21 Diciembre 2013
EXULTANTES. A la hora del brindis, los Serranos pedirán que junio de 2014 lo encuentre celebrando el ascenso “santo”. la gaceta / foto de teresa pasquero
El celular le trajo la noticia que esperaba desde hace tiempo. Jorge Serrano volverá a calzarse la camiseta de San Martín. Esto parece una simple formalidad, si tenemos en cuenta el regreso de “Chopy” a La Ciudadela, pero no, no lo es. Porque su vuelta se complementará con un anhelo personal y familiar, de papá Roque: “Chopy” jugará junto a su hermano Rolando en el “santo”.
“Cuando me fui a Quilmes, en mi interior siempre alimenté la ilusión de regresar algún día al club que tantas satisfacciones me dio. Cuando Rolando vino al club, mis ganas se incrementaron. Juro que me cuesta asimilar lo que estoy viviendo en estas últimas horas. Qué más le puedo pedir a la vida. Compartir un vestuario con mi hermano será una de las mayores alegrías que me puede dar este deporte que tanto amo”, manifestó Jorge, que ayer se realizó la revisión médica, el paso previo para formalizar su vínculo por los próximos 6 meses con la entidad ubicada en Bolívar y Pellegrini.
Que Jorge y Rolando jueguen en San Martín le simplificará la cosa a Don Roque, que en la década del 80 vistió las camisetas de San Juan y Jorge Newbery, entre otros equipos. “Recuerdo que cuando volvíamos a casa, nos juntábamos a charlar de fútbol y mi viejo era muy autocrítico sobre nuestros rendimientos. El haber jugado en el puesto que nosotros heredamos, facilitaba la conversación. Hoy, a la luz de los hechos, toda la vida le vamos estar agradecidos por los conceptos que nos inculcó”, dijo Jorge, mientras Rolando asentía con la cabeza.
A “Chopycito”, como ahora pasará llamarse Rolando, todavía le cuesta creer lo que está viviendo y que lo quiere compartir con la familia. “Es el mejor regalo de Navidad que nos podrían haber dado. Este momento lo soñé desde el mismo momento que llegué al club. Sabía que algún día se me iba a cumplir, por las ganas que tenía Jorge de volver”, dijo Rolando, que está cerrando un 2013 inolvidable, redondito.
Oficialmente, los Serrano nunca pudieron darse el gusto de jugar juntos. Por esa razón se desviven por hacerlo en la reanudación del Argentino A , el 26 de enero ante a Juventud Unida de Gualeguaychú.
“Las únicas veces que jugamos juntos fue en los picados que organizábamos en la cancha de Los Vallistos para navidad y año nuevo. Era una linda oportunidad para despuntar el vicio y agradecerle a Dios por todo lo que nos dio durante el año”, expresó un exultante “Chopycito”.
Cuando se le consultó a Jorge cómo formalizado el vínculo con San Martín, el central comentó: “la buena voluntad que mostraron los directivos de Quilmes, club que es dueño de mi pase, facilitó las cosas. Sueño que mi vuelta coincida con el ascenso de San Martín a la B Nacional. Que junio de 2014 nos encuentre celebrando. Más no puedo pedir”, aseguró.
“Cuando me fui a Quilmes, en mi interior siempre alimenté la ilusión de regresar algún día al club que tantas satisfacciones me dio. Cuando Rolando vino al club, mis ganas se incrementaron. Juro que me cuesta asimilar lo que estoy viviendo en estas últimas horas. Qué más le puedo pedir a la vida. Compartir un vestuario con mi hermano será una de las mayores alegrías que me puede dar este deporte que tanto amo”, manifestó Jorge, que ayer se realizó la revisión médica, el paso previo para formalizar su vínculo por los próximos 6 meses con la entidad ubicada en Bolívar y Pellegrini.
Que Jorge y Rolando jueguen en San Martín le simplificará la cosa a Don Roque, que en la década del 80 vistió las camisetas de San Juan y Jorge Newbery, entre otros equipos. “Recuerdo que cuando volvíamos a casa, nos juntábamos a charlar de fútbol y mi viejo era muy autocrítico sobre nuestros rendimientos. El haber jugado en el puesto que nosotros heredamos, facilitaba la conversación. Hoy, a la luz de los hechos, toda la vida le vamos estar agradecidos por los conceptos que nos inculcó”, dijo Jorge, mientras Rolando asentía con la cabeza.
A “Chopycito”, como ahora pasará llamarse Rolando, todavía le cuesta creer lo que está viviendo y que lo quiere compartir con la familia. “Es el mejor regalo de Navidad que nos podrían haber dado. Este momento lo soñé desde el mismo momento que llegué al club. Sabía que algún día se me iba a cumplir, por las ganas que tenía Jorge de volver”, dijo Rolando, que está cerrando un 2013 inolvidable, redondito.
Oficialmente, los Serrano nunca pudieron darse el gusto de jugar juntos. Por esa razón se desviven por hacerlo en la reanudación del Argentino A , el 26 de enero ante a Juventud Unida de Gualeguaychú.
“Las únicas veces que jugamos juntos fue en los picados que organizábamos en la cancha de Los Vallistos para navidad y año nuevo. Era una linda oportunidad para despuntar el vicio y agradecerle a Dios por todo lo que nos dio durante el año”, expresó un exultante “Chopycito”.
Cuando se le consultó a Jorge cómo formalizado el vínculo con San Martín, el central comentó: “la buena voluntad que mostraron los directivos de Quilmes, club que es dueño de mi pase, facilitó las cosas. Sueño que mi vuelta coincida con el ascenso de San Martín a la B Nacional. Que junio de 2014 nos encuentre celebrando. Más no puedo pedir”, aseguró.
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Jorge Serrano