24 Febrero 2014
EN ESCENA. Christine Lagarde, del FMI, reapareció en la cumbre del G20. reuters
SIDNEY.- Los ministros de Finanzas de las 20 principales economías del mundo (G20) acordaron ayer en su cumbre en Sidney medidas para aumentar en un 2% más el crecimiento global en los próximos cinco años.
“Siendo realistas, estas políticas podrían implicar dos billones de dólares más de actividad económica global y decenas de miles de nuevos empleos”, afirmó el ministro australiano, Joe Hockey, al cierre del encuentro de representantes de Economía y jefes de bancos centrales.
El bloque pidió asimismo que se desarrolle un modelo único para el intercambio automático de información fiscal, lo que permitirá combatir la evasión.
“Las ganancias deben pagar impuestos donde se producen las actividades económicas que producen los beneficios y donde se crea el valor”, señala la declaración final, que pide que a finales del año próximo el intercambio de información sea automático. “Tomaremos medidas ambiciosas pero realistas”, subraya el comunicado.
Las medidas concretas se adoptarán en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de noviembre en Brisbane. Según transcendió, se fomentará la competencia, se aumentará la liberalización del comercio y se mejorará el clima de inversiones, sobre todo para proyectos de infraestructura y pequeñas y medianas empresas.
“Cuando miramos el mundo vemos una recuperación pero aún es débil, la demanda no es lo suficientemente fuerte”, señaló el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew. “Por eso, la decisión de Sydney de centrarse en el crecimiento es tan significativa”.
Los países emergentes finalmente no manifestaron de forma abierta sus críticas a la política monetaria de Estados Unidos, que está retirando los estímulos a la economía y ha provocado tensiones en los mercados extranjeros. Antes de la cumbre estas economías habían pedido una mejor coordinación a Washington, pero finalmente rubricaron la declaración final, en la que se afirma que todo el mundo se beneficia de la normalización de la política monetaria en los países industrializados.
En el texto se destaca sin embargo que cada nuevo paso será analizado en profundidad y comunicado de manera clara, teniendo en cuentas las consecuencias para la economía mundial. También que el dinero barato sigue siendo necesario en muchos países ricos, pero que a largo plazo hay que acabar con esa política.
Los emergentes pidieron cautela en la retirada de los estímulos a la nueva presidenta de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, Janet Yellen, que acudió en Sydney a su primer encuentro internacional de ministros de Finanzas desde su nombramiento.
Intercambio de datos
La política ayudó inicialmente a las economías emergentes porque fluyó a sus territorios capital barato, pero la retirada de estos fondos está causando turbulencias ahora en sus mercados y presiona sus monedas. “Comunicaremos de forma consistente nuestras acciones unos a otros y a la opinión pública, y seguiremos cooperando para abordar los efectos secundarios en otros países y para garantizar la efectividad de las redes de seguridad globales”, indica la declaración final.
Pero, también subraya que algunos países, que no menciona de forma explícita, no se habían preparado de manera adecuada para el final del dólar barato.
Se espera que el acuerdo para evitar la evasión de impuestos esté listo para su firma en Brisbane. El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, que calificó de muy positiva la cumbre, subrayó que todos los miembros del G20 tienen que contribuir de igual forma al intercambio de información.
También se avanza en la regulación de los mercados financieros, “lo que no quiere decir que sea el final de las regulaciones financieras”, añadió el ministro germano.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que supervisa la situación en los países más ricos, llamó a aprobar nuevas leyes que impidan el auge de los paraísos fiscales, hacia donde no es ilegal desviar las ganancias para pagar menos impuestos.(DPA)
“Siendo realistas, estas políticas podrían implicar dos billones de dólares más de actividad económica global y decenas de miles de nuevos empleos”, afirmó el ministro australiano, Joe Hockey, al cierre del encuentro de representantes de Economía y jefes de bancos centrales.
El bloque pidió asimismo que se desarrolle un modelo único para el intercambio automático de información fiscal, lo que permitirá combatir la evasión.
“Las ganancias deben pagar impuestos donde se producen las actividades económicas que producen los beneficios y donde se crea el valor”, señala la declaración final, que pide que a finales del año próximo el intercambio de información sea automático. “Tomaremos medidas ambiciosas pero realistas”, subraya el comunicado.
Las medidas concretas se adoptarán en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de noviembre en Brisbane. Según transcendió, se fomentará la competencia, se aumentará la liberalización del comercio y se mejorará el clima de inversiones, sobre todo para proyectos de infraestructura y pequeñas y medianas empresas.
“Cuando miramos el mundo vemos una recuperación pero aún es débil, la demanda no es lo suficientemente fuerte”, señaló el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew. “Por eso, la decisión de Sydney de centrarse en el crecimiento es tan significativa”.
Los países emergentes finalmente no manifestaron de forma abierta sus críticas a la política monetaria de Estados Unidos, que está retirando los estímulos a la economía y ha provocado tensiones en los mercados extranjeros. Antes de la cumbre estas economías habían pedido una mejor coordinación a Washington, pero finalmente rubricaron la declaración final, en la que se afirma que todo el mundo se beneficia de la normalización de la política monetaria en los países industrializados.
En el texto se destaca sin embargo que cada nuevo paso será analizado en profundidad y comunicado de manera clara, teniendo en cuentas las consecuencias para la economía mundial. También que el dinero barato sigue siendo necesario en muchos países ricos, pero que a largo plazo hay que acabar con esa política.
Los emergentes pidieron cautela en la retirada de los estímulos a la nueva presidenta de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, Janet Yellen, que acudió en Sydney a su primer encuentro internacional de ministros de Finanzas desde su nombramiento.
Intercambio de datos
La política ayudó inicialmente a las economías emergentes porque fluyó a sus territorios capital barato, pero la retirada de estos fondos está causando turbulencias ahora en sus mercados y presiona sus monedas. “Comunicaremos de forma consistente nuestras acciones unos a otros y a la opinión pública, y seguiremos cooperando para abordar los efectos secundarios en otros países y para garantizar la efectividad de las redes de seguridad globales”, indica la declaración final.
Pero, también subraya que algunos países, que no menciona de forma explícita, no se habían preparado de manera adecuada para el final del dólar barato.
Se espera que el acuerdo para evitar la evasión de impuestos esté listo para su firma en Brisbane. El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, que calificó de muy positiva la cumbre, subrayó que todos los miembros del G20 tienen que contribuir de igual forma al intercambio de información.
También se avanza en la regulación de los mercados financieros, “lo que no quiere decir que sea el final de las regulaciones financieras”, añadió el ministro germano.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que supervisa la situación en los países más ricos, llamó a aprobar nuevas leyes que impidan el auge de los paraísos fiscales, hacia donde no es ilegal desviar las ganancias para pagar menos impuestos.(DPA)
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