Alejandro Sabella jugó al misterio en la previa del encuentro contra Bosnia. No confirmó el equipo hasta minutos antes del comienzo. Reconoció sus dudas. Y esas dudas, de alguna manera, terminaron en el campo de juego. Se suponía que el técnico tenía los 11 de memoria. Que pese a su paladar futbolístico, estaba dispuesto a complacer al “rey” Messi, a quien le gusta jugar rodeado de compañeros con vocación ofensiva. Durante mucho tiempo se habló de los cuatro fantásticos y aunque se sabía que tanto poder ofensivo afectaba la resistencia defensiva, la apuesta era defenderse con la pelota. Ahí aparece la primera pregunta: ¿por qué salió Fernando Gago del equipo? El segundo interrogante es: ¿por qué justo ahora recurre a cinco jugadores en la defensa? Con Gonzalo Higuaín lejos de su plenitud y Rodrigo Palacio recuperándose de la lesión, una opción es Ezequiel Lavezzi. Sin embargo, dicen que su rendimiento está bajo. ¿Por qué no llevó a Carlos Tevez? La tercera pregunta no tiene respuesta.

Con el arsenal ofensivo reducido, Sabella cambió el libreto. No es algo improvisado, pero todos saben que no es el que mejor interpreta este seleccionado argentino. Reforzó la defensa, pero no evitó los sobresaltos. No tuvo la pelota y eso repercutió en el rendimiento colectivo. Con ese panorama se vio obligado a cambiar. Messi se sintió más acompañado, como a él le gusta, y se vio lo mejor del capitán argentino. El rosarino festejó su segundo gol en los Mundiales -el otro lo hizo en Alemania 2006 y no pudo convertir en Sudáfrica 2010- con un grito que pareció un desahogo.

El balance de los primeros 90 minutos dejó dudas en el funcionamiento y alegría por el resultado. Se supone que después de rendir el primer examen, la calma tendría que ser la mejor aliada de un equipo que no mostró su verdadero potencial. Tal vez las dudas de Sabella se hayan trasladado al equipo y eso no es bueno. De todos modos, el rendimiento de los campeones mundiales siempre es de menor a mayor. Se guardan lo mejor para los tramos decisivos. Ojalá esas dudas pronto se transformen en certezas.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios