Si falta “magia” en San Martín, que no se note

El equipo debe resolver la ausencia del volante Albano Becica.

UNA OPCIÓN. Méndez es el reemplazante natural de Becica, como enganche. UNA OPCIÓN. Méndez es el reemplazante natural de Becica, como enganche.
25 Febrero 2014
Que sobraron llegadas pero faltó la estocada final; que el rival se metió atrás, que no hubo suerte... Las coartadas para el “no” triunfo de San Martín el domingo pueden ser tan válidas como justificadas, pero lo que no se puede ocultar es que al equipo le faltó el toque del distinto. El cambio de ritmo con gambetas que pone Albano Becica a la hora de comandar un ataque; o incluso esa pegada exquisita que ya supo darle el triunfo cuando los delanteros no encontraron el arco.

Pero el “10” no está. Desgarrado en su cuádriceps derecho, el saldo negativo del triunfo clave sobre Guaraní, Albano vio el empate sin goles desde la tribuna, el mismo lugar desde donde lo extrañaron todos. “A él se lo extraña fuera en todo momento. Es una pena muy grande que no esté en el equipo en este momento porque es el que te da otras cosas, siempre sale con algo diferente”, sostuvo Augusto Max sin ocultar realidades.

Los hinchas hicieron sentir la importancia del ausente, y pese a sus razones, el mismo “Jefecito” se refirió a la mentalidad que hoy por hoy debe tener un grupo candidato como San Martín: “un equipo no puede depender de nadie sino tratar de que cada uno cumpla su función en lo que pida el técnico. Y generar juego en base a juego”.

Al mismo tiempo el cordobés continúa su recuperación con sesiones de cámara hiperbárica, una modalidad de oxigenoterapia que acelera los procesos de recuperación (algo a lo que el mismísimo Radamel Falcao recurre para llegar a Brasil 2014, pese a su rotura de ligamentos cruzados). La idea en La Ciudadela es no apurar a Becica, pero si el equipo no vence a Tiro Federal y llega complicado a la fecha final en Salta, contra Gimnasia, entonces probará al enganche.

“Acá todos son importantes”, avisa Diego Pave, que partido a partido tiene una vista privilegiada del juego que despliegan sus compañeros. Si falta magia que no se note, pide el arquero: “más allá de que Albano venía jugando, ya que lo estaba haciendo bien, y de la pegada que tiene, algo con lo que puede desequilibra un partido, debemos reemplazarlo de la mejor manera posible”.

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