Por Florencia Bringas
16 Mayo 2014
DE UTILIDAD. Daniel Argañaraz se llevó los ladrillos que pudo desprender de la casa que abandonó ayer. la gactea / fotoS de jorge olmos sgrosso
“Nos llevamos todo. No dejamos nada”, dijo al pasar Daniel Antonio Argañaraz, de 18 años, que sacaba de su precaria casa una pila de ladrillos. Ya tenía las manos ampolladas y estaba bañado en polvo y tierra. Es que desde la madrugada de ayer y hasta el mediodía el joven changarín trabajó junto con sus siete hermanos y sus padres en la mudanza de su hogar. Ellos, al igual que otras 43 familias, fueron trasladadas de la villa “El Triangulito”, ubicada entre Frías Silva y Bolívar, a un nuevo destino en El Manantial, gracias al programa Federal de Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios (FedVilla), que ejecuta el Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano (Ipvdu).
“Desde que me levanté estoy emocionada, porque vamos a tener una propiedad a nuestro nombre. Tengo ilusiones pero sé que va a ser difícil. La distancia es grande, aunque vamos a salir adelante. No nos queda otra”, comentó María Trujillo, de 33 años y 8 hijos. Y esos sentimientos se repitieron en otras viviendas que eran despojadas de todo, y que próximamente serán derribadas por máquinas del Ipvdu.
Las familias trasladaron sus pertenencias en ocho camiones del Ipvdu, que fueron recargados constantemente con muebles, heladeras, colchones y, sobre todo, chapas. Es que algunos vecinos de El Triangulito no recibirán casas, sino módulos habitacionales que deberán ampliar con sus propios medios. “Nosotros trabajamos con un listado que surge de un relevamiento realizado en 2005. Hasta el 2014 hubo un crecimiento poblacional grande. Ese excedente de familias, que son unos 26 grupos, también los reubicaremos, pero no con nuevas viviendas”, explicó Gladys Salomón, directora interina del Área Social del mencionado Instituto. Por este motivo no todos los vecinos de la villa estaban contentos: Daniela Guzmán, de 27 años, y Fátima Medina, de 22, se quejaron de que no pueden ir al flamante destino que las hace propietarias sin habitaciones y con poco espacio para sus familias. “En mi caso, yo pedí un crédito para poner el piso y pintar mi casilla. Hace un par de semanas quedó lista, así de linda y ahora me tengo que ir a un lugar mínimo, sin estas condiciones en las que me encuentro ahora. Tengo que empezar de nuevo”, dijo Fátima Espinosa, otra joven mamá.
En el transcurso de la mañana algunos vecinos del barrio La Ciudadela comenzaron a sacar sus caras por las ventanas para ver la marcha de las personas que se asentaron hace unos 60 años en la manzana donada por un particular al municipio, para que la transformara en un espacio verde. Esas personas nunca llegaron a tener los servicios básicos para vivir decentemente; no tenían agua corriente, ni gas, ni cloacas.
Una vez reubicados los actuales ocupantes, una ordenanza (aprobada en mayo de 2013), de autoría de Ignacio Golobisky, prevé que allí se erija el “Parque Temático La Ciudadela”, en homenaje al bicentenario de la gesta y la presencia de José de San Martín en nuestra ciudad.
Lo nuevo
“Mirá, está hermosa”. Eso recitó José Luis Pérez cuando observaba su nueva propiedad desde la entrada de yuyos crecidos. Pérez vivió 54 años, junto a su mujer Carmen, en la puerta de entrada de El Triangulito, sobre Frías Silva al 700. Pero ya no extraña sus ventanas corroídas, o su piso de cemento, porque su nombre aparece -al fin- en el título de propiedad de la vivienda. “La espera valió la pena. Desde 2012 nos íbamos a mudar. Entendemos que todo se demoró por otros asentamientos que se produjeron acá. Ahora todo está solucionado y por fin me van a dar la llave”, se emocionó el vecino.
