El Papa condenó toda forma de tortura

Resaltó la importancia de dar esperanza y practicar la caridad. Gesto emotivo.

23 Junio 2014
Ayer, durante la festividad de Corpus Christi, el papa Francisco condenó cualquier forma de tortura y le pidió a los fieles católicos que trabajaran para abolirla, así como para ayudar a las víctimas y a sus familias.

“El próximo 26 de junio tendrá lugar la Jornada Internacional de las Naciones Unidas en apoyo a las víctimas de tortura. En esta circunstancia reitero la firme condena de cualquier forma de tortura”, afirmó el pontífice durante el Angelus, según reprodujo la agencia Télam. 

Ante miles de personas que acudieron a la plaza de San Pedro, el Pontífice invitó a los cristianos a trabajar para abolir y sostener a las víctimas de la tortura y a sus familias. También les recordó a los presentes la importancia de practicar la caridad con el prójimo, de dar esperanza a los que la han perdido y de acoger a los excluidos.

También se refirió, desde la ventana del Palacio Apostólico, al regalo que entregó Jesús a los católicos en una jornada en la que se conmemoró la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

“Jesús no vino al mundo para dar cualquier cosa, sino para dar su propia vida como alimento a los que tienen fe en él”, dijo tras citar una frase del Evangelio según San Juan.

La fiesta del Corpus Christi fue instituida por el papa Urbano IV en 1264, a raíz del llamado “milagro de Bolsena”. En 1263 el sacerdote Pedro de Praga se dirigía hacia Roma cuando se detuvo en la cercana localidad de Bolsena para oficiar misa. Como dudaba de la presencia real de Cristo en la Eucaristía le pidió a Dios una señal.

Según la tradición, unas gotas de sangre emanaron de forma imprevista de la hostia consagrada y cayeron sobre el corporal (lienzo que se extiende en el altar para colocar el pan y el vino sagrados), una tela que se guarda en la catedral de Orvieto, en el centro de Italia.

Un gesto conmovedor
El sábado, el Papa realizó una fugaz gira por el sur de Italia para visitar a presos y enfermos terminales. Mientras circulaba por una ruta de la localidad de Calabria ordenó detener el auto para bajarse y saludar a un joven discapacitado que estaba en una camilla y a sus familiares. 

Cuando abrió la puerta de su modesto Ford Focus azul (viajaba con la ventanilla baja) le acercaron la camilla. Miró al joven, lo besó en la frente y le dio la bendición. También saludó a las mujeres que estaban con el enfermo. 

Un joven logró filmar un video que luego subió a YouTube con la leyenda “Papa Francesco si e fermato a casa nostra” (Papa Francisco se detuvo en nuestra casa) y en cuestión de minutos se replicó en todo el mundo. 

Se puede ver cómo una decena de fieles lo rodean y le dicen: “grazie, Francesco” y “Bravo Francesco”. Se escuchan las voces emocionadas y en los rostros hay lágrimas.

Nadie se esperaba este humilde gesto de Francisco. El video recibió más de 100.000 visitas y comentarios en diferentes lenguas. Todos resaltaron la humildad del Papa argentino. 

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