Con déficit fiscal, los “sojadólares” no le alcanzarán a la Argentina

 la gaceta / foto de inés quinteros orio la gaceta / foto de inés quinteros orio
01 Junio 2014
Para afrontar el acuerdo el pago de la deuda en default con el Club de París, y para mantener estable el mercado cambiario durante los próximos meses, el Gobierno nacional necesita dólares. Y una de las esperanzas en las que se apoya es la liquidación de divisas que provienen del sector agroexportador. El Centro de Exportadores de Cereales informó esta semana que, en el transcurso del año, se liquidaron U$S 10.169 millones y, según los cálculos de la entidad, restan por liquidar otros U$S 19.000 millones. Sin embargo, referentes del campo y economistas consultados por DINERO coincidieron en que los dólares que aporten las agroindustrias, en especial los granos, no serán suficientes para satisfacer las necesidades del Gobierno, en la medida en que no se achiquen el gasto público y el déficit fiscal.

El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere (foto), aseguró que el campo puede generar divisas de exportación que ayudarán a la Casa Rosada a cubrir, tanto las exigencias en el frente externo de la economía, como las necesidades internas. Sin embargo, afirmó que el Gobierno no promueve las condiciones para producir y para exportar. “En los últimos 10 años, el Gobierno recaudó, en concepto de retenciones de granos, U$S 69.000 millones. Pese a esto, no desarrolló la infraestructura necesaria para retirar las producciones de los campos, ni promovió la producción agrícola”, señaló.

Sobre este punto, identificó a la inflación y a las elevadas retenciones que se aplican a las exportaciones de granos como los principales obstáculos para el crecimiento del sector. “Hace cinco años que el campo está anclado en 100 millones de toneladas de granos. Tiene potencial para producir 160 millones de toneladas, lo que ayudaría a desarrollar las economías regionales. Aportamos el 60% de las divisas que recibe el país, pero el Gobierno no promueve condiciones para producir. Tampoco quiere dialogar con el campo”, se quejó.

Sobre las retenciones, Etchevehere advirtió que, en un marco de inflación como el actual, el equipo económico del Gobierno debería eliminar esta medida. “Las retenciones no tienen razón de ser, sobre todo para los productos de las economías regionales, en un contexto de inflación y de pérdida de rentabilidad. Las economías regionales, como la caña de azúcar y el citrus en Tucumán, sufren por las retenciones porque los productores deben afrontar costos de flete”, argumentó. Además de los obstáculos económicos, el ruralista remarcó que el factor climático es otro elemento que influye en el rendimiento del campo. “Las lluvias que se registraron sobre el final del verano en la zona productiva del centro país llevaron a que aún quede un 30% de soja retenida en las plantaciones. El Gobierno está necesitado de dólares, pero culpa a los productores por no liquidar las divisas. Ahora sufre un perjuicio porque los productores no pueden vender la producción”, dijo.

Bajar gasto y déficit

El desafío del Gobierno, durante el próximo semestre, es administrar los dólares de las exportaciones, sin perder de vista las urgencias internas como el gasto público y el déficit fiscal. Sobre este aspecto, el economista Jorge Ávila, quien también disertó en el Foro Económico del NOA, advirtió que las divisas de exportaciones no son recursos impositivos, sino fondos que ingresan mediante retenciones, que obligan a los empresarios a vender esos billetes.

“Los dólares que se liquidan desde abril son privados. Los exportadores los venden porque existe un régimen de control de cambio que los obliga. El Gobierno les compra las divisas a $ 8, es decir que emite moneda”, explicó el experto.

El docente de la Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA) enfatizó que la variable fiscal será la clave para manejar con equilibrio, las obligaciones externas y las cuentas públicas. Sin embargo, cuestionó las medidas que aplicó la Casa Rosada, en particular aquellas vinculadas con reajustes tarifarios, mediante la quita de subsidios a los servicios públicos.

“Las medidas para achicar el gasto público y el déficit fiscal son tenues. Hasta aquí, el reajuste tarifario no ha disminuido el déficit de manera significativa”, remarcó el ruralista.

Otro de los recursos que mencionó Ávila para financiar este déficit es el acceso a capitales internacionales. “Habrá que ver cómo impacta el resultado de las negociaciones con el Club de París y con el Fondo Monetario Internacional”, agregó. Además, advirtió que el gasto público registró, en lo que va del año una merma, aunque aclaró que fue por efecto de la inflación. “El gasto público se redujo a una tasa inferior a la inflación. Pero el problema es que la economía atraviesa una recesión que golpea en la recaudación”, observó el economista.

Por esas razones, indicó Ávila, “si el déficit fiscal continúa en el segundo semestre en torno al 5% del Producto Bruto Interno, lo cual implica una emisión de moneda en un porcentaje similar, la inflación no bajará del 40% en la segunda mitad del año”. “La actividad de la economía tampoco se recuperará. El segundo semestre será similar al primero pero con más inflación”, vaticinó por último.

“El gobierno perdió credibilidad”, según Braun

Más inflación y caída del PBI

“El gobierno está arrinconado. Se encuentra en un situación en la que busca proteger las reservas en dólares y, al mismo tiempo, trata de estimular la economía por medio de la emisión monetaria. Pero esto es un riesgo, porque si continúa la emisión puede generar más presión devaluatoria, mayor incertidumbre y, eventualmente, una crisis económica más aguda”. Con estas palabras, el economista Miguel Braun. “No tiene una elección fácil, por eso apunta a sumar dólares de la cosecha y a endeudarse en el mercado de capitales, mediante el acuerdo alcanzado con el Club de París y con el que está aún pendiente con el Fondo Monetario Internacional”, explicó. Respecto del escenario futuro, el titular de la Fundación Pensar, quien disertó en el Foro Económico del NOA, proyectó que el Producto Bruto Interno (PBI) caerá entre 1% y 1,5%, mientras que la inflación superará el 35%.”Lo preocupante es que no se ve una salida clara, porque el Gobierno perdió la credibilidad política”, argumentó Braun.

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