La cuarta fue la vencida para Correa

Siempre hay un dicho a mano. Para Nicolás Correa, no funcionó aquello de “la tercera es la vencida”, pero sí lo de “persevera y triunfarás”. En su cuarta participación en el Pre Cosquín, ganó en la categoría de bailarín de malambo solista, y estará esta noche sobre el Atahualpa Yupanqui, viviendo un sueño.

Su llegada al festival máximo del folclore fue accidentada. Cuando se compitió en la subsede Banda del Río Salí (su lugar natal y donde enseña en la academia “Los arrieros”), estaba en Nueva York, actuando con el elenco del espectáculo “Che malambo”. Volvió y debió viajar a Río Tercero, donde quedó seleccionado para las finales. “Fuimos alrededor de 500 competidores, y llegamos a un desempate sólo cuatro, en contrapunto de malambo, mano a mano y en dos vueltas. Siempre me tuve mucha fe y fui el último en el turno; cuando ví a los otros, ahí me sentí ganador”, recuerda.

Aún antes de presentarse ante el público de la Próspero Molina, Correa ya siente los cambios en su vida. “Me llamaron de Neuquén para dar un curso y ya me contrataron para varios festivales. Éste es un título al que pocos llegan y que no te lo saca nadie, un reconocimiento que no te lo da ninguna fiesta. Valen la pena el sacrificio y el esfuerzo, porque me entrené toda la vida para lograr ésto. La vengo peleando, y me faltaba este triunfo”, admitió.

El bailarín valora más su consagración en Cosquín que su participación en el elenco de “Che malambo”, con el cual conoció Francia y Estados Unidos. “Me incorporé a la compañía en diciembre de 2011, luego de una selección de dos meses entre 80 personas. En el extranjero se reconoce mucho nuestro arte, y el público es muy respetuoso. Se volvían locos con los solos de zapateo y ahora se está programando una nueva temporada en Europa. Espero que me llamen en un par de meses para volver a viajar”, finalizó.