El programa FedVilla también relocalizará a las familias de dos asentamientos: las que están en el pasaje Misiones, entre Las Heras y Entre Ríos (Villa Alem) y a las que tomaron los terrenos de la Escuela de Formación Profesional N°3, en el barrio Juan XXIII (La Bombilla), entre Chile y Juan José Paso. Ellos se mudarían el próximo martes. Y ayer se aprobó sobre tablas una ordenanza que propone realizar cordón cuneta y pavimento en el pasaje Misiones. Según afirmó Golobisky, se trató con urgencia este tema porque no queremos que suceda lo mismo que en el pasado: que quede un espacio libre para nuevos asentamientos.
“Desde que me levanté estoy emocionada, porque vamos a tener una propiedad a nuestro nombre. Tengo ilusiones pero sé que va a ser difícil. La distancia es grande, aunque vamos a salir adelante. No nos queda otra”, comentó María Trujillo, de 33 años y 8 hijos. Y esos sentimientos se repitieron en otras viviendas que eran despojadas de todo, y que próximamente serán derribadas por máquinas del Ipvdu.
Las familias trasladaron sus pertenencias en ocho camiones del Ipvdu, que fueron recargados constantemente con muebles, heladeras, colchones y, sobre todo, chapas. Es que algunos vecinos de El Triangulito no recibirán casas, sino módulos habitacionales que deberán ampliar con sus propios medios. “Nosotros trabajamos con un listado que surge de un relevamiento realizado en 2005. Hasta el 2014 hubo un crecimiento poblacional grande. Ese excedente de familias, que son unos 26 grupos, también los reubicaremos, pero no con nuevas viviendas”, explicó Gladys Salomón, directora interina del Área Social del mencionado Instituto. Por este motivo no todos los vecinos de la villa estaban contentos: Daniela Guzmán, de 27 años, y Fátima Medina, de 22, se quejaron de que no pueden ir al flamante destino que las hace propietarias sin habitaciones y con poco espacio para sus familias. “En mi caso, yo pedí un crédito para poner el piso y pintar mi casilla. Hace un par de semanas quedó lista, así de linda y ahora me tengo que ir a un lugar mínimo, sin estas condiciones en las que me encuentro ahora. Tengo que empezar de nuevo”, dijo Fátima Espinosa, otra joven mamá.
En el transcurso de la mañana algunos vecinos del barrio La Ciudadela comenzaron a sacar sus caras por las ventanas para ver la marcha de las personas que se asentaron hace unos 60 años en la manzana donada por un particular al municipio, para que la transformara en un espacio verde. Esas personas nunca llegaron a tener los servicios básicos para vivir decentemente; no tenían agua corriente, ni gas, ni cloacas.
Una vez reubicados los actuales ocupantes, una ordenanza (aprobada en mayo de 2013), de autoría de Ignacio Golobisky, prevé que allí se erija el “Parque Temático La Ciudadela”, en homenaje al bicentenario de la gesta y la presencia de José de San Martín en nuestra ciudad.
Lo nuevo
“Mirá, está hermosa”. Eso recitó José Luis Pérez cuando observaba su nueva propiedad desde la entrada de yuyos crecidos. Pérez vivió 54 años, junto a su mujer Carmen, en la puerta de entrada de El Triangulito, sobre Frías Silva al 700. Pero ya no extraña sus ventanas corroídas, o su piso de cemento, porque su nombre aparece -al fin- en el título de propiedad de la vivienda. “La espera valió la pena. Desde 2012 nos íbamos a mudar. Entendemos que todo se demoró por otros asentamientos que se produjeron acá. Ahora todo está solucionado y por fin me van a dar la llave”, se emocionó el vecino.
El programa FedVilla también relocalizará a las familias de dos asentamientos: las que están en el pasaje Misiones, entre Las Heras y Entre Ríos (Villa Alem) y a las que tomaron los terrenos de la Escuela de Formación Profesional N°3, en el barrio Juan XXIII (La Bombilla), entre Chile y Juan José Paso. Ellos se mudarían el próximo martes. Y ayer se aprobó sobre tablas una ordenanza que propone realizar cordón cuneta y pavimento en el pasaje Misiones. Según afirmó Golobisky, se trató con urgencia este tema porque no queremos que suceda lo mismo que en el pasado: que quede un espacio libre para nuevos asentamientos.
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