10 Diciembre 2013
SALUDO. Maduro habla desde Plaza Bolívar, en Caracas, para confirmar el triunfo del chavismo en la mayoría de las ciudades de Venezuela. reuters
CARACAS. - Pese a las dificultades económicas que enfrenta el país, el presidente venezolano Nicolás Maduro recibió un espaldarazo popular, luego de que el oficialismo se alzara con el triunfo en 210 alcaldías en las elecciones municipales. La victoria electoral en medio de lo que Maduro llama una “guerra económica” desatada por la “derecha” se agrega a las 20 de 23 gobernaciones bajo control del oficialismo y a la ley de poderes especiales para gobernar por decreto que recibió de la Asamblea Nacional (Congreso).
Maduro, que se autoproclamó “protector del pueblo”, espera utilizar esos recursos, además del colchón financiero de los ingresos petroleros y el amigable trato de las instituciones del Estado, para avanzar en su modelo socialista.
El gobernante anunció en la noche del domingo que ahora ampliará su ofensiva económica para bajar la inflación, imponiendo nuevos controles a los precios en los sectores inmobiliario y de alimentos.
Por los resultados electorales, la gestión de siete meses de su gobierno no parece haber sido impactada drásticamente por la inflación, que cerrará este año en cerca de 50 % y el desabastecimiento en los mercados.
Maduro celebró los resultados de las elecciones municipales con una frase: “Los números del Consejo Nacional Electoral (CNE) hablan claramente del caudal de la fuerza de la revolución bolivariana, apenas a siete meses de gobierno del primer presidente chavista en medio de una guerra económica”.
De las 337 alcaldías que estuvieron en disputa el domingo, el oficialismo ganó al menos 210, mientras que la oposición sigue contando un saldo que le dejará más de 58, pero con logros sorprendentes como en la ciudad emblemática de los bolivarianos, Barinas, la tierra natal del fallecido mandatario Hugo Chávez.
Pese al éxito numérico, el oficialismo se lamentaba de que la oposición haya tomado el control de al menos ocho ciudades principales del país, como Valencia, Maracaibo, Maturín, Mérida, San Cristóbal y la alcaldía metropolitana de Caracas, que incluye a cinco municipios, incluyendo al de la capital, y quedó en manos de Antonio Ledezma, apuntalado ahora como el segundo jefe de la oposición después de Henrique Capriles.
Al analizar los resultados, el heredero bolivariano puso el acento en el resumen numérico y en el cómputo del voto nacional, después de que la oposición propusiera a sus partidarios asumir las elecciones locales como un plebiscito sobre el gobierno. En el voto nacional, según el CNE, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ganó con el 44,16 % de los votos, contra el 40,96 de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD).
Maduro recordó que los partidos aliados del PSUV obtuvieron una porción importante, con lo que el voto nacional para el oficialismo alcanza a 49,24 %, contra el 42,72 % de la MUD y sus aliados. Una diferencia de casi siete puntos porcentuales.
“Dijeron que si ellos ganaban en votos, yo tenía que renunciar. Me preguntó qué va a hacer la cúpula de la MUD ante esta derrota”, dijo el mandatario e instó a Capriles a renunciar a la “dirección política de la MUD”.
El gobernante anunció que después de las elecciones continuará su ofensiva contra la guerra económica de la oposición. Las nuevas medidas estarán apoyadas en la Ley sobre Costos, Precios y Ganancias justas, que fue el primer decreto que emitió con los poderes especiales.
A la cadena de elecciones desde 2012, Venezuela se asoma dividida a un 2014 sin consultas populares. En esa línea, Capriles advirtió que el próximo será un año “duro” para el país por los problemas económicos que emergieron y se agravaron en 2013. “Los resultados electorales evidencian un país dividido. Nadie es dueño de Venezuela, el país necesita unidad, diálogo”, dijo a través de su cuenta de Twitter.
Ledezma advirtió que las medidas que ha tomado el gobierno y la “agenda populista le van a costar muy caro a los venezolanos”.
El director de la firma encuestadora Datanalisis, José Antonio Gil, señaló que aunque la oposición salió fortalecida tiene que preguntarse por qué un gobierno con tantos problemas “no pierde arrolladoramente”. “Los dos bandos están en plena sacadera de cuentas para adjudicarse el triunfo. La realidad es que ambos ganaron algo y perdieron algo”, señaló.
