22 Junio 2014
SIN CONSUELO. “Tengo mucho dolor en mi corazón”, lamentó Nelson tras perder a su pareja y a su bebé. la gaceta / foto de inés quinteros orio
El mundo se desmoronó en un segundo para Nelson Galván. “Hubiera dado mi vida por ellos dos, sin pensarlo, si por lo menos hubiera tenido la oportunidad, pero la vida ha sido tan cruel conmigo que ni eso”, lamentó el joven de 29 años que era pareja de Magdalena Beatriz Cajal (“Magui”), la peluquera de 18 años que estaba embarazada y fue asesinada durante un asalto el 9 de abril.
La joven recibió un disparo en la cabeza y murió en el acto. Junto con ella falleció el bebé de cuatro meses y medio que llevaba en el vientre, a quien iban a llamar “Mateo”.
La noche del hecho, “Magui” estaba en su peluquería de La Florida junto a Belén Galván, la hermana de Nelson. “Ella no se resistió. Ni siquiera gritamos, lo único que queríamos era que (el ladrón) agarre las cosas y se vaya”, recordó la joven, que también tiene 18 años. El local había sido adquirido por la pareja. “Esa peluquería era producto de los dos, nos hemos sacrificado tanto, que no sé si maldecir ese momento... tanto esfuerzo para que ella muera ahí”, agregó Nelson.
Ninguno de los hermanos consigue reponerse de la muerte de “Magui”. Su novio ni siquiera tiene fuerzas para regresar al local y retirar las cosas que quedaron adentro. “Ella fue mi compañera, mi amiga... todo. Mi familia y la de ella quedaron totalmente destruidas”, expresó el joven, al borde del llanto. “No solo me quitaron a mi cuñada, era mi única amiga, la mamá de mi sobrino”, agregó Belén.
La despedida
Durante los días previos al trágico asalto, “Magui” concurría con poca frecuencia a la peluquería, ubicada a media cuadra de la comisaría de La Florida, debido a su embarazo. “Ese día ella no tenía ganas de ir, fue como a las 19 recién”, contó Nelson. “Yo la había visto en su casa al mediodía, ahí nos despedimos. Estoy seguro de que dentro de ella sabía que no iba a llegar a la noche. Estaba muy diferente, me abrazaba, me besaba, me pedía que le toque la cara y la panza. Todo eso me pareció muy raro porque ella no era de demostrar tanto afecto”, relató. Después él se fue a trabajar (es carpintero) y una llamada telefónica le llevó la triste noticia en horas de la noche.
“Magui” le lavaba el pelo a Belén cuando ingresó el homicida. Tras hacerse pasar por un cliente, y preguntar el precio de los claritos, sacó un arma y las apuntó. Las jóvenes -asustadas- le entregaron todo lo que tenían, el delincuente tomó la plata y los celulares y decidió encerrarlas en el baño. Entonces se produjo un forcejeo y un disparo acabó con la vida de la peluquera embarazada.
La investigación del caso cayó en manos de la división Homicidios, a cargo de Luis Núñez y Marcelo Sallas. Luego de más de dos meses de búsqueda, los policías detuvieron a los dos únicos sospechosos. Joaquín Bernardo Aguirre, alias “Heavy” (23) había sido atrapado el 10 de junio. Pero su hermano, Jesús Aguirre, apodado “El Gordo Jesús” (22), permanecía prófugo. La semana pasada se entregó en tribunales y quedó detenido.
Los investigadores señalaron que “Heavy” sería el autor material del hecho y que su hermano sería el cómplice. Según pudieron establecer, “El Gordo Jesús” fue quien se encargó de vender el teléfono de “Magui” después del robo. Ambos están detenidos en la Unidad Regional Este.
“La Policía dice que son ellos (los responsables)”, aseguró Nelson. “Tengo mucho dolor en mi corazón y en mi alma, espero que las cosas se hagan como tienen que ser, que les den la pena máxima, aunque ese no es el precio de la vida de ella y del bebé... los mataron sin piedad”, reclamó el joven, sin consuelo. Los detenidos están a cargo del fiscal de la VII Nominación, Arnoldo Suasnábar.
La joven recibió un disparo en la cabeza y murió en el acto. Junto con ella falleció el bebé de cuatro meses y medio que llevaba en el vientre, a quien iban a llamar “Mateo”.
La noche del hecho, “Magui” estaba en su peluquería de La Florida junto a Belén Galván, la hermana de Nelson. “Ella no se resistió. Ni siquiera gritamos, lo único que queríamos era que (el ladrón) agarre las cosas y se vaya”, recordó la joven, que también tiene 18 años. El local había sido adquirido por la pareja. “Esa peluquería era producto de los dos, nos hemos sacrificado tanto, que no sé si maldecir ese momento... tanto esfuerzo para que ella muera ahí”, agregó Nelson.
Ninguno de los hermanos consigue reponerse de la muerte de “Magui”. Su novio ni siquiera tiene fuerzas para regresar al local y retirar las cosas que quedaron adentro. “Ella fue mi compañera, mi amiga... todo. Mi familia y la de ella quedaron totalmente destruidas”, expresó el joven, al borde del llanto. “No solo me quitaron a mi cuñada, era mi única amiga, la mamá de mi sobrino”, agregó Belén.
La despedida
Durante los días previos al trágico asalto, “Magui” concurría con poca frecuencia a la peluquería, ubicada a media cuadra de la comisaría de La Florida, debido a su embarazo. “Ese día ella no tenía ganas de ir, fue como a las 19 recién”, contó Nelson. “Yo la había visto en su casa al mediodía, ahí nos despedimos. Estoy seguro de que dentro de ella sabía que no iba a llegar a la noche. Estaba muy diferente, me abrazaba, me besaba, me pedía que le toque la cara y la panza. Todo eso me pareció muy raro porque ella no era de demostrar tanto afecto”, relató. Después él se fue a trabajar (es carpintero) y una llamada telefónica le llevó la triste noticia en horas de la noche.
“Magui” le lavaba el pelo a Belén cuando ingresó el homicida. Tras hacerse pasar por un cliente, y preguntar el precio de los claritos, sacó un arma y las apuntó. Las jóvenes -asustadas- le entregaron todo lo que tenían, el delincuente tomó la plata y los celulares y decidió encerrarlas en el baño. Entonces se produjo un forcejeo y un disparo acabó con la vida de la peluquera embarazada.
La investigación del caso cayó en manos de la división Homicidios, a cargo de Luis Núñez y Marcelo Sallas. Luego de más de dos meses de búsqueda, los policías detuvieron a los dos únicos sospechosos. Joaquín Bernardo Aguirre, alias “Heavy” (23) había sido atrapado el 10 de junio. Pero su hermano, Jesús Aguirre, apodado “El Gordo Jesús” (22), permanecía prófugo. La semana pasada se entregó en tribunales y quedó detenido.
Los investigadores señalaron que “Heavy” sería el autor material del hecho y que su hermano sería el cómplice. Según pudieron establecer, “El Gordo Jesús” fue quien se encargó de vender el teléfono de “Magui” después del robo. Ambos están detenidos en la Unidad Regional Este.
“La Policía dice que son ellos (los responsables)”, aseguró Nelson. “Tengo mucho dolor en mi corazón y en mi alma, espero que las cosas se hagan como tienen que ser, que les den la pena máxima, aunque ese no es el precio de la vida de ella y del bebé... los mataron sin piedad”, reclamó el joven, sin consuelo. Los detenidos están a cargo del fiscal de la VII Nominación, Arnoldo Suasnábar.
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