21 Diciembre 2013
PARA EL TERRENO. Soledad y su novio, Nehemías, piensan en su casa.
Las dos son jóvenes. Las dos pertenecen a la generación de lectores que mantienen por sus padres la tradición de leer LA GACETA en papel y que ahora se suman a la creciente legión de lectores del diario digital. Silvina Adriana Castro (29) y Soledad Rosa Medrano (19) se repartirán $52.500 cada una del pozo de $105.000 de los Números de Oro que había quedado vacante la semana pasada.
“Me faltaba un número desde el martes. Veo por internet, y ahí estaba el número, exclamó Silvina, mientras abrazaba a su hijita Chiara, de dos año. “La tarjeta estaba debajo de una imagen de la Virgencita de Caacupiña, de la que somos devotos”, añadió Sebastián, el esposo de Silvina, que trabaja en el Siprosa.
Soledad, que estudia para ser maestra jardinera, vino a la redacción de LA GACETA con su novio, Nehemías. “No sólo nos cambia el panorama navideño. Nos cambia el futuro”, coincidieron las ganadoras y sus respectivas parejas. “Con lo que ganamos vamos a mejorar la casa (viven en un barrio de Yerba Buena). Y a tomarnos unas vacaciones”, dijeron Silvina, que es empleada de comercio, y su esposo, que trabaja en el Siprosa.
Lo mismo dijeron Soledad y su novio. “Fue todo muy oportuno, porque justo estamos pensando en casarnos. De modo que con este dinero nos vamos a comprar un terreno”, apuntó Soledad, que vive en Lastenia.
“Me faltaba un número desde el martes. Veo por internet, y ahí estaba el número, exclamó Silvina, mientras abrazaba a su hijita Chiara, de dos año. “La tarjeta estaba debajo de una imagen de la Virgencita de Caacupiña, de la que somos devotos”, añadió Sebastián, el esposo de Silvina, que trabaja en el Siprosa.
Soledad, que estudia para ser maestra jardinera, vino a la redacción de LA GACETA con su novio, Nehemías. “No sólo nos cambia el panorama navideño. Nos cambia el futuro”, coincidieron las ganadoras y sus respectivas parejas. “Con lo que ganamos vamos a mejorar la casa (viven en un barrio de Yerba Buena). Y a tomarnos unas vacaciones”, dijeron Silvina, que es empleada de comercio, y su esposo, que trabaja en el Siprosa.
Lo mismo dijeron Soledad y su novio. “Fue todo muy oportuno, porque justo estamos pensando en casarnos. De modo que con este dinero nos vamos a comprar un terreno”, apuntó Soledad, que vive en Lastenia.
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