El fútbol siempre da revancha. Una frase repetida que no pierde vigencia. Argelia avanzó por primera vez a los octavos de final en un Mundial y la alegría llegó con un premio extra. Lo espera Alemania -el lunes, a las 17- y detrás de estos rivales hay una cuenta pendiente que lleva 32 años.

Sucedió en España, en el Mundial de 1982. El fútbol argelino sorprendía al mundo con una de las mejores generaciones de su historia. Contra todos los pronósticos, en su primer encuentro mundialista venció por 2-1 a la favorita Alemania, con una notable actuación colectiva, donde brilló su estrella Madjer. La posterior derrota con Austria no les bajó la moral. Los argelinos cerraron la fase superando a Chile por 3-2. Con cuatro puntos parecía que iba a eliminar a los alemanes, que debían enfrenta al otro día a Austria con la soga al cuello.

Había un resultado que les daba la clasificación a Alemania y a Austria: 1 a 0 a favor del primero. Horst Hrubesch marcó a los 11 minutos y allí se terminó el partido. Jugaron a no jugar y protagonizaron la mayor vergüenza de los mundiales. La FIFA investigó el caso pero no hubo sanciones. Alemania llegó a la final, donde perdió con Italia. Un arrepentido alemán admitió el pacto en 2007. Argelia esperó 32 años. El fútbol decidió darle revancha. ¿Saldará la cuenta?

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