15 Junio 2014
EN 2013. En una parrillada, Manzur festejó el resultado de las PASO junto a legisladores, entre ellos, Roque Álvarez. la gaceta / foto de diego aráoz (archivo)
El viernes al mediodía, el legislador Roque Tobías Alvarez, presidente del bloque oficialista Tucumán Crece, llegó con una novedad jugosa al asado de cumpleaños que ofrecía su par y ex intendente bandeño Gregorio García Biagosch. Nada más traspasar la puerta, el peronista taficeño contó que el juez Daniel Bejas había sobreseído al vicegobernador (con licencia) Juan Manzur en la causa que investigaba la licitud de su crecimiento patrimonial. Y, aunque no hubo brindis, la noticia tuvo como eco una algarabía generalizada, según el relato de algunos comensales.
Más felices que los demás parecían estar el secretario de la Legislatura, Juan Antonio Ruiz Olivares, y el legislador José Gutiérrez. Ruiz Olivares es un hombre de confianza de Manzur mientras que Gutiérrez ejerce el rol de segundo jefe de la bancada oficial y de nuevo rival político del ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, posible contendiente de Manzur en una eventual interna en el Partido Justicialista.
En contrapartida con aquel festejo, sectores de la oposición objetaron el fallo dictado por Bejas. El abogado Oscar López, peronista disidente y autor de la denuncia que originó la investigación, manifestó que el magistrado a cargo de la causa consagró judicialmente la impunidad de los funcionarios públicos. “Definitivamente, en el juzgado de Bejas el Código Penal argentino no rige para los integrantes del poder ni para sus familiares. (La ley) sólo puede ser aplicada con todo rigor a ciudadanos comunes y ladrones de gallinas”, dijo López en un correo electrónico. El letrado expresó que el fallo constituye un delito en sí mismo: “está en flagrante contradicción con el pasmoso incremento de bienes confesado por el propio Manzur en cada nueva declaración jurada, lo que motivó ocho ampliaciones de mi parte”. López adelantó que iniciará acciones penales en contra del juez federal N° 1.
Sospecha de parcialidad
El fallo que sobreseyó a Manzur fue notificado el viernes pasado y comprende exclusivamente los incrementos patrimoniales verificados en el período 2009-2010. Tras una investigación que se desarrolló durante cuatro años, el magistrado Bejas consideró justificado el enriquecimiento que pusieron de manifiesto las respectivas declaraciones juradas.
Al momento de ingresar al gabinete de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a mediados de 2009, Manzur consignó bienes por $ 4,6 millones. Al final de ese año, el patrimonio aumentó $ 300.000 (llegó a los $ 4,9 millones). En 2010, el médico dio cuenta de una fortuna de $ 5,9 millones. En 2011, el patrimonio superó los $ 8,2 millones mientras que en 2012 alcanzó los $ 9,6 millones. En 2003, cuando asumió como ministro de Salud de José Alperovich, Manzur habría declarado una fortuna próxima a los $ 370.000. Es decir, los bienes en cuestión crecieron al menos 25 veces en la última década sobre todo a partir de inversiones inmobiliarias urbanas y rurales, y de la adquisición de fábricas aceiteras.
La senadora nacional Silvia Elías de Pérez (UCR) criticó la decisión de Bejas mediante un correo electrónico. La ex legisladora provincial advirtió que duda de la imparcialidad del juez federal. “El hecho de que el magistrado que intervino en la causa sea un hombre que pertenece al mismo partido político del imputado echa un manto de sospechas sobre la objetividad de la sentencia”, señaló Elías de Pérez.
La parlamentaria recordó que Bejas fue apoderado del Partido Justicialista y de empresas pertenecientes a la familia Alperovich. “Hubiese sido ético y transparente que Bejas se apartara de una causa en la que está involucrado un ex socio político suyo”, insistió la senadora.
El ex legislador Gumersindo Parajón (Pueblo Unido) agregó por teléfono que a los políticos de hoy no les importa que los denuncien. “En la Argentina de los Kirchner los únicos privilegiados son sus funcionarios”, afirmó.
Más felices que los demás parecían estar el secretario de la Legislatura, Juan Antonio Ruiz Olivares, y el legislador José Gutiérrez. Ruiz Olivares es un hombre de confianza de Manzur mientras que Gutiérrez ejerce el rol de segundo jefe de la bancada oficial y de nuevo rival político del ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, posible contendiente de Manzur en una eventual interna en el Partido Justicialista.
En contrapartida con aquel festejo, sectores de la oposición objetaron el fallo dictado por Bejas. El abogado Oscar López, peronista disidente y autor de la denuncia que originó la investigación, manifestó que el magistrado a cargo de la causa consagró judicialmente la impunidad de los funcionarios públicos. “Definitivamente, en el juzgado de Bejas el Código Penal argentino no rige para los integrantes del poder ni para sus familiares. (La ley) sólo puede ser aplicada con todo rigor a ciudadanos comunes y ladrones de gallinas”, dijo López en un correo electrónico. El letrado expresó que el fallo constituye un delito en sí mismo: “está en flagrante contradicción con el pasmoso incremento de bienes confesado por el propio Manzur en cada nueva declaración jurada, lo que motivó ocho ampliaciones de mi parte”. López adelantó que iniciará acciones penales en contra del juez federal N° 1.
Sospecha de parcialidad
El fallo que sobreseyó a Manzur fue notificado el viernes pasado y comprende exclusivamente los incrementos patrimoniales verificados en el período 2009-2010. Tras una investigación que se desarrolló durante cuatro años, el magistrado Bejas consideró justificado el enriquecimiento que pusieron de manifiesto las respectivas declaraciones juradas.
Al momento de ingresar al gabinete de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a mediados de 2009, Manzur consignó bienes por $ 4,6 millones. Al final de ese año, el patrimonio aumentó $ 300.000 (llegó a los $ 4,9 millones). En 2010, el médico dio cuenta de una fortuna de $ 5,9 millones. En 2011, el patrimonio superó los $ 8,2 millones mientras que en 2012 alcanzó los $ 9,6 millones. En 2003, cuando asumió como ministro de Salud de José Alperovich, Manzur habría declarado una fortuna próxima a los $ 370.000. Es decir, los bienes en cuestión crecieron al menos 25 veces en la última década sobre todo a partir de inversiones inmobiliarias urbanas y rurales, y de la adquisición de fábricas aceiteras.
La senadora nacional Silvia Elías de Pérez (UCR) criticó la decisión de Bejas mediante un correo electrónico. La ex legisladora provincial advirtió que duda de la imparcialidad del juez federal. “El hecho de que el magistrado que intervino en la causa sea un hombre que pertenece al mismo partido político del imputado echa un manto de sospechas sobre la objetividad de la sentencia”, señaló Elías de Pérez.
La parlamentaria recordó que Bejas fue apoderado del Partido Justicialista y de empresas pertenecientes a la familia Alperovich. “Hubiese sido ético y transparente que Bejas se apartara de una causa en la que está involucrado un ex socio político suyo”, insistió la senadora.
El ex legislador Gumersindo Parajón (Pueblo Unido) agregó por teléfono que a los políticos de hoy no les importa que los denuncien. “En la Argentina de los Kirchner los únicos privilegiados son sus funcionarios”, afirmó.