¿Juego para divertirse o para morir?

Son las 9.30. Mientras muchos chicos están en el colegio en medio del silencio de la Quebrada de Lules, llega un grupo de adolescentes haciendo ruido con sus motos. Algunas chicas visten sus uniformes del colegio, con pollera y corbata. Están muy divertidos. Ríen y hacen bromas. Se suben dos o tres en una misma motocicleta. Nadie usa casco. Se preparan para correr una picada desde la rotonda hasta el final del camino.

Van y vuelven divertidos. Cuando terminaron pudimos hacerles algunas preguntas. Pero luego vino un auto de la policía en su recorrido habitual, los chicos se escondieron detrás de los árboles. Los oficiales miraron de lejos, sin bajarse del auto y sin llegar hasta el final de la rotonda. Fue una cuestión de segundos. Luego salieron de su escondite y huyeron.

Les contamos lo que conversamos con los jóvenes:

Cristian, 16 años

-¿Por qué lo haces?

- Porque me gusta.

-¿Sos consciente de que este es un juego peligroso?

- Sí, y no me importa.

- ¿Hace mucho que lo hacés?

- Sí, desde hace cuatro años, desde que tengo 12. Empecé porque lo vi hacer a otros y me gustó. Los jueves hay más movimiento que hoy. Además de correr aquí, en La Quebrada, lo hacemos cerca de la Papelera, en La Reducción y en el camino al cementerio.

Facundo, 16 años

- ¿Hay after en la Quebrada de Lules?

- Sí hay, y cuando llega la Policía le pagamos y listo. Se llena de automóviles acá los sábados.

- ¿Hacen picadas seguido? - Sí, siempre hay en el horario de la mañana y sobre todo a la noche.

Alejandro, 14 años

- ¿Hay mucho descontrol en la Quebrada?

-Sí hay mucha joda. Cuando vienen los ratis (policías) nos rajamos con toda en la moto. Yo corro con los changos; somos grupos de 15 o de 25 chicos y hacemos picadas. Pero ¡ojo! No podes tomar nada, sino no se vale. Después cargamos nafta y nos vamos a seguir en el Parque 9 de Julio. Ahí los policías aparecen de las esquinas y nos encierran a todos juntos. Si no nos escapamos, nos quitan las motos.

No contamos con suficiente personal

- ¿Qué hace la policía para controlar a los jóvenes de Lules? -es la pregunta que le hicimos al jefe de la comisaría de nuestra ciudad.

- Actualmente no contamos con suficiente personal. Pero también es cierto que mientras en el centro de la ciudad están las cámaras de seguridad, pareciera que los ladrones se han ido hacia las zonas más alejadas: esto hace que debamos estar más atentos. Sin embargo, debido a los traslados del personal estamos con pocos recursos humanos.

- ¿Con qué recursos cuenta la policía de Lules para realizar la vigilancia?

- Es relativo, tenemos por ahora dos motos y un auto. La policía de La Reducción no está en Lules así que nosotros debemos encargarnos de todo.

- ¿Nos podría dar una opinión sobre la actividad de los menores?

- Cuando tomamos conocimiento de las situaciones en las que los menores están involucrados ponemos en conocimiento al juez de menores o al secretario del juzgado, depende del lugar donde se produce el hecho. En cuanto a los jóvenes, se puede ver que el respeto se perdió hace mucho tiempo. La educación depende de cada familia, los adolescentes siguen el ejemplo de los padres. Hoy en día faltan la educación, los valores y las llamadas de atención. No hay control de los padres, no brindan el apoyo necesario. Hay otro problema: todos los menores de 16 años son inimputables.

- ¿Dónde nota más delincuencia?

- Dentro de todo, no hay zonas de riesgo en Lules.

- ¿Existen after en la quebrada de Lules?

- No, no hay after. Hay sistemas implementados, por ejemplo en las calles paralelas a la plaza principal, que se cierran para evitar problemas al ingreso. Después de los boliches, no hay after.