Por María Ester Véliz
03 Julio 2014
La comunidad asistencial del Hospital Ángel C. Padilla se siente orgullosa y celebra los logros alcanzados en los últimos años. Y le sobra razón. El 3 de julio de 2011 -hace hoy dos años- debutó el equipo de la Unidad de Trasplante Renal al realizar el primer injerto de riñón. De este modo, el centenario Padilla -históricamente referente en la provincia y en el NOA como hospital de enfermos agudos y de emergentología- adoptó la estrategia de hospital de ablación y de trasplante. Inauguró así una nueva etapa, otra vez como líder en el sector público de la región.
“Para llegar al primer trasplante renal trabajamos más de un año y medio, con apoyo del Incucai, del Cucai-Tucumán, de los ministerios de Salud Pública de la Nación y de la Provincia y del gobierno local. Capacitamos los recursos humanos, se construyó la infraestructura y se la dotó del equipamiento necesario. Con la cirugía realizada el sábado suman 36 los trasplantes renales que hicimos en dos años”, cuenta con satisfacción el subdirector del hospital, doctor Jorge Valdecantos, en presencia del equipo de la unidad.
En el Padilla funciona, además, el Banco Regional de Tejidos Musculoesqueléticos (tejido óseo humano, cartílago, tendones, etcétera) para ser utilizados en diferentes procedimientos quirúrgicos reconstructivos e injertos en ortopedia y traumatología, maxilofacial, neurocirugía y odontología.
Hace dos meses, el equipo de trasplante renal fue transferido del Cucai Tucumán al hospital Padilla. “Tener una unidad de trasplante renal, realizar trasplante de córneas y tener un banco de huesos y tejidos blandos exige que uno esté observado y controlado por el Incucai, ya que hay que cumplir una serie de requisitos, como la mejora continua en la calidad de los servicios. Y los médicos redoblarán la apuesta: se preparan para realizar en un futuro próximo trasplante renopancreático (riñón y páncreas) y transplante hepático (hígado). El injerto hepático es mucho más complejo, con más de 15 horas de trabajo en quirófano”, detalló Valdecantos.
Apoyo de tutores
El equipo para trasplante cuenta con apoyo de tutorías. “Tenemos una especie de coaching: nuestro coach en trasplante renal es el Instituto Nephrology de Buenos Aires (que lleva realizado el mayor número de implantes en América Latina), cuyo jefe, el doctor Domingo Casadey, está estrechamente vinculado con nuestra coordinadora, la doctora Olga Guardia. Nuestros coaches del Hospital Italiano son: Adrián Gadano (hepatología), el doctor Miguel Ángel Ciardullo (cirugía) y la doctora Susana Bauque (recuperación en terapia intensiva).
Nuevo desafío
Para minimizar riesgos y el tiempo de internación del donante vivo, el doctor Fernando Gómez Huamani se capacitó en el Hospital Jackson Memorial de Miami -de referencia en los EE.UU- sobre cirugía laparoscópica. “Queremos implementar esta técnica en nuestro hospital Padilla. Hasta ahora la aplican en el Italiano y en algunos centros privados”, comentó el urólogo.
Realizar un trasplante de órgano requiere sumar la tarea de un equipo multidisciplinario que trabaja antes de la operación y después del injerto. Nefrólogos, cardiólogos, enfermeros y asistentes sociales trabajan en la identificación del paciente. Luego se realiza el operativo del trasplante y el equipo queda atento por si ocurriese algún imponderable. “Pero el trabajo minuto a minuto en el pre y en el posoperatorio es crucial en los resultados finales”, reconoció la doctora Fabiana Seu, jefa de la Unidad de Trasplante Renal. “Quizás falte coordinación humana, pero tenemos buenos recursos humanos con muy buena actitud. Por eso logramos buenos resultados en equipo”, terció Valdecantos.
“Para llegar al primer trasplante renal trabajamos más de un año y medio, con apoyo del Incucai, del Cucai-Tucumán, de los ministerios de Salud Pública de la Nación y de la Provincia y del gobierno local. Capacitamos los recursos humanos, se construyó la infraestructura y se la dotó del equipamiento necesario. Con la cirugía realizada el sábado suman 36 los trasplantes renales que hicimos en dos años”, cuenta con satisfacción el subdirector del hospital, doctor Jorge Valdecantos, en presencia del equipo de la unidad.
En el Padilla funciona, además, el Banco Regional de Tejidos Musculoesqueléticos (tejido óseo humano, cartílago, tendones, etcétera) para ser utilizados en diferentes procedimientos quirúrgicos reconstructivos e injertos en ortopedia y traumatología, maxilofacial, neurocirugía y odontología.
Hace dos meses, el equipo de trasplante renal fue transferido del Cucai Tucumán al hospital Padilla. “Tener una unidad de trasplante renal, realizar trasplante de córneas y tener un banco de huesos y tejidos blandos exige que uno esté observado y controlado por el Incucai, ya que hay que cumplir una serie de requisitos, como la mejora continua en la calidad de los servicios. Y los médicos redoblarán la apuesta: se preparan para realizar en un futuro próximo trasplante renopancreático (riñón y páncreas) y transplante hepático (hígado). El injerto hepático es mucho más complejo, con más de 15 horas de trabajo en quirófano”, detalló Valdecantos.
Apoyo de tutores
El equipo para trasplante cuenta con apoyo de tutorías. “Tenemos una especie de coaching: nuestro coach en trasplante renal es el Instituto Nephrology de Buenos Aires (que lleva realizado el mayor número de implantes en América Latina), cuyo jefe, el doctor Domingo Casadey, está estrechamente vinculado con nuestra coordinadora, la doctora Olga Guardia. Nuestros coaches del Hospital Italiano son: Adrián Gadano (hepatología), el doctor Miguel Ángel Ciardullo (cirugía) y la doctora Susana Bauque (recuperación en terapia intensiva).
Nuevo desafío
Para minimizar riesgos y el tiempo de internación del donante vivo, el doctor Fernando Gómez Huamani se capacitó en el Hospital Jackson Memorial de Miami -de referencia en los EE.UU- sobre cirugía laparoscópica. “Queremos implementar esta técnica en nuestro hospital Padilla. Hasta ahora la aplican en el Italiano y en algunos centros privados”, comentó el urólogo.
Realizar un trasplante de órgano requiere sumar la tarea de un equipo multidisciplinario que trabaja antes de la operación y después del injerto. Nefrólogos, cardiólogos, enfermeros y asistentes sociales trabajan en la identificación del paciente. Luego se realiza el operativo del trasplante y el equipo queda atento por si ocurriese algún imponderable. “Pero el trabajo minuto a minuto en el pre y en el posoperatorio es crucial en los resultados finales”, reconoció la doctora Fabiana Seu, jefa de la Unidad de Trasplante Renal. “Quizás falte coordinación humana, pero tenemos buenos recursos humanos con muy buena actitud. Por eso logramos buenos resultados en equipo”, terció Valdecantos.
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