29 Abril 2014
TRAS LAS REJAS. El guía está acusado junto a más de 600 seguidores de atacar una Comisaría en 2013. CAPTURA DE VIDEO/ ALJAZEERA.COM
EL CAIRO.- El guía supremo de Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, y otros 682 simpatizantes y miembros de ese movimiento islamista egipcio fueron condenados a muerte por un ataque perpetrado contra una comisaría en 2013, lo que se transformó en el mayor proceso multitudinario celebrado en el país. El tribunal de la ciudad de Menia conmutó también la pena de muerte impuesta en marzo a 492 acusados por cadena perpetua y ratificó la pena capital para los otros 37.
Conocido el fallo, familiares y amigos de los condenados estallaron en llanto y gritos alrededor del edificio del tribunal, al tiempo que se produjeron desmayos masivos que por momentos hicieron tambalear el fuerte operativo de seguridad montado en torno al edificio judicial.
Estos casos y la celeridad con la que los jueces adoptaron la decisión, provocó una ola de críticas de grupos defensores de derechos humanos y de Naciones Unidas.
Cada juicio se completó en cuestión de horas y los tribunales impidieron que los abogados defensores presentaran sus alegatos, denunció la ONG Human Rights Watch (HRW).
La mayoría de los acusados fueron juzgados en ausencia, pues sólo 70 de los condenados están bajo custodia de las autoridades.
Un observador del juicio perteneciente a la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI), comentó que el juez Said Yussif parecía “furioso” durante la audiencia..
Yussif se limitó a leer las condenas y no dio ninguna explicación de por qué había conmutado la mayoría de las sentencias a muerte del anterior juicio, comentó Mohammed al Massiri. La prensa tenía prohibido asistir a la sala.
Las condenas pueden ser apeladas y además, las penas de muerte tienen que ser confirmadas por el gran muftí, la máxima autoridad religiosa de Egipto.
El pasado mes de marzo, Navi Pillay, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó los juicios masivos contra simpatizantes de Hermanos Musulmanes y aseguró que incumplían el derecho internacional humanitario.
Las autoridades egipcias aumentaron sus acciones contra los Hermanos Musulmanes desde el golpe de Estado, que acabó con el mandato del anterior presidente del país, Mohamed Mursi, el 3 de julio de 2013, y tras la declaración de la Hermandad Musulmana como “organización terrorista”, decretada a fines de ese año.
Los seguidores de Mursi salieron a las calles en todo el país contra el golpe de Estado contra el primer presidente elegido democráticamente en Egipto. La violenta represión contra sus campamentos de protesta en El Cairo y Alejandría por parte de las fuerzas de seguridad provocó más de mil muertos. Ahora, Egipto se encamina a unas elecciones para elegir nuevo presidente, en medio de un clima de tensión e incertidumbre. (Télam-DPA-especial))
Conocido el fallo, familiares y amigos de los condenados estallaron en llanto y gritos alrededor del edificio del tribunal, al tiempo que se produjeron desmayos masivos que por momentos hicieron tambalear el fuerte operativo de seguridad montado en torno al edificio judicial.
Estos casos y la celeridad con la que los jueces adoptaron la decisión, provocó una ola de críticas de grupos defensores de derechos humanos y de Naciones Unidas.
Cada juicio se completó en cuestión de horas y los tribunales impidieron que los abogados defensores presentaran sus alegatos, denunció la ONG Human Rights Watch (HRW).
La mayoría de los acusados fueron juzgados en ausencia, pues sólo 70 de los condenados están bajo custodia de las autoridades.
Un observador del juicio perteneciente a la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI), comentó que el juez Said Yussif parecía “furioso” durante la audiencia..
Yussif se limitó a leer las condenas y no dio ninguna explicación de por qué había conmutado la mayoría de las sentencias a muerte del anterior juicio, comentó Mohammed al Massiri. La prensa tenía prohibido asistir a la sala.
Las condenas pueden ser apeladas y además, las penas de muerte tienen que ser confirmadas por el gran muftí, la máxima autoridad religiosa de Egipto.
El pasado mes de marzo, Navi Pillay, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó los juicios masivos contra simpatizantes de Hermanos Musulmanes y aseguró que incumplían el derecho internacional humanitario.
Las autoridades egipcias aumentaron sus acciones contra los Hermanos Musulmanes desde el golpe de Estado, que acabó con el mandato del anterior presidente del país, Mohamed Mursi, el 3 de julio de 2013, y tras la declaración de la Hermandad Musulmana como “organización terrorista”, decretada a fines de ese año.
Los seguidores de Mursi salieron a las calles en todo el país contra el golpe de Estado contra el primer presidente elegido democráticamente en Egipto. La violenta represión contra sus campamentos de protesta en El Cairo y Alejandría por parte de las fuerzas de seguridad provocó más de mil muertos. Ahora, Egipto se encamina a unas elecciones para elegir nuevo presidente, en medio de un clima de tensión e incertidumbre. (Télam-DPA-especial))