Descifrar el laberinto suizo

Si Argentina no tiene juego colectivo, Messi deberá romper el orden táctico de los europeos

EL RIVAL. Suiza será el próximo obstáculo en el camino de Argentina. EL RIVAL. Suiza será el próximo obstáculo en el camino de Argentina.
01 Julio 2014
Argentina deberá jugar concentrada para vencer a Suiza y pasar a cuartos de final. Porque a pesar de que los helvéticos no tienen tradición alguna en las etapas definitorias de la historia de la Copa del Mundo, el equipo dirigido por el experimentado entrenador alemán, Ottmar Hitzfield, cuenta con una claridad en el juego que le permitió alcanzar una eficacia del 80% en la cantidad de pases que dio en los tres partidos de la fase de grupos. Además, esa cifra representa la misma precisión que mostró la albiceleste cuando manejó la pelota en lo que va de este torneo, según las estadísticas sobre el Mundial que difundieron la FIFA y la firma Data Factory.

Pero es cierto. Ante el mal funcionamiento general que mostró el equipo argentino no se debe agrandar a los rivales, aunque tampoco se puede menospreciar el trabajo que llevó a los suizos a esta instancia del Mundial.

Suiza no tendrá demasiadas individualidades consagradas en el planeta fútbol como sí las tiene la Selección Argentina, pero sí presenta un orden táctico que aún no termina de engranar el equipo que conduce Lionel Messi. Además, es un equipo que llega a octavos habiendo corrido unos 108 kilómetros por partido, seis más que el promedio marcado por los dirigidos por Alejandro Sabella.

Esto hace pensar que los jugadores de la nación admirada por el escritor Jorge Luis Borges no se cansarán rápido y que tampoco dejarán demasiados espacios libres en la marca que puedan ser aprovechados por los delanteros argentinos. Por eso habrá que crear huecos y para eso la construcción de paredes deberá volver a aparecer entre los de arriba, que ya no contarán con Sergio Agüero, que fue relegado del equipo por un desgarro que sufrió en la pierna izquierda. Si esto no sucede, será la nueva zurda mágica del fútbol argentino la que tendrá que descifrar la salida del laberinto suizo.

Juego limpio

La estrategia táctica y el buen estado atlético en todas las líneas de este conjunto europeo también le permite no tener que recurrir a las faltas para cortar el juego; al concluir la primera rueda habían cometido 39 infracciones. Argentina tampoco se caracteriza por esa faceta del juego y superó la fase de grupos cometiendo apenas 24 faltas. Además, si se toma en cuenta el partido en el que los suizos perdieron 5 a 2 contra Francia, se podría pensar que el enfrentamiento de hoy será a cancha abierta y la albiceleste deberá demostrar que está a la altura de controlar el “palo a palo” que planteó en la victoria ante Nigeria.

En este sentido, hay otros dos números que destacan la intensión ofensiva de ambos equipos. Cuando tienen el balón, según las estadísticas de los tres primeros partidos, el 60% de sus jugadas terminan en el área rival. A esto también se debe agregar que Suiza promedió 17 tiros al arco por partido, superando incluso el rendimiento del equipo argentino, que en ese casillero sumó 16 remates, a pesar de que hasta este partido contó con la presencia de Gonzalo Higuaín, Angel Di María, Agüero y Messi. Otro aspecto a destacar es que los suizos marcaron siete goles, contra cinco que anotó Argentina.

La recuperación de la pelota también es un punto alto en el seleccionado europeo y, en ese rubro, aventaja ampliamente a los conducidos por Sabella. En los tres partidos de la primera fase recuperaron en 92 ocasiones la pelota, contra las 79 que lograron los argentinos. Pero aún teniendo en cuenta estas estadísticas, se presume que Suiza saldrá a esperar a la Argentina, por lo que nuestra selección deberá proponer juego y cuidarse de los rápidos contraataques.

Atención. Si los representantes de la cruz blanca se apoderan de la circulación de la Brazuca, las cifras los amparan y demuestran que saben qué hacer con ella.

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