Por Miguel Eduardo Décima
11 Mayo 2014
UN RELOJ. Augusto Max volvió a mostrar su enorme capacidad para marcar el equilibrio en la mitad de la cancha “santa”.
Sin sobrarle nada, San Martín logró el primer objetivo en su camino al segundo ascenso a la B Nacional. A los hinchas poco les importa que los “santos” debieron sufrir más de lo pensado para dejar en el camino a un adversario que aportó poco. La clasificación a la otra ronda se concretó y es lo esencial.
El 2 a 1 que estableció el marcador final no merece ningún reparo, pero por errores propios, más que virtudes del rival, terminó padeciendo llegadas en contra y el escenario (siempre favorable), podría haber dado una voltereta.
A pesar de estos reproches, no caben dudas que a través de los 180 minutos de la serie, San Martín, que ganó los dos partidos, mostró mayor capacidad futbolística para seguir alimentando la esperanza y lo refleja el marcador global: 4 a 2.
Anoche, cuando Luis Silba aprovechó que la defensa de Libertad lo descuidó y estableció el 1 a 0, parecía todo resuelto. Pero inexplicablemente, el local se tomó un largo descanso y le permitió a Libertad adelantarse en el campo de juego. Hasta que una mala salida de Diego Pave (su único error), le permitió a Federico Arach, con un certero cabezazo, dejar en silencio a La Ciudadela. A partir de ese momento pareció prenderse la luz de alerta en el local, sobre todo cuando Marcos Quiroga y Germán Weiner estrellaron dos pelotazos en los palos aprovechando que el anfitrión seguía dormido.
El complemento arrancó igual, porque a los dos minutos, Diego Gottardi casi sorprende desde afuera del área a Pave que mandó la pelota al córner. Luego, Arnaldo Sialle mandó a la cancha a Fabricio Lenci quien luego de 45 días volvía a jugar luego de su lesión. Y para darle la razón al técnico, Fabricio demostró que mantiene su condiciones y con un impecable golpe de cabeza puso el 2 a 1.
Ese tanto prácticamente le bajó el telón al partido, porque la visita se quedó sin reacción y cada minuto que pasó pareció alejarlo aún más del arco de Pave. San Martín, en cambio, se acercó al objetivo.
El 2 a 1 que estableció el marcador final no merece ningún reparo, pero por errores propios, más que virtudes del rival, terminó padeciendo llegadas en contra y el escenario (siempre favorable), podría haber dado una voltereta.
A pesar de estos reproches, no caben dudas que a través de los 180 minutos de la serie, San Martín, que ganó los dos partidos, mostró mayor capacidad futbolística para seguir alimentando la esperanza y lo refleja el marcador global: 4 a 2.
Anoche, cuando Luis Silba aprovechó que la defensa de Libertad lo descuidó y estableció el 1 a 0, parecía todo resuelto. Pero inexplicablemente, el local se tomó un largo descanso y le permitió a Libertad adelantarse en el campo de juego. Hasta que una mala salida de Diego Pave (su único error), le permitió a Federico Arach, con un certero cabezazo, dejar en silencio a La Ciudadela. A partir de ese momento pareció prenderse la luz de alerta en el local, sobre todo cuando Marcos Quiroga y Germán Weiner estrellaron dos pelotazos en los palos aprovechando que el anfitrión seguía dormido.
El complemento arrancó igual, porque a los dos minutos, Diego Gottardi casi sorprende desde afuera del área a Pave que mandó la pelota al córner. Luego, Arnaldo Sialle mandó a la cancha a Fabricio Lenci quien luego de 45 días volvía a jugar luego de su lesión. Y para darle la razón al técnico, Fabricio demostró que mantiene su condiciones y con un impecable golpe de cabeza puso el 2 a 1.
Ese tanto prácticamente le bajó el telón al partido, porque la visita se quedó sin reacción y cada minuto que pasó pareció alejarlo aún más del arco de Pave. San Martín, en cambio, se acercó al objetivo.
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