Dos mujeres se disputaron el lugar de Cristina

La gobernadora de Santiago del Estero y la ministra Giorgi fueron las más miradas de la jornada patria

EN LA LUPA. El abrigo de Ledesma Abdala brillaba levemente con las luces en el Salón de la Jura. la gaceta / foto de diego aráoz  EN LA LUPA. El abrigo de Ledesma Abdala brillaba levemente con las luces en el Salón de la Jura. la gaceta / foto de diego aráoz
10 Julio 2014

Siempre hay un antes y un después con temperaturas cercanas al bajo cero. A las 9 de la mañana de ayer, con 5°, los funcionarios que presenciaron el izamiento de la bandera desde las escalinatas de Casa de Gobierno estaban ataviados con abrigos oscuros y largos, que fueron deshojando a medida que calentaba el sol. Una sola mujer se destacó gracias a los contrastes. La ministra de Educación, Silvia Rojkés de Temkin, usó un maxitapado blanco (uno de los colores que más usa) con botinetas en color visón. Impecable. En el Teatro Mercedes Sosa Temkin se sacó el abrigo y mostró un look más informal. Su hermana, la senadora Beatriz Rojkés, se presentó inusual y eligió un outfit muy sobrio en la primera hora de la mañana: tapado negro con cuello de volados que resaltaban la prenda. En la siguiente locación mostró un dos piezas (vestido estilo Jackie con una chaqueta con guardas de flores) en tonos tostados. Lo combinó con medias negras oscuras y stilettos del mismo color. En la Casa Histórica, cuando llegó la comitiva nacional, dos mujeres se disputaron el podio de la mejor lookeada de la jornada patria. La siempre bien vestida ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, y la elegantísima gobernadora de Santiago del Estero, Claudia Ledesma Abdala. La primera llegó ataviada con un tapado largo de cuero, con cuello y puños de piel, en chocolate. Después se la vio con un vestido rayado, botas altas (la gran mayoría había apostado por zapatos de punta) y un importante collar de cuentas, que ya usó en otras oportunidades. Ledesma Abdala no se sacó su atractivo abrigo de color natural, con lazo a la cintura, botones de nácar, que acompañó con zapatos color nude y un collar de perlas. Su look completo, incluyendo el peinado, hizo recordar al estilo de la presidenta, Cristina Fernández.

Los hombres no salieron de lo clásico: usaron sobretodos con trajes oscuros y repetidas corbatas en celeste o azul, a modo de homenaje -seguramente- al Día de la Patria. Allí se anotaron Amado Boudou (el año pasado usó el mismo color), Florencio Randazzo, Jorge Capitanich, José Alperovich, entre otros. Siempre impoluto, y sin un pelo fuera de lugar, Regino Amado. En contraste, el diputado Carlos Kunkel prefirió prendas informales para el acto protocolar más importante del país: se paseó con un saco de cuero negro, pañuelo celeste al cuello, camisa blanca, pantalón de corderoy gris oscuro, buzo escote en V azul y zapatos negros. El resto de los presentes en los actos del 9 de Julio pasó inadvertido, por lo menos desde la mirada atenta de la moda.

“Al Bicentenario le daría institucionalizad y transparencia en los actos de gobierno. Le regalaría desocupación cero” (Germán Alfaro, Secretario de Gobierno municipal)

“Le regalaría al Bicentenario la verdadera independencia que soñaron nuestros próceres. Justicia y respeto institucional” (Sandra Manzone, Concejal de la capital)

“Un gobierno decente sería el mejor regalo para los tucumanos en el Bicentenario. Recuperar la independencia de los jueces” (José Cano, Diputado nacional UCR)

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