17 Junio 2014
PATRULLAJE. Soldados del Ejército de Irak custodian una zona de Karbala, ante el avance de los insurgentes. reuters
WASHINGTON-TEHERÁN.- Hace tan sólo un año Irán era para Estados Unidos un Estado proscrito. Pero ahora todo apunta a que el Gobierno de Washington está dispuesto a luchar junto a Teherán contra el avance los yihadistas del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) en Irak. Y los iraníes disfrutan de esta nueva situación. Durante años, Irán consideró a Estados Unidos como el “gran Satán” y el origen de casi todas las crisis de la región. Washington acusaba a Teherán de avivar las tensiones en Cercano Oriente y promover el terrorismo. Pero ahora, el avance del ISIS en Irak obliga estos enemigos a trabajar juntos. Ambos países tienen intereses en Irak, que ahora se ve amenazado por el avance de los yihadista sunitas. “En términos geopolíticos, y aunque sea a regañadientes, es sólo cuestión de tiempo que se haga necesaria una cooperación”, afirmó un politólogo en Teherán.
La cúpula iraní todavía se muestra escéptica. “La política estadounidense es el motivo de la formación de grupos terroristas como el ISIS”, afirmó el secretario general del Consejo de Seguridad iraní, Ali Shamjani. “Ni Irán ni Irak -ambos dominados por chiitas- deberían contar con los estadounidenses”, opina Shamjani, que considera que la política de la Casa Blanca en Siria ha provocado que el terrorismo desestabilice a toda la región. Shamjani dejó claro que Irán ayudará al gobierno y la población de Irak, independientemente de Estados Unidos. Y puntualizó que los estadounidenses deberían proteger por sí mismos sus intereses “ilegítimos” en Irak y en la región y solucionar solos los problemas surgidos por su errónea política en el Medio Oriente.
El presidente iraní, Hasan Rohani, comparte en principio esa opinión, pero no descarta colaborar con Estados Unidos. “Si los estadounidenses dan señales, podríamos pensar en una cooperación”, afirmó el clérigo moderado. Atrás quedaron los tiempos en los que el contacto entre ambos países era un tabú en política exterior. Rohani recibió en varias ocasiones mensajes de su homólogo estadounidense Barack Obama y le respondió. Y también él escribió en varias ocasiones a Obama y obtuvo respuesta. Fue el propio secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quién en una entrevista con Yahoo, no descartó una cooperación militar con Irán contra los yihadistas. “No descartaría nada que fuese constructivo para lograr una estabilidad real”, dijo Kerry. Mientras que el secretario de Defensa, Chuck Hagel, confirmó el envío del buque de guerra “USS Mesa Verde” al Golfo Pérsico, para acompañar al portaaviones “George H.W. Bush”, que ya está rumbo hacia la conflictiva zona.
Un aliado mutuo
Así, la acción conjunta entre Estados Unidos e Irán para apuntalar al Gobierno de su aliado mutuo Nuri al-Maliki, el primer ministro iraquí, sería un importante avance después de la hostilidad que data desde la revolución iraní de 1979 y revela el grado de alarma generado por el avance de la insurgencia.
El ISIS busca establecer un califato sobre preceptos suníes medievales en Irak y Siria y también está luchando contra el Gobierno de Siria, respaldado por Irán. Considera a todos los chiíes como herejes que merecen la muerte y ha presumido de masacrar a cientos de soldados iraquíes que se rindieron a sus fuerzas la semana pasada.
Los combatientes del ISIS capturaron la ciudad de mayoría étnica turcomana de Tal Afar, en el noroeste de Irak, tras intensos combates el domingo, consolidando su control sobre el norte.
Tal Afar se encuentra al oeste de Mosul, la principal ciudad del norte del país que cayó en manos del yihadismo la semana pasada en el comienzo de la ofensiva. Los combatientes arrasaron con ciudades y pueblos sobre el Tigris antes de detenerse cerca de Bagdad. El Ejército iraquí está resistiendo en Samarra, una ciudad del Tigris que alberga un santuario chií. Los combates continuaron ayer sobre todo alrededor de la región de Bakuba, a 60 kilómetros de Bagdad, donde la población comenzó a huir, mientras que los países con embajadas a organizan la evacuación del personal. (DPA-Reuters)
La cúpula iraní todavía se muestra escéptica. “La política estadounidense es el motivo de la formación de grupos terroristas como el ISIS”, afirmó el secretario general del Consejo de Seguridad iraní, Ali Shamjani. “Ni Irán ni Irak -ambos dominados por chiitas- deberían contar con los estadounidenses”, opina Shamjani, que considera que la política de la Casa Blanca en Siria ha provocado que el terrorismo desestabilice a toda la región. Shamjani dejó claro que Irán ayudará al gobierno y la población de Irak, independientemente de Estados Unidos. Y puntualizó que los estadounidenses deberían proteger por sí mismos sus intereses “ilegítimos” en Irak y en la región y solucionar solos los problemas surgidos por su errónea política en el Medio Oriente.
El presidente iraní, Hasan Rohani, comparte en principio esa opinión, pero no descarta colaborar con Estados Unidos. “Si los estadounidenses dan señales, podríamos pensar en una cooperación”, afirmó el clérigo moderado. Atrás quedaron los tiempos en los que el contacto entre ambos países era un tabú en política exterior. Rohani recibió en varias ocasiones mensajes de su homólogo estadounidense Barack Obama y le respondió. Y también él escribió en varias ocasiones a Obama y obtuvo respuesta. Fue el propio secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quién en una entrevista con Yahoo, no descartó una cooperación militar con Irán contra los yihadistas. “No descartaría nada que fuese constructivo para lograr una estabilidad real”, dijo Kerry. Mientras que el secretario de Defensa, Chuck Hagel, confirmó el envío del buque de guerra “USS Mesa Verde” al Golfo Pérsico, para acompañar al portaaviones “George H.W. Bush”, que ya está rumbo hacia la conflictiva zona.
Un aliado mutuo
Así, la acción conjunta entre Estados Unidos e Irán para apuntalar al Gobierno de su aliado mutuo Nuri al-Maliki, el primer ministro iraquí, sería un importante avance después de la hostilidad que data desde la revolución iraní de 1979 y revela el grado de alarma generado por el avance de la insurgencia.
El ISIS busca establecer un califato sobre preceptos suníes medievales en Irak y Siria y también está luchando contra el Gobierno de Siria, respaldado por Irán. Considera a todos los chiíes como herejes que merecen la muerte y ha presumido de masacrar a cientos de soldados iraquíes que se rindieron a sus fuerzas la semana pasada.
Los combatientes del ISIS capturaron la ciudad de mayoría étnica turcomana de Tal Afar, en el noroeste de Irak, tras intensos combates el domingo, consolidando su control sobre el norte.
Tal Afar se encuentra al oeste de Mosul, la principal ciudad del norte del país que cayó en manos del yihadismo la semana pasada en el comienzo de la ofensiva. Los combatientes arrasaron con ciudades y pueblos sobre el Tigris antes de detenerse cerca de Bagdad. El Ejército iraquí está resistiendo en Samarra, una ciudad del Tigris que alberga un santuario chií. Los combates continuaron ayer sobre todo alrededor de la región de Bakuba, a 60 kilómetros de Bagdad, donde la población comenzó a huir, mientras que los países con embajadas a organizan la evacuación del personal. (DPA-Reuters)