Profeta en su tierra

En Silverstone ganó Hamilton; Räikkönen sufrió un duro accidente

UN TRIUNFO CLAVE. Lewis Hamilton quedó a cuatro puntos de Nico Rosberg. UN TRIUNFO CLAVE. Lewis Hamilton quedó a cuatro puntos de Nico Rosberg.
07 Julio 2014
Se podría decir que el Mundial de la F-1 está al rojo vivo pese al absoluto dominio de Mercedes. La lucha por la corona tiene como únicos protagonistas al alemán Nico Rosberg y al inglés Lewis Hamilton, los pilotos del team germano. Ambos luchan a cara de perro y por eso siempre hay uno que se va más contento que el otro de cada fecha de la “máxima”. En el GP de Inglaterra, la novena cita del calendario 2014, Hamilton fue el que se marchó con una amplia sonrisa ya que volvió al triunfo y nada menos que frente a su público. Pero como si ganar en el viejo aeropuerto inglés de Silverstone de local no fuese todo un halago, el moreno sacó provecho de la primera deserción de la temporada de su compañero para descontarle importantes puntos y estar nuevamente a tiro en la pelea por el título.

Rosberg, que había largado desde la pole, parecía tener todo bajo control. Sin embargo, problemas en la caja de cambios hicieron que terminara con su “Flecha de Plata” a un costado del circuito cuando aún faltaba media carrera. Hamilton, que había largado sexto, ya había hecho méritos suficientes como para aspirar al triunfo sin depender de la suerte de su coequiper. En la primera vuelta del GP ganó dos posiciones y se puso al acecho de su compatriota Jenson Button y del danés Kevin Magnussen (ambos de McLaren). Sin embargo, su arremetida se detuvo por el espectacular accidente que protagonizó el finlandés Kimi Räikkönen (Ferrari) en el fondo del pelotón. El nórdico, que largó 18º, se despistó al ingreso de la recta de Wellington y al volver al circuito perdió el control de su auto y chocó contra el guard-rail con una fuerza equivalente a 47G. El auto de la Scuderia rebotó contra las defensas y quedó cruzado en la pista. El brasileño Felipe Massa (Williams), que venía detrás, no pudo evitar pegarle pese a hacer una maniobra exigida. Esta carambola motivó la detención de la prueba con bandera roja.

Fue tan fuerte el impacto de Räikkönen contra las defensas de acero que estas se rompieron y debieron ser reemplazadas, algo que demoró una hora el relanzamiento de la carrera. Afortunadamente, Kimi sólo sufrió golpes en los tobillos y las rodillas.

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