba como curandero fue condenado a 17 años y 3 meses de prisión por haber secuestrado y embarazado a una adolescente de 13 años, quien posteriormente debió ser sometida a un legrado tras la pérdida de su bebé.

Mario González, de 57 años, había huido de La Rioja en octubre de 2011, llevando consigo a la menor de edad, hija de una familia vecina, que supuestamente pasaba tiempo con él para aprender su oficio.

González escapó hacia el noreste del país y, una semana después, fue capturado por la policía en Formosa, tras lo cual se constató que la adolescente estaba embarazada.

La fiscalía había solicitado una pena de 15 años de prisión efectiva para el acusado por los delitos de "ocultamiento de persona y abuso sexual con acceso carnal".

Sin embargo, como había sido encontrado culpable de abuso sexual contra una joven discapacitada en la ciudad de Aimogasta, se unificaron las penas. Ante ello, un tribunal lo condenó hoy a 17 años de prisión y 3 meses de cumplimiento efectivo.

A principios de octubre de 2011 la desaparición de la adolescente generó preocupación y denuncias por parte de su familia, que llevó a los investigadores a realizar búsquedas en toda La Rioja e incluso en Chubut y Salta.

El jefe de la Policía de Formosa, comisario Juan Bernabé Escobar, confirmó el 9 de octubre que se había logrado la detención de González y el rescate de la menor de edad en la causa que instruyó el juez Alejandro Arce.

La madre de la adolescente y las pericias médicas confirmaron que la menor de edad estaba embarazada y sostuvo que González, amigo de su familia, se había llevado a su hija con engaños, amenazas y manipulaciones.

Dos semanas después la adolescente tuvo según los informes complicaciones de salud y perdió su embarazo.

Ante ello, la justicia riojana autorizó que se le practique un legrado para retirar los restos del feto, los cuales fueron preservados para confirmar con análisis genéticos la paternidad de González.

De ese modo, se pudo comprobar que el curandero había violado a la menor de edad.

Por entonces, la actuación de la justicia también generó críticas del obispo de La Rioja, Roberto Rodríguez, quien sostuvo que "no se puede atentar contra la vida de un feto que ya tiene definida su personalidad".

La abogada Graciela Lozano, representante de la familia de la víctima, manifestó que cursaba entre las 12 y 13 semanas de gestación, y destacó que los análisis de ADN permitían conseguir "la prueba del delito". (DYN)

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