09 Junio 2014
EN ESTUDIO. El proyecto oficialista prevé un ensanche de 2,3 metros en la vereda sobre calle 9 de Julio al 100.
CONCEPCION.- Gritos, insultos y hasta amenazas. La última sesión ordinaria del Concejo Deliberante local tuvo momentos de sobrada tensión cuando se trató el proyecto que presentó el presidente del cuerpo, Mario Carrier (FpV), tendiente a la derogación de una ordenanza, elaborada por el bloque radical, que exige a las autoridades hacer una rampa en el hall del inmueble ubicado en España y 9 de Julio. La norma de los opositores, según Carrier, carece de los estudios técnicos necesarios para construir una rampa en el edificio municipal. Por eso, el edil propone ahora hacer una pendiente externa, pero a partir de la ampliación de vereda en 2,30 metros y reordenando el sector de estacionamiento.
La iniciativa de Carrier, por decisión de los oficialistas, pasó a consideración de la comisión de Obras Públicas. El radical Eduardo Carrizo insistió en denunciar que el proyecto presentado por el titular del organismo legislativo “no es más que una chicana política que busca amparar al intendente Osvaldo Morelli, que estuvo a punto de ser denunciado penalmente por incumplir la ordenanza sancionada por el Concejo hace dos años”. Carrizo y Carrier tuvieron duros cruces al defender cada uno su postura ante el proyecto.
Morelli acusa
Lo curioso del caso es que un día después que Carrier presentó su nuevo plan, el intendente Morelli también dio a conocer su propio proyecto de ordenanza. Casualmente, son casi idénticos. Aunque hay algunas diferencias técnicas y en el diseño, coinciden en la ampliación de la vereda, la construcción de la rampa y la reformulación del sector de estacionamiento en la cuadra del edificio municipal, que es en 9 de Julio al 100.
Las iniciativas serán ahora analizadas en la comisión de Obras Públicas del Concejo Deliberante. La idea es que quede un único proyecto para ser tratado en la próxima sesión.
Morelli admitió que su iniciativa tiene aspectos similares a la de Carrier y que es muy probable que el edil haya copiado algunos detalles porque tuvo acceso al estudio de este. “Nuestra propuesta viene siendo trabajada desde hace tiempo con un equipo técnico de primera línea. Nosotros no improvisamos nada. De ahí que me indigna que haya sido copiado” indicó.
El intendente, quien hace unos días había dicho que la mejor opción era poner un elevador para personas con discapacidad, explicó que finalmente esta idea quedó descartada por una cuestión de espacio. “Siempre privilegié a los espacios de los peatones; de ahí que se proponga ampliar la vereda dos metros con delimitadores ‘bolardas’”. La calle en ese sector de la Municipalidad quedaría reducida a cinco metros de ancho.
“Aquí no se erigirá ninguna Villa 31 como alegremente se dijo, sino un acceso acorde a los códigos de construcción modernos, con vereda espaciosa y una calle para circular despacio”, explicó. “Pido disculpas a la comunidad por estos avatares que no hacen más que demorar un proyecto que tendría que haber sido consensuado desde un principio. Ahora habría que ponerse de acuerdo para concretar la nueva propuesta”, sostuvo Morelli.
Carrier, por su parte, negó que su “jerarquización del acceso principal” al edificio haya sido copiado del proyecto de la Intendencia. “Soy arquitecto y si bien mi proyecto puede ser de fondo parecido al oficial, tiene sus diferencias”, aseguró.
“Cuando escuché que el intendente proponía poner un elevador en el hall de ingreso, a mí me pareció que no iba a ser cómodo. Por eso, desarrollé mi propuesta de hacer una rampa exterior, contemplando el ensanchamiento de la vereda y el reordenamiento de los espacios para estacionar. No le copié a nadie”, insistió Carrier. “Si al intendente le interesa ser el autor del proyecto, que lo sea. Lo importante, en el fondo, es darle una solución a la gente que lo necesita y dar cumplimiento a esta ordenanza que ya lleva dos años sin aplicarse”, añadió.
