Por el despegue definitivo

Por Jorge Neri, DYN

SAN PABLO.- Con un Lionel Messi tan inspirado hasta aquí como solitario en el andamiaje de las tres victorias en la fase de grupos, el seleccionado argentino buscará hoy instalarse entre los ocho mejores equipos del Mundial de Brasil al enfrentar a Suiza, un equipo carente de historia en este deporte, aunque este torneo depara sorpresas cotidianamente.

El estadio Arena Corinthians, más conocido como Itaquerao, con capacidad de 61.600 espectadores que se espera serán ocupados mayoritariamente por brasileños, aunque se aguardan unos 15.000 argentinos adentro, albergará este partido de octavos de final desde las 13, con el arbitraje del sueco Jonas Eriksson.

El partido no podrá terminar en empate, por lo cual de haber igualdad habrá alargue de dos tiempos de quince minutos cada uno y de persistir, el pase a cuartos se definirá por tiros desde el punto del penal.

Argentina, que no contará con el lesionado Sergio Agüero, pasó sin sofocones el Grupo F, con puntaje ideal, más allá de que los tres partidos los ganó con diferencia mínima y sin demasiado margen, aunque tuvo una mejoría en el último choque ante Nigeria.

En cambio, Suiza, que nunca le ganó a la Argentina en sus seis enfrentamientos, tuvo altibajos en el Grupo E, pues tras un debut exitoso, y a la postre fundamental, sobre Ecuador, transitó el infierno ante Francia con una goleada de 5-2 que bien pudo ser más abultada, para cerrar la clasificación con un 3-0 sobre la débil Honduras, y con un Xherdan Shaqiri inspiradísimo, autor del triplete.

Cuidados extras

Alejandro Sabella tomó nota de la enorme tarea del atacante del Bayern Munich como así también el otro volante ofensivo por izquierda, Admir Mehmedi.

Por ello, ante la ausencia de Agüero, probó con Ezequiel Lavezzi, el reemplazante del “Kun” frente a Nigeria, pero en los entrenamientos de Cidade do Galo lo hizo como volante por derecha.

Pero, como si Sabella no hubiera dado sorpresas desde el inicio, en el entrenamiento obligado que tuvo que hacer el equipo en el Itaquerao, donde no suelen mostrarse las cartas, el entrenador puso a Maxi Rodríguez, mientras hablaba una y otra vez con el jugador del Paris Saint Germain a un costado del campo.

Sabella admitió que con Lavezzi puede utilizar “dos sistemas sin cambiar de jugador” y su intención sería jugar con un 4-4-2 convertible a 4-3-3, como hizo en el choque ante el mismo rival en febrero de 2012, con un 3-1 de Argentina y tres goles de Messi. Casi la mitad de los jugadores que estuvieron en Berna aquella vez estarán mañana en el campo.

Otro objetivo

Pero, para que Argentina pueda despegar de una vez por todas, Messi necesita de algún socio de ataque, hasta ahora ausente. Messi marcó cuatro de los seis goles del equipo en los tres partidos, y tres conquistas fueron de propiedad absoluta, dueño tanto de la jugada como de la definición.

Es el turno de que aparezca Gonzalo Higuaín y Lavezzi, si es que juega, se esmere como lo hizo ante Nigeria, aunque con Messi jugaron poco juntos en ese partido.

Si Argentina llega a pasar exitosamente a Suiza, igualará la instancia que alcanzó el seleccionado en los últimos dos mundiales. Si lo logra, en el horizonte están la enigmática Bélgica o Estados Unidos que jugarán su duelo de octavos a partir de las 17.