“El trabajo de los curas villeros no es ideológico sino apostólico”

Francisco dio una entrevista a una radio comunitaria. ¿Qué ocurre en Tucumán?

HOMENAJE EN EL BARRIO BAJO FLORES. Un momento de la misa en la parroquia Madre del Pueblo. telam HOMENAJE EN EL BARRIO BAJO FLORES. Un momento de la misa en la parroquia Madre del Pueblo. telam
15 Marzo 2014
El papa Francisco reivindicó la tarea de los sacerdotes en los barrios pobres. “El trabajo que hacen los curas en las villas en Buenos Aires no es ideológico, es apostólico, y por lo tanto forman parte de una misma Iglesia. Los que piensan que es otra Iglesia no entienden cómo se trabaja en las villas de emergencia”, le dijo Francisco a una radio comunitaria de la villa porteña 1-11-14, que lo entrevistó hace 15 días con motivo de su primer año de pontificado.

Bajo el tinglado de la humilde parroquia Madre del Pueblo del barrio de Bajo Flores, los vecinos aplaudieron el video que lleva como título “El Papa de los villeros habla al pueblo”. Se vio a un Francisco sonriente que respondió a preguntas sobre los pobres, los curas villeros, la educación y los presos. Ese mismo video se difundirá el miércoles en la Universidad Católica Argentina (UCA), en Puerto Madero.

Curas tercermundistas

En la entrevista, el periodista le preguntó sobre la obra de los sacerdotes que trabajaron en las villas en las décadas 60 y 70, como Rodolfo Ricciardelli, Jorge Vernazza y Carlos Mugica. “Algunos dicen que son curas comunistas. No. Éstos eran grandes sacerdotes que luchaban por la justicia”, corrigió Francisco.

Recordó que esos religiosos, muchos de los cuales integraban el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, fueron muy cuestionados por sectores conservadores o tradicionalistas de la Iglesia en la Argentina. “Estos sacerdotes eran hombres que rezaban, hombres que escuchaban al pueblo de Dios, hombres que enseñaban el catecismo y que luchaban por la justicia”, explicó. La justicia es un valor evangélico”, explicó, según La Nación.com.

“Son hombres que sufrieron mucho. Por ahí se equivocaron, o no, porque todos nos equivocamos en alguna cosita, pero su trabajo, su inspiración, no estaba equivocada”, remarcó.

Es la primera vez que el Papa concede una entrevista a una radio comunitaria. La conversación se grabó en la residencia vaticana de Santa Marta.

Las villas de Tucumán

“En Tucumán no tenemos curas villeros porque los sacerdotes no viven dentro de las villas, como en Buenos Aires. Sí tenemos capillas en villas donde los sacerdotes vamos a ofrecer nuestro servicio”, explica monseñor Melitón Chávez, de la Pastoral Social de la Arquidiócesis y a la vez de la parroquia El Salvador. Una de las capillas de su jerisdicción está ubicada en el marginal barrio Costanera.

“En Tucumán las villas son pequeñas y tenemos pocos sacerdotes, no se justifica destinar uno especial para cada villa. Lo que hacemos es trabajar en las capillas que están dentro de esos barrios humildes. En cambio en Buenos Aires las villas son muy grandes y densamente pobladas, entonces se justifica que tenga un sacerdote”, señala el religioso.

“En las capillas servimos con los sacramentos y con la catequesis. Esto es lo que llamamos pastoral popular y es lo que impulsan el Papa, a nivel universal, y el ‘Padre Pepe’ de las villas de Buenos Aires. Nosotros no vivimos en las villas sino en una parroquia y acudimos a las capillas con mayor o menor frecuencia según las actividades religiosas y otros servicios de promoción social o prevención de adicciones que realicemos, a veces en coordinación con instituciones del medio”, remarcó el padre Chávez.

La integración

También hay otro aspecto que nos diferencia con la pastoral porteña: el trabajo en la integración de todos los fieles de la jurisdicción parroquial, tanto de los barrios humildes como de clases más altas.

“La presencia del sacerdote genera una mayor participación de la gente, pero también el desafío de achicar las distancias entre los barrios. Muchas veces los vecinos de las zonas más pobres están marginados por la clase media que se cuida de ellos, esta distancia se ha agrandado mucho en los últimos tiempos por la inseguridad. Entonces, la cuestión es integrar. Por eso es que las reuniones parroquiales, donde van vecinos de todos los barrios, se las realiza en distintas capillas para generar esa integración y que nadie se sienta excluido. Este valor de la cercanía es uno de los que tanto nos enseña el papa Francisco con su ejemplo”, señala.

La Fazenda

Una oportunidad para integrarse es el Camino de la Esperanza. Esta instancia de la Fazenda de la Esperanza está conformada por distintos grupos de “Esperanza Viva” que hacen el acompañamiento y la acogida a las familias de los chicos con problemas de adicciones. Estos grupos están distribuidos en toda la provincia. La del centro funciona en la sede de Cáritas, San Lorenzo 441, los jueves a las 20, y en Yerba Buena, los martes a las 20 en el colegio El Salvador. Participar como voluntario en una de ellas es ir a buscar al hermano en las fronteras, como pide el Papa Francisco.

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