El mundo reza por él

Pilotos y fanáticos expresaron su conmoción por el grave accidente que sufrió el ex campeón

“TIFOSI”. Una multitud de fanáticos, sobre todo de Ferrari, se instaló en las puertas de la clínica para acompañar a “Schumi”. reuters “TIFOSI”. Una multitud de fanáticos, sobre todo de Ferrari, se instaló en las puertas de la clínica para acompañar a “Schumi”. reuters
31 Diciembre 2013

Gerd Roth - DPA

FRANCIA.- Amigos, aficionados y personas cercanas a Michael Schumacher viajaron a Grenoble en las últimas horas para arropar al ex campeón de Fórmula 1. El alemán continúa en estado muy crítico tras el accidente de esquí que sufrió el domingo, cuando su cabeza chocó contra una roca en los Alpes franceses.

A medida que el estado de salud del símbolo del motor empeoraba, el número de seguidores aumentaba en la puerta de la clínica. La mayoría llegó con gorros y banderas de Ferrari, escudería con la que el legendario alemán ganó cinco de sus siete títulos mundiales.

Los hermanos Karim y Wael Kourani, del Líbano, aseguraron que en su país le dicen Schumacher a todo aquél que sabe conducir bien. “No puedo describir lo triste que estoy”, señaló Filip Flis, un polaco que estudia en Grenoble y que siguió desde 2002 todas las carreras del heptacampeón.

No obstante, dado el delicado estado de salud del ex piloto, el acceso es muy restringido, y sólo sus familiares más cercanos puede estar con él. “Nos gustaría pedir a los medios de comunicación que respeten nuestra privacidad y la de nuestros amigos. Agradecemos todo su apoyo”, expresó su familia en un comunicado.

Los pronósticos sobre la evolución de “Schumi” son reservadísimos, aunque hay algo seguro: el casco le salvó la vida. “Cualquier otra persona que hubiera sufrido este accidente sin casco no hubiera sobrevivido. Eso está claro”, aseguraron los médicos. El diagnóstico es traumatismo craneoencefálico grave.

“No podemos hablar sobre las posibilidades de supervivencia. Su situación vital está muy comprometida en cuanto a sus síntomas vitales (...) Es un estado muy, muy crítico y serio. Podríamos decir que está luchando por su vida”, concluyeron quienes tienen en sus manos la vida del, para muchos, mejor piloto de la historia.

Schumacher se encuentra en coma inducido, una suerte de “sueño” provocado con medicamentos para aliviar el dolor en los pacientes que sufren accidentes graves. Así, mientras lucha por sobrevivir, el mundo entero reza para que lo logre.

FRANCIA.- Por tratarse del dueño de la mayoría de los récords de la Fórmula 1, el accidente de Michael Schumacher conmocionó al mundo entero, como hace poco lo hizo la muerte del actor Paul Walker en un accidente automovilístico. Pero el del alemán es sólo uno más entre muchos casos de adicción a la adrenalina.

En efecto, tras ganar 91 Grandes Premios corriendo a 300 kilómetros por hora (sufriendo varios accidentes), también se lesionó el cuello al caerse de una moto en el circuito de Murcia. Sin escarmentar, probó también el esquí, deporte en el que se puede alcanzar los 100 kilómetros por hora sin más protección que un casco.

Similar adicción sentía Rubén Luis Di Palma, quien tras confesar que le divertía pasar por debajo de los puentes carreteros con su ultraliviano, falleció al caer el helicóptero que piloteaba. El francés Patrick Depailler se estrelló contra una montaña en 1979 rompiéndose ambas piernas. Al año siguiente murió al chocar contra un guard rail en Alemania. Su compatriota Didier Pironi se estrelló con su Ferrari en 1982 y pidió que no le amputaran las piernas. Cinco años más tarde, murió sobre una moto de agua. (DyN-Especial)

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