Al viajero siempre le llamarán la atención aquellas particularidades que mejoran la calidad de vida de una sociedad. Avances o costumbres que sueña implementadas en su terruño porque no son nada del otro mundo. Cinco ejemplos los aporta el día a día brasileño. A saber:

1) Trenes. De media y larga distancia; urbanos e interurbanos. El tren es el medio de transporte por excelencia en las grandes urbes brasileñas, ciudades cuyos habitantes se cuentan por millones. Son confortables y baratos. Algunos servicios, como el subterráneo de San Pablo, llaman la atención; desde el aire acondicionado en los vagones hasta la pulcritud de las estaciones. Y pensar que Argentina fue un país de vanguardia en lo que a la red ferroviaria respecta...

2) Senda peatonal. No es un dibujo en el pavimento ni un chiste sobre cebras. Basta poner un pie en la senda para que los vehículos frenen, sin importar si hay luz roja o verde. La preferencia siempre es de los peatones y los automovilistas están advertidos por carteles diseminados en cada ciudad.

3) Cambio. Si un artículo cuesta 3,70 reales, el vendedor se preocupará por devolver los 30 centavos. Y si no tiene las monedas el redondeo beneficia al cliente. Ayuda que la circulación de monedas es alta, pero hay un respeto marcado en ese aspecto de parte de quien brinda un servicio.

4) Taxis controlados. Todos cuentan con los sensores que marcan el exceso de velocidad. A ningún conductor se le ocurre sobrepasar ese límite, al igual que en las zonas radarizadas de avenidas y autopistas. Otra a favor de los “tacheros” brasileños: ni en Río de Janeiro, ni en San Pablo, ni en Belo Horizonte, ni en Porto Alegre hubo quejas sobre haber sido víctimas de un “paseo” por la ciudad. Tal vez fue cuestión de suerte, pero la experiencia indica lo contrario.

5) Ómnibus. En las paradas hay carteles electrónicos que indican cuáles son las líneas que se detienen allí, a dónde se dirigen y cuánto tiempo falta para que llegue la siguiente unidad. Puede pensarse que son cifras estimativas, pero el cumplimiento de esos horarios es casi religioso. Buena información y permanente, para que el usuario planifique cómo manejar su tiempo.

6) Telefonía 4G. La velocidad de conexión a internet es más veloz gracias a esta tecnología, desarrollada en varios países de América Latina. Hay un dato de color que se contrapone al universo de los smartphones y las tablets: en Brasil siguen existiendo los teléfonos públicos. Funcionan con monedas y se los utiliza con mucha mayor frecuencia de lo que cualquiera podría imaginar.

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