La concejala Graciela Albarracín, que tiene problemas de motricidad, exhortó a sus pares a abandonar las diferencias políticas e intereses personales a fin de “acordar un proyecto que responda a las necesidades de la gente que lo necesita”. “Nadie puede hacer política con los discapacitados y si la quieren hacer, no van a ganar nada”, advirtió la edil.
La iniciativa de Carrier, por decisión de los oficialistas, pasó a consideración de la comisión de Obras Públicas. El radical Eduardo Carrizo insistió en denunciar que el proyecto presentado por el titular del organismo legislativo “no es más que una chicana política que busca amparar al intendente Osvaldo Morelli, que estuvo a punto de ser denunciado penalmente por incumplir la ordenanza sancionada por el Concejo hace dos años”. Carrizo y Carrier tuvieron duros cruces al defender cada uno su postura ante el proyecto.
Morelli acusa
Lo curioso del caso es que un día después que Carrier presentó su nuevo plan, el intendente Morelli también dio a conocer su propio proyecto de ordenanza. Casualmente, son casi idénticos. Aunque hay algunas diferencias técnicas y en el diseño, coinciden en la ampliación de la vereda, la construcción de la rampa y la reformulación del sector de estacionamiento en la cuadra del edificio municipal, que es en 9 de Julio al 100.
Las iniciativas serán ahora analizadas en la comisión de Obras Públicas del Concejo Deliberante. La idea es que quede un único proyecto para ser tratado en la próxima sesión.
Morelli admitió que su iniciativa tiene aspectos similares a la de Carrier y que es muy probable que el edil haya copiado algunos detalles porque tuvo acceso al estudio de este. “Nuestra propuesta viene siendo trabajada desde hace tiempo con un equipo técnico de primera línea. Nosotros no improvisamos nada. De ahí que me indigna que haya sido copiado” indicó.
El intendente, quien hace unos días había dicho que la mejor opción era poner un elevador para personas con discapacidad, explicó que finalmente esta idea quedó descartada por una cuestión de espacio. “Siempre privilegié a los espacios de los peatones; de ahí que se proponga ampliar la vereda dos metros con delimitadores ‘bolardas’”. La calle en ese sector de la Municipalidad quedaría reducida a cinco metros de ancho.
“Aquí no se erigirá ninguna Villa 31 como alegremente se dijo, sino un acceso acorde a los códigos de construcción modernos, con vereda espaciosa y una calle para circular despacio”, explicó. “Pido disculpas a la comunidad por estos avatares que no hacen más que demorar un proyecto que tendría que haber sido consensuado desde un principio. Ahora habría que ponerse de acuerdo para concretar la nueva propuesta”, sostuvo Morelli.
Carrier, por su parte, negó que su “jerarquización del acceso principal” al edificio haya sido copiado del proyecto de la Intendencia. “Soy arquitecto y si bien mi proyecto puede ser de fondo parecido al oficial, tiene sus diferencias”, aseguró.
“Cuando escuché que el intendente proponía poner un elevador en el hall de ingreso, a mí me pareció que no iba a ser cómodo. Por eso, desarrollé mi propuesta de hacer una rampa exterior, contemplando el ensanchamiento de la vereda y el reordenamiento de los espacios para estacionar. No le copié a nadie”, insistió Carrier. “Si al intendente le interesa ser el autor del proyecto, que lo sea. Lo importante, en el fondo, es darle una solución a la gente que lo necesita y dar cumplimiento a esta ordenanza que ya lleva dos años sin aplicarse”, añadió.
La concejala Graciela Albarracín, que tiene problemas de motricidad, exhortó a sus pares a abandonar las diferencias políticas e intereses personales a fin de “acordar un proyecto que responda a las necesidades de la gente que lo necesita”. “Nadie puede hacer política con los discapacitados y si la quieren hacer, no van a ganar nada”, advirtió la edil.