A su vez, el analista Óscar Schemel, de la firma Hinterlaces, recalcó que los resultados indican que el “chavismo es una realidad social, cultural y política” en Venezuela. (DPA)
Maduro, que se autoproclamó “protector del pueblo”, espera utilizar esos recursos, además del colchón financiero de los ingresos petroleros y el amigable trato de las instituciones del Estado, para avanzar en su modelo socialista.
El gobernante anunció en la noche del domingo que ahora ampliará su ofensiva económica para bajar la inflación, imponiendo nuevos controles a los precios en los sectores inmobiliario y de alimentos.
Por los resultados electorales, la gestión de siete meses de su gobierno no parece haber sido impactada drásticamente por la inflación, que cerrará este año en cerca de 50 % y el desabastecimiento en los mercados.
Maduro celebró los resultados de las elecciones municipales con una frase: “Los números del Consejo Nacional Electoral (CNE) hablan claramente del caudal de la fuerza de la revolución bolivariana, apenas a siete meses de gobierno del primer presidente chavista en medio de una guerra económica”.
De las 337 alcaldías que estuvieron en disputa el domingo, el oficialismo ganó al menos 210, mientras que la oposición sigue contando un saldo que le dejará más de 58, pero con logros sorprendentes como en la ciudad emblemática de los bolivarianos, Barinas, la tierra natal del fallecido mandatario Hugo Chávez.
Pese al éxito numérico, el oficialismo se lamentaba de que la oposición haya tomado el control de al menos ocho ciudades principales del país, como Valencia, Maracaibo, Maturín, Mérida, San Cristóbal y la alcaldía metropolitana de Caracas, que incluye a cinco municipios, incluyendo al de la capital, y quedó en manos de Antonio Ledezma, apuntalado ahora como el segundo jefe de la oposición después de Henrique Capriles.
Al analizar los resultados, el heredero bolivariano puso el acento en el resumen numérico y en el cómputo del voto nacional, después de que la oposición propusiera a sus partidarios asumir las elecciones locales como un plebiscito sobre el gobierno. En el voto nacional, según el CNE, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ganó con el 44,16 % de los votos, contra el 40,96 de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD).
Maduro recordó que los partidos aliados del PSUV obtuvieron una porción importante, con lo que el voto nacional para el oficialismo alcanza a 49,24 %, contra el 42,72 % de la MUD y sus aliados. Una diferencia de casi siete puntos porcentuales.
“Dijeron que si ellos ganaban en votos, yo tenía que renunciar. Me preguntó qué va a hacer la cúpula de la MUD ante esta derrota”, dijo el mandatario e instó a Capriles a renunciar a la “dirección política de la MUD”.
El gobernante anunció que después de las elecciones continuará su ofensiva contra la guerra económica de la oposición. Las nuevas medidas estarán apoyadas en la Ley sobre Costos, Precios y Ganancias justas, que fue el primer decreto que emitió con los poderes especiales.
A la cadena de elecciones desde 2012, Venezuela se asoma dividida a un 2014 sin consultas populares. En esa línea, Capriles advirtió que el próximo será un año “duro” para el país por los problemas económicos que emergieron y se agravaron en 2013. “Los resultados electorales evidencian un país dividido. Nadie es dueño de Venezuela, el país necesita unidad, diálogo”, dijo a través de su cuenta de Twitter.
Ledezma advirtió que las medidas que ha tomado el gobierno y la “agenda populista le van a costar muy caro a los venezolanos”.
El director de la firma encuestadora Datanalisis, José Antonio Gil, señaló que aunque la oposición salió fortalecida tiene que preguntarse por qué un gobierno con tantos problemas “no pierde arrolladoramente”. “Los dos bandos están en plena sacadera de cuentas para adjudicarse el triunfo. La realidad es que ambos ganaron algo y perdieron algo”, señaló.
A su vez, el analista Óscar Schemel, de la firma Hinterlaces, recalcó que los resultados indican que el “chavismo es una realidad social, cultural y política” en Venezuela. (DPA)