Por Sebastián Fest, DPA
RÍO DE JANEIRO.- Cuando algo no le gusta a Lionel Messi, siempre encuentra la manera de hacerlo saber. Ya pasó alguna vez, tras una dura derrota de Barcelona con Real Madrid, cuando le dijo a Josep Guardiola que había errado por completo en la formación del equipo. Pero el domingo en el Maracaná, Messi ni siquiera necesitó hablar para confirmar que “manda” en la Selección.
“Leo” y el DT Alejandro Sabella están de acuerdo: quieren ganar el Mundial. En lo que no coincidían del todo hasta ahora, era en cómo hacerlo, un debate aparentemente zanjado tras el extraño 2-1 de Argentina sobre Bosnia.
Tras meses discutiendo con el dilema “ataque a pleno” o “equilibrio”, el gol en contra de Sead Kolasinac a los 128 segundos de juego volcó el debate a favor de Messi, partidario de jugar con un equipo ofensivo y no con el cauteloso esquema como el que había planteado Sabella.
Messi no perdió el tiempo para elogiar el salto del 5-3-2 al 4-3-3, el esquema con el que quiere jugar. “Cuando jugamos los cuatro salimos con todo y generamos más peligro”, dijo el “10” el domingo, en clara referencia a Ángel Di María, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín. Y lo repitió ayer, aunque de otra manera, en rueda de prensa.
Con una frase enterró -quizás para siempre en el Mundial- la línea de cinco defensores con la que Sabella salió a dar el primer paso en una competencia que aspira a ganar. Y eso que el rival no era una potencia, sino un equipo que debutaba en una Copa del Mundo.
Es imposible saber si Argentina hubiese jugado mejor de no haberse encontrado con el regalo de un gol apenas salía del vestuario, pero sí es bastante razonable pensar que no podía hacerlo mucho peor. Kolasinac prácticamente “narcotizó” a los argentinos, y desacreditó el planteo de Sabella.
El técnico, que en los últimos meses había “operado” a distancia sobre Messi apelando a gente cercana al jugador para que el capitán entendiera los peligros de una selección ultraofensiva, se encontró así sin argumentos apenas comenzado el torneo.
“¿Consultó con su capitán el cambio táctico del segundo tiempo?”, se le preguntó a Sabella, que dejó en el banco a Hugo Campagnaro y Maxi Rodríguez para hacer ingresar a Fernando Gago e Higuaín.
Sabella respondió con una evasiva, pero la realidad fue que Messi encontró mejores socios en Gago e Higuaín que en los del primer tiempo. Gago le dio más pases que Javier Mascherano en todo el partido, y tras una doble pared con Higuaín, el “10” marcó un gran gol para poner el 2-0.
“Le dicen sistema, pero es la idea. El patrón de juego debe ser el del segundo tiempo. No es algo caprichoso, sino que los jugadores se sienten más cómodos así”, dijo Diego Latorre, ex futbolista y ahora comentarista en Brasil 2014 para una cadena de televisión.
Sergio Romero, el arquero argentino, coincidió y recordó el triunfo sobre Colombia en las Eliminatorias, momento “fundacional” del equipo de Sabella, que venía golpeado tras las malas experiencias con Diego Maradona y Sergio Batista.
“El 4-3-3 arrancó en Barranquilla y nos hizo disfrutar durante tres años. Ojalá que contra Irán encontremos nuestro esquema y podamos jugar mejor que hoy”, decía el domingo tras la ajustada victoria “Chiquito”.
Aquel 15 de noviembre de 2011, Argentina comenzó con un 4-4-2. Tras el primer tiempo, Colombia estaba en ventaja 1-0. Y Sabella hizo ingresar a Agüero, amigo y socio de Messi desde el título juvenil de 2005 en Holanda, y los albicelestes lograron la gran victoria, 2-1.
Todo cambió desde entonces. Argentina puso la quinta velocidad y dominó las Eliminatorias con muchísima autoridad, algo que espera que pase en Brasil.