Rial, Marianela y la intimidad trucha

El escándalo que protagonizaron Jorge Rial y Marianela Mirra por la difusión de mensajes de Whatsapp que revelaban un flirteo virtual se ganó la audiencia; la pareja del conductor -Loly Antoniale- abandonó el hogar. ¿Infidelidad, extorsión o puesta en escena?

EXPOSICIÓN. El intercambio de mensajes entre Marianela y Rial - que casi lloró en cámara- habría sido difundido por un “amigo de Marianela”. EXPOSICIÓN. El intercambio de mensajes entre Marianela y Rial - que casi lloró en cámara- habría sido difundido por un “amigo de Marianela”.
30 Marzo 2014
Si en los años 70 el artista plástico Andy Warhol sonó a visionario cuando acuñó la frase “En el futuro todos tendrán sus 15 minutos de fama”, en estos tiempos de redes sociales esa reflexión se ha vuelto consigna. El viernes, la tucumana Marianela Mirra volvió a dar que hablar, cuando un twittero “amigo” (@theonlymuppet) subió a su cuenta de Twitter el contenido de un Whatsapp en el que la ex “Gran Hermano” flirteaba con Jorge Rial. Resultado: la pareja de Rial, la “Niña Loly”, dio por terminado también por Twitter el romance con el conductor de “Intrusos” -que casi lloró en cámara, admitiendo su “desquiciado jueguito histérico” y acusando a Mirra de “extorsionadora”- y se refugió en la casa paterna, en Córdoba. Los pasillos dicen que la exposición pública del contenido del Whatsapp fue una venganza de Mirra, ante la marcha atrás de Rial en su invitación inicial a incorporarla al elenco de “Intrusos”. Los mismos pasillos rumorean que fue “la niña Loly”, en un arranque de celos, la que le bajó el pulgar a la llegada de Mirra al panel de chismosos.

Lo cierto es que el “caso Rial - Mirra” copó la agenda mediática nacional; y la gran mayoría de las opiniones que se volcaron en la cuenta de @theonlymuppet (que pasó de 900 seguidores a ¡12.000! en menos de un día) apuntaron contra el chimentero. Sin defender a Mirra, la síntesis fue que Rial había tomado esta vez de su propia cicuta. Y la discusión pública se centró en dos ejes: ¿chatear es ser infiel? (ver nota “Una promesa....”) y ¿es el chat prueba jurídica en caso eventual de divorcio? (ver “Equiparable a la correspondencia”).

¿Por qué pegó tanto el affair Rial - Mirra? La doctora en Letras Gabriela Palazzo, que ha investigado en la UNT discurso del chat, saca a la luz el concepto de “extimidad”, que desarrolla la antropóloga Paula Sibila en “La intimidad como espectáculo”, como propio de estos tiempos. “Es la extimidad, algo así como hacer externa la intimidad”, destaca Palazzo.

“No sabemos si lo han armado al espectáculo; y si esto ocurrió entre dos sujetos supuestamente en una conversación íntima, se rompe ese pacto; es la perversión de ponerlo a la luz sin que el otro haya pactado lo mismo”, opina Palazzo.

Puesta en escena

Sin embargo, también analiza el culebrón desde otra perspectiva: “son actores que están actuando un papel, que es destacado por los medios de comunicación, que construyen la noticia. Hay un suceso que es contado”, apunta.

En la charla con LA GACETA, recuerda aquella vez en la que la escuchó a la actriz Ana María Campoy reflexionar acerca del gusto de la gente por el morbo. Era el monento de la muerte de Rodrigo. “Y ella respondía que eso es más viejo que el mundo; que cuando Shakespeare ponía en escena sus tragedias excesivas, iba todo el mundo. Es el espectáculo del supuesto sufrimiento. Todo esto tiene mucho del texto ficcional del melodrama, de la puesta en escena; y hay un pacto de verosimilitud entre el público y los actores”, expresa la doctora Palazzo.

¿Y si no sabemos, como en este caso, si hubo un acuerdo entre Rial y Mirra? “Hay que saber que todos pactamos con el medio con el que estamos interactuando; y con el género con el que estamos interactuando; el chat son actos de interacción; si estoy chateando con alguien a través de mi celular, debo saber que a esa conversación la puede replicar el otro. A la conversación por chat no se la lleva el viento, sin llegar a ser paranoicos, debemos tener conciencia de que todos los mensajes dejan huellas”.

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