14 Mayo 2014
“El pase a planta permanente de 186 empleados no docentes a fines de abril y en el transcurso del proceso electoral es, al menos, algo no natural y tiene una clara intencionalidad política”, sentenció Eduardo Coletti. El candidato a rector destacó que entre los ejes de su propuesta para gestionar la UNT durante los próximos cuatro años figuran mecanismos que apuntan a impedir estas prácticas.
“El aporte del personal de apoyo es fundamental para que nuestra Casa de Estudios cumpla sus objetivos -apuntó Coletti-. Y para que cada agente pueda dar lo mejor de sí para la institución es clave que conozca los criterios de ascensos y promociones”.
“Esta medida que conocimos por la prensa significa naturalizar el clientelismo y favorecer a algunos, mientras se deja a otros empleados que están hace mucho más de tres o cuatro años desempeñando funciones como contratados y un 80% de trabajadores que permanecen en situación de precariedad laboral”, añadió el saliente decano de la Facultad de Arquitectura.
Coletti subrayó cuáles son los objetivos en el futuro inmediato respecto de esta espinosa cuestión: “pretendemos refundar la universidad para erradicar estas políticas que toman a los trabajadores no docentes y también a los profesores como medios al servicio de intereses que no son precisamente universitarios”.
“Felizmente, sabemos que no todo está a la venta, y mucho menos la conciencia de las personas de bien -agregó-. Hemos recibido llamados de muchos consejeros no docentes que no quieren que su estamento se sienta rehén del rector de turno. Proponemos un nuevo acuerdo universitario en el que primen el mérito, la capacitación, el esfuerzo y la justicia a la hora del ingreso y la promoción del personal no docente”.
“Refundar la universidad significa garantizar la transparencia y la democratización en el uso de los fondos públicos para evitar la discrecionalidad y el abuso del poder. Ese es el camino para que la UNT recobre su prestigio y su institucionalidad”, enfatizó Coletti, quien comparte la fórmula con Adela Terraf de Estofán.
“El aporte del personal de apoyo es fundamental para que nuestra Casa de Estudios cumpla sus objetivos -apuntó Coletti-. Y para que cada agente pueda dar lo mejor de sí para la institución es clave que conozca los criterios de ascensos y promociones”.
“Esta medida que conocimos por la prensa significa naturalizar el clientelismo y favorecer a algunos, mientras se deja a otros empleados que están hace mucho más de tres o cuatro años desempeñando funciones como contratados y un 80% de trabajadores que permanecen en situación de precariedad laboral”, añadió el saliente decano de la Facultad de Arquitectura.
Coletti subrayó cuáles son los objetivos en el futuro inmediato respecto de esta espinosa cuestión: “pretendemos refundar la universidad para erradicar estas políticas que toman a los trabajadores no docentes y también a los profesores como medios al servicio de intereses que no son precisamente universitarios”.
“Felizmente, sabemos que no todo está a la venta, y mucho menos la conciencia de las personas de bien -agregó-. Hemos recibido llamados de muchos consejeros no docentes que no quieren que su estamento se sienta rehén del rector de turno. Proponemos un nuevo acuerdo universitario en el que primen el mérito, la capacitación, el esfuerzo y la justicia a la hora del ingreso y la promoción del personal no docente”.
“Refundar la universidad significa garantizar la transparencia y la democratización en el uso de los fondos públicos para evitar la discrecionalidad y el abuso del poder. Ese es el camino para que la UNT recobre su prestigio y su institucionalidad”, enfatizó Coletti, quien comparte la fórmula con Adela Terraf de Estofán.
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