02 Mayo 2014
EN SLAVIANSK. Un rebelde prorruso custodia un puesto de control. reuters
MOSCÚ/WASHINGTON.- El presidente interino de Ucrania, Alexander Turchinov, admitió haber perdido el control en partes del este del país, donde separatistas prorrusos armados continuaron su avance y tomaron bajo su poder nuevos edificios públicos en las ciudades de Lugansk y Gorlovka.
Turchinov señaló que el gobierno de Kiev ya no controla las regiones de Lugansk y Donetsk. “Ahora la principal labor es evitar que los terroristas controlen otras regiones”, sostuvo en un encuentro de gobernadores. Además, acusó a las fuerzas de seguridad de no cumplir su deber. “Los vigilantes del orden que traicionaron a Ucrania y colaboran con terroristas serán llevados ante la Justicia”, aseguró.
El gobierno ucraniano quiere realizar un referéndum sobre la unidad territorial del país el 25 de mayo, el mismo día de las elecciones presidenciales. El gabinete presentará ante el Parlamento un proyecto de ley en ese sentido, anunció el primer ministro Arseni Yatseniuk, quien afirmó que el referéndum preguntará a los ciudadanos por la unidad nacional y una federalización. Turchinov dijo que es necesario hacer todo lo posible para que los ciudadanos del este puedan participar en las elecciones presidenciales del 25 de mayo. El primer ministro consideró a su vez que aún hay posibilidades de llegar a un acuerdo con los separatistas, pero indicó que para eso debían abandonar sus armas.
En esa línea, el gobierno prooccidental en Kiev decidió reintroducir el servicio militar obligatorio en Ucrania debido a la difícil situación en el este del país. Turchinov, firmó el decreto sobre el servicio militar obligatorio para enfrentar “el peligro para la unidad territorial y la intromisión en asuntos internos de Ucrania”. Los hombres entre 18 y 25 años deberá alistarse a partir de junio. Este servicio había sido anulado hace apenas medio año. El decreto toma en cuenta el empeoramiento de la situación así como la “agresión desnuda” de las milicias prorrusas, añadió Kiev.
En Lugansk, una ciudad de casi medio millón de habitantes cercana a la frontera con Rusia, milicianos armados tomaron los cuarteles de la policía regional. Imágenes en televisión mostraron a miembros de la policía antidisturbios escoltados por una multitud prorrusa ante el edificio. En Gorlovka, en la vecina región de Donetsk, hombres armados, enmascarados y en traje de camuflaje asaltaron el ayuntamiento. También, cientos de activistas prorrusos atacaron un edificio de la Justicia en Donetsk y obligaron a las fuerzas de seguridad a retirarse. Los rebeldes piden la anexión con Rusia, siguiendo los pasos de Crimea. En Odessa, Donetsk, Zaparozhie y otras ciudades, las manifestaciones por el Día del Trabajo se convirtieron en apoyo a la unión con Rusia.
Sin embargo, en el marco de la “operación antiterrorista” iniciada por el gobierno ucraniano, las fuerzas de seguridad retomaron tres controles que mantenían activistas prorrusos en Slaviansk.
Mientras tanto, los separatistas frenaron las esperanzas de una pronta liberación de los observadores militares de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) que se encuentran retenidos en el país. El líder de las milicias prorrusas, Viacheslav Ponomariov, negó cualquier influencia del presidente ruso, Vladimir Putin, en la toma de rehenes. Ponomariov había dado la impresión de que podría haber una solución rápida a mediante un “intercambio de rehenes”. También Putin había dicho que creía que los militares podrían abandonar la región sin problemas. El Ministerio de Exteriores de Berlín habló de difíciles negociaciones entre la OSCE y los separatistas que retienen a los soldados, la mayoría de nacionalidad alemana.
En otra muestra de la creciente tensión, el Gobierno ucraniano informó que fue detenido al agregado militar de Rusia en Kiev bajo sospecha de espionaje y que le ordenó salir del país. (DPA-Télam-Reuters)
Turchinov señaló que el gobierno de Kiev ya no controla las regiones de Lugansk y Donetsk. “Ahora la principal labor es evitar que los terroristas controlen otras regiones”, sostuvo en un encuentro de gobernadores. Además, acusó a las fuerzas de seguridad de no cumplir su deber. “Los vigilantes del orden que traicionaron a Ucrania y colaboran con terroristas serán llevados ante la Justicia”, aseguró.
El gobierno ucraniano quiere realizar un referéndum sobre la unidad territorial del país el 25 de mayo, el mismo día de las elecciones presidenciales. El gabinete presentará ante el Parlamento un proyecto de ley en ese sentido, anunció el primer ministro Arseni Yatseniuk, quien afirmó que el referéndum preguntará a los ciudadanos por la unidad nacional y una federalización. Turchinov dijo que es necesario hacer todo lo posible para que los ciudadanos del este puedan participar en las elecciones presidenciales del 25 de mayo. El primer ministro consideró a su vez que aún hay posibilidades de llegar a un acuerdo con los separatistas, pero indicó que para eso debían abandonar sus armas.
En esa línea, el gobierno prooccidental en Kiev decidió reintroducir el servicio militar obligatorio en Ucrania debido a la difícil situación en el este del país. Turchinov, firmó el decreto sobre el servicio militar obligatorio para enfrentar “el peligro para la unidad territorial y la intromisión en asuntos internos de Ucrania”. Los hombres entre 18 y 25 años deberá alistarse a partir de junio. Este servicio había sido anulado hace apenas medio año. El decreto toma en cuenta el empeoramiento de la situación así como la “agresión desnuda” de las milicias prorrusas, añadió Kiev.
En Lugansk, una ciudad de casi medio millón de habitantes cercana a la frontera con Rusia, milicianos armados tomaron los cuarteles de la policía regional. Imágenes en televisión mostraron a miembros de la policía antidisturbios escoltados por una multitud prorrusa ante el edificio. En Gorlovka, en la vecina región de Donetsk, hombres armados, enmascarados y en traje de camuflaje asaltaron el ayuntamiento. También, cientos de activistas prorrusos atacaron un edificio de la Justicia en Donetsk y obligaron a las fuerzas de seguridad a retirarse. Los rebeldes piden la anexión con Rusia, siguiendo los pasos de Crimea. En Odessa, Donetsk, Zaparozhie y otras ciudades, las manifestaciones por el Día del Trabajo se convirtieron en apoyo a la unión con Rusia.
Sin embargo, en el marco de la “operación antiterrorista” iniciada por el gobierno ucraniano, las fuerzas de seguridad retomaron tres controles que mantenían activistas prorrusos en Slaviansk.
Mientras tanto, los separatistas frenaron las esperanzas de una pronta liberación de los observadores militares de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) que se encuentran retenidos en el país. El líder de las milicias prorrusas, Viacheslav Ponomariov, negó cualquier influencia del presidente ruso, Vladimir Putin, en la toma de rehenes. Ponomariov había dado la impresión de que podría haber una solución rápida a mediante un “intercambio de rehenes”. También Putin había dicho que creía que los militares podrían abandonar la región sin problemas. El Ministerio de Exteriores de Berlín habló de difíciles negociaciones entre la OSCE y los separatistas que retienen a los soldados, la mayoría de nacionalidad alemana.
En otra muestra de la creciente tensión, el Gobierno ucraniano informó que fue detenido al agregado militar de Rusia en Kiev bajo sospecha de espionaje y que le ordenó salir del país. (DPA-Télam-Reuters)
Temas
Ucrania
Lo más popular