14 Diciembre 2013
EN PRETORIA. El ataúd de Nelson Mandela es retirado por militares. reuters
PRETORIA.- Decenas de miles de personas acudieron a un edificio del gobierno central de Sudáfrica para despedir al héroe antiapartheid Nelson Mandela en el último día de su funeral en Pretoria. Tal era la multitud que quería ver el cuerpo de Mandela en Union Buildings que el Gobierno pidió a otras personas que se mantuvieran alejadas de las instalaciones montadas para que los asistentes pudieran acceder al área. Unas 50.000 personas esperaban en los estacionamientos adyacentes al centro de la ciudad. Hubo momentos de tensión cuando la policía intentó alejar a los asistentes. En uno de los puntos de reunión, la multitud se abrió paso a través de una puerta de metal cuando oficiales intentaron impedir su ingreso. Algunos cayeron al piso y cientos entraron antes de que el orden fuera restablecido. Doloridos por la muerte de su líder y enojados por no poder darle su último adiós, virtualmente se avalanzaron sobre el edificio gubernamental y obligaron a reabrirlo. Filas ondulantes se extendían por kilómetros desde el sitio del Gobierno ubicado en una ladera que mira a la ciudad, en el corazón de la capital. El cuerpo del primer presidente negro de Sudáfrica yacía allí por tercer y último día antes de ser trasladado en avión a la provincia del Cabo Oriental para su funeral el domingo en su casa ancestral en Qunu, a 700 kilómetros al sur de Johannesburgo.
Mandela murió la semana pasada a los 95 años. Al pasar frente al ataúd, algunos se detenían para inclinarse ante el cuerpo dispuesto con una camisa batik color verde y dorado, un estilo que Mandela usaba y lo hizo famoso. Su rostro estaba visible. Su nieto Mandla se sentó al lado del cajón, agradeciendo a las personas que pasaban con una sonrisa. En el calor del verano sudafricano, capellanes militares y médicos entregaban botellas de agua y paquetes de pañuelos.
La enorme asistencia superó por mucho la de los días previos. Unas 21.000 personas despidieron el miércoles a Mandela y unas 39.000 el jueves.
La semana de luto desde la muerte de Mandela el 5 de diciembre ha registrado muestras sin precedentes de emoción hacia un hombre de estado y ganador del Nobel de la Paz, que fue honrado por líderes mundiales. El sepelio en Qunu combinará la pompa militar con rituales funerarios tradicionales del clan xhosa de Mandela. (Reuters-Télam)
Mandela murió la semana pasada a los 95 años. Al pasar frente al ataúd, algunos se detenían para inclinarse ante el cuerpo dispuesto con una camisa batik color verde y dorado, un estilo que Mandela usaba y lo hizo famoso. Su rostro estaba visible. Su nieto Mandla se sentó al lado del cajón, agradeciendo a las personas que pasaban con una sonrisa. En el calor del verano sudafricano, capellanes militares y médicos entregaban botellas de agua y paquetes de pañuelos.
La enorme asistencia superó por mucho la de los días previos. Unas 21.000 personas despidieron el miércoles a Mandela y unas 39.000 el jueves.
La semana de luto desde la muerte de Mandela el 5 de diciembre ha registrado muestras sin precedentes de emoción hacia un hombre de estado y ganador del Nobel de la Paz, que fue honrado por líderes mundiales. El sepelio en Qunu combinará la pompa militar con rituales funerarios tradicionales del clan xhosa de Mandela. (Reuters-Télam)