Hoy es el dueño del escenario

Edda María Sangrigoli desplegará su bagaje musical con un exigente repertorio.

INTENSIDAD. Sangrigoli ya conoce el piano Steinway tucumano y esta noche le sacará el mejor sonido. INTENSIDAD. Sangrigoli ya conoce el piano Steinway tucumano y esta noche le sacará el mejor sonido.
28 Junio 2014
Vino en 2011, cuando abordó nada menos que el Concierto N° 2 de Rachmaninoff junto a la Orquesta Estable. Esta vez Edda María Sangrigoli ofrecerá todo su bagaje musical en un recital para piano solo.

“El concierto abrirá con la Sonata Los adioses. Beethoven la compuso en momento de gran madurez. Él tenía una gran amistad con un noble, el archiduque Rodolfo, que lo protegía. Por el avance de Napoleón, debe abandonar Viena, y el músico le escribió esta sonata”, relata la pianista. En sus tres movimientos marca una despedida, la ausencia y la felicidad del retorno. El tema del adiós recorre toda la sonata con tres notas que simbolizan las tres instancias”.

Sangrigoli se refiere luego a Kreisleriana: “Schumann la llama así porque se inspira en un personaje literario. Robert Schumann era afecto al escritor Heinrich Hoffmann, cuyo personaje excéntrico, un Kappelmeister, se llama Kreissler. En un relato Hoffmann desarrolla este personaje, muy maniático, que se la pasaba improvisando música en el piano, era muy pintoresco. Por eso, cuando Schumann escribe esta obra tan romántica, inspirada en el amor por Clara (Wieck), le puso este nombre, en recuerdo del personaje de Hoffmann”.

Juegos de agua
Liszt escribe tres obras maestras, ‘Los años de peregrinaje por Italia’ -cuenta la pianista-. “Esta corresponde al tercer año de peregrinaje, en la Villa d’Este (Roma). Es una obra descriptiva del ambiente de los jardines y sobre todo de los juegos de agua. Después, los impresionistas Debussy y Ravel también se inspiraron en esta escritura musical. Lo puse en el programa porque es muy lindo para piano, porque da una forma estética muy distinta que el resto de la música”.

En cuanto a Chopin, Sangrigoli la caracteriza como una obra muy formal de 1844. “Escribió tres sonatas. La primera cayó en el olvido; la segunda es la fúnebre y esta no tiene nombre (solo Tercera sonata). Requiere gran virtuosismo; posiblemente sea la más amplia que compuso para piano solo. Es una obra de grandes proporciones”, subraya.

Pianista, compositora y directora de orquesta, Edda Sangrigoli comenzó a tocar el piano a los cuatro años, guiada por su padre, el maestro Humberto Sangrigoli, y luego estudió muchos años con el legendario Vincenzo Scaramuzza.

Ha sido solista invitada de las orquestas más importantes de Argentina y se presenta habitualmente en recitales por el mundo, con un amplio repertorio que va de Mozart a Ginastera. Sus éxitos le valieron el premio de la Fundación Singer-Polignac, en París, propuesta por Nadia Boulanger.

Estudió dirección orquestal en la Julliard School y se graduó en la State University of New York.

Su actividad de compositora se desarrolló en Paris, destacándose sus trabajos originales en diversos Films d´Auteurs.

En 2005 Martha Argerich la invitó a compartir una noche de concierto con la Orquesta Sinfónica de Salta, bajo la batuta del maestro Felipe Izcaray, donde Argerich interpretó Schumann y Sangrigoli el Segundo Concierto de Prokofieff.

TOCA HOY

• A las 21, en el Teatro San Martín (avenida Sarmiento y Muñecas)


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