Tierra de diatomeas, una solución productiva

La llamada tierra de diatomeas está considerada como un insumo que puede resolver gran parte de los problemas de sanidad animal y vegetal en los actuales sistemas productivos, reemplazando al abuso del uso de agroquímicos y ayudando al cuidado del medio ambiente. Así lo afirma Enrique Pérez Antich, profesional que se encuentra ensayando con este producto en diferentes cultivos de la región.

La tierra de diatomeas está compuesta por algas unicelulares microscópicas que viven en aguas de ríos o mar formando parte del fitoplancton.

Una gran cantidad de estas algas se fosilizaron hace mas de 30 millones de años, generando acumulaciones que se ponen al descubierto con la emergencia de la cordillera de los Andes.

El silicio, como óxido, es el componente básico de la tierra de diatomeas, o que hace que el uso de este producto entregue al cultivo todos los beneficios que aporta el silicio para el cumplimiento de los ciclos biológicos.

La diatomea es un insecticida natural formado por partículas huecas con carga eléctrica negativa, que genera la atracción de los insectos, perforando su cobertura quitinosa por una acción físico-mecánica que produce la deshidratación y muerte del insecto.

Este producto es ideal para la producción orgánica de diferentes cultivos debido a su alta inocuidad y su alta disponibilidad de micronutrientes, indispensable para el crecimiento y desarrollo de las plantas cultivadas. Posee 38 oligoelementos que favorecen el equilibrio fisiológico de los vegetales, mejora el desarrollo radicular, ayuda a la textura de los suelos y hace un importante aporte de hierro para la fotosíntesis.

Los ensayos

“Realmente los ensayos que ya existen confirman todos estos beneficios en el uso de las diatomeas” expresa el profesional.

“Existen informes de diferentes trabajos e investigaciones realizadas con varios tipos de aplicación como en granos almacenados, en el control de insectos, bacterias y hongos en distintos cultivos, en el control de parasitosis y plagas externas en la producción animal y hay muy buenos resultados en el apoyo nutricional de las plantas”, añadió.

Por ejemplo, en caña de azúcar hay resultados muy buenos en el uso de las diatomeas para aplicar en la semilla para plantación.

Se ha probado también para el control de mocis latipes o “gusano cuarteador” (foto) con un efecto casi inmediato.

En fertilizaciones en caña de azúcar tiene efectos muy positivos por la incorporación de silicio, que hace las tierras de diatomeas al suelo beneficiando al cultivo en cuanto al crecimiento, resistencia a enfermedades y estrés ambientales. Estimula el alargamiento celular provocando el engrosamiento y el estiramiento de los tallos con el consecuente aumento de la producción.

Para la producción de palta, a través de varios ensayos, se está proponiendo el uso de la tierra de diatomeas para disminuir el uso de fungicidas, ya que los ensayos demuestran que el silicio sirve para el control de “antracnosis” en poscosecha de la variedad Hass.

En cítricos, garantiza los incrementos notables en calidad y sanidad, evita el aborto de cuajos y protege a los frutos de ataques de enfermedades como “antracnosis”, “sarna”, “melanosis”, “mancha negra” y “podredumbre marrón”.

“Además, es muy usado en tratamiento de pre y poscosecha de frutas para el control de enfermedades poscosecha como penicilum”, afirmó.

En cultivos como soja, garbanzo, poroto, maíz y trigo, posibilitan incrementos de rendimiento importantes debido a los efectos que tiene en el control de plagas y enfermedades.

La tierra de diatomeas es clasificada por la FDA (Departamento de Drogas y Alimentos de EEUU) como GRAS (Producto seguro y sin toxicidad alguna), por lo que puede ser usado sin carencia aun en plena cosecha.

“Realmente los usos de este producto totalmente natural son muchos y el productor debe conocer sus beneficios”, finalizó Pérez Antich.