18 Agosto 2014
DYN
LA RIOJA.- Un parque geológico en La Rioja, donde aún trabajan investigadores de Anillaco, busca recrear la vida de los dinosaurios que habitaron esta región donde por alguna razón, tal vez las fuentes de agua termal que ya no existen, hace millones de años algunas especies iban a desovar en lo que ahora es un reserva provincial, a sólo 40 kilómetros de la capital riojana.
Allí, hace unos 15 años, investigadores del Crilar detectaron la presencia de nidos y huevos de dinosaurios. En 2001 el gobierno riojano declaró la zona, de más de 800 hectáreas, reserva provincial y en mayo inauguró un parque donde se sigue trabajando, para abrir circuitos alternativos.
En tanto, los investigadores siguen excavando hasta llegar a los huevos, aunque uno de ellos se presenta al ingresar al predio, resguardado, en una recorrida que muestra con réplicas el ciclo de gestación de estos animales prehistóricos; su crecimiento una vez que nacen y los principales depredadores que podían cercenar su evolución.
El huevo en cuestión es de un tamaño parecido al de una pelota de fútbol con cáscaras de unos 7 milímetros.
Se estima que existen más de 80 nidos en el parque, ocultos por una capa de caolín que fue consolidándose con el tiempo, cada uno de los cuales tendría unos 30 huevos.
Al parque se llega por la ruta nacional 75 después de recorrer unos 40 kilómetros al norte de la capital, en el llamado 'bolsón de Huaco', hacia la derecha.
Por 55 pesos para los adultos y 20 los niños, se puede caminar con un guía por el primer circuito habilitado, de alrededor de una hora de duración y 2 kilómetros en total.
No es fácil la vuelta, por el efecto de la puna en subida, aunque allí hay servicios de comida, bebida fresca y sanitarios, además de una ambulancia, un puesto de venta de productos artesanales, una sala de conferencias, auditorio y guardaparques muy bien dispuestos a recibir y orientar a la gente.
Durante el invierno, el parque se puede recorrer de 10 a 18, aunque cuando empiece el calor se descarta que habrá opciones más compatibles con el sol y el calor riojanos.
El cañón del parque se presenta a los ojos de los visitantes como un Talampaya en pequeño por sus geoformas en color rojo y blanco tiza, entre el verde de la flora autóctona.
En medio del sitio han sido ubicadas varias réplicas en tamaño real de los grandes animales del pasado, en diversas situaciones de caza y búsqueda de comida.
El mayor de ellos, llamado Titanosaurio, habría tenido 40 metros de longitud y 60 toneladas de peso.
Además de los "ejemplares locales" que eran herbívoros en su mayoría, los hay foráneos, que reproducen los restos encontrados en zonas de la Patagonia y Salta, en general carnívoros, de patas delanteras cortas y robustas patas traseras. (DYN)
Allí, hace unos 15 años, investigadores del Crilar detectaron la presencia de nidos y huevos de dinosaurios. En 2001 el gobierno riojano declaró la zona, de más de 800 hectáreas, reserva provincial y en mayo inauguró un parque donde se sigue trabajando, para abrir circuitos alternativos.
En tanto, los investigadores siguen excavando hasta llegar a los huevos, aunque uno de ellos se presenta al ingresar al predio, resguardado, en una recorrida que muestra con réplicas el ciclo de gestación de estos animales prehistóricos; su crecimiento una vez que nacen y los principales depredadores que podían cercenar su evolución.
El huevo en cuestión es de un tamaño parecido al de una pelota de fútbol con cáscaras de unos 7 milímetros.
Se estima que existen más de 80 nidos en el parque, ocultos por una capa de caolín que fue consolidándose con el tiempo, cada uno de los cuales tendría unos 30 huevos.
Al parque se llega por la ruta nacional 75 después de recorrer unos 40 kilómetros al norte de la capital, en el llamado 'bolsón de Huaco', hacia la derecha.
Por 55 pesos para los adultos y 20 los niños, se puede caminar con un guía por el primer circuito habilitado, de alrededor de una hora de duración y 2 kilómetros en total.
No es fácil la vuelta, por el efecto de la puna en subida, aunque allí hay servicios de comida, bebida fresca y sanitarios, además de una ambulancia, un puesto de venta de productos artesanales, una sala de conferencias, auditorio y guardaparques muy bien dispuestos a recibir y orientar a la gente.
Durante el invierno, el parque se puede recorrer de 10 a 18, aunque cuando empiece el calor se descarta que habrá opciones más compatibles con el sol y el calor riojanos.
El cañón del parque se presenta a los ojos de los visitantes como un Talampaya en pequeño por sus geoformas en color rojo y blanco tiza, entre el verde de la flora autóctona.
En medio del sitio han sido ubicadas varias réplicas en tamaño real de los grandes animales del pasado, en diversas situaciones de caza y búsqueda de comida.
El mayor de ellos, llamado Titanosaurio, habría tenido 40 metros de longitud y 60 toneladas de peso.
Además de los "ejemplares locales" que eran herbívoros en su mayoría, los hay foráneos, que reproducen los restos encontrados en zonas de la Patagonia y Salta, en general carnívoros, de patas delanteras cortas y robustas patas traseras. (DYN)