21 Agosto 2014
BUENOS AIRES.- La economía nacional ingresó en recesión al confirmarse que en junio el nivel de actividad se estancó respecto de mismo mes del año pasado, provocando el segundo trimestre consecutivo con resultados interanuales negativos. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer ayer los datos oficiales, en medio de la batalla judicial que libra la Argentina contra los fondos buitres. Esto, según los analistas, puede marcar el rumbo económico de la Argentina que se viene.
Con el resultado de junio, el segundo trimestre del año quedó en terreno negativo, luego de los descensos de un 0,7% en abril y un 0,2% en mayo. Durante el primer trimestre, la actividad había retrocedido un 0,2% y, por lo tanto, al sumarse un segundo período consecutivo con caída, el Indec reconoció ahora en forma oficial que la economía ingresó en una etapa recesiva. Una consecuencia directa de esta situación es el deterioro del mercado laboral, que generó un alza al 7,5 % del nivel desocupación en el cierre del segundo trimestre del año. El resultado de junio reveló una economía en similares niveles a la de junio de 2013, aunque los indicadores previos sugerían una tendencia declinante.
Para el organismo, la producción industrial cayó un 0,3% durante el sexto mes del año, arrastrada por una caída de un 19% en la industria automotriz. La actividad de la construcción creció un 0,6% en forma interanual, quebrando cuatro meses de retrocesos consecutivos. En el comercio internacional, durante junio se registró un superávit de U$S 1.379 millones, un 13% más que en igual mes del 2013. En ese mes, las exportaciones bajaron un 3 % en términos interanuales para sumar U$S 7.387 millones, contra las importaciones por U$S 6.008 millones, un 6% menos el año pasado.
El consumo mostró una marcada desaceleración, ya que el uso de servicios públicos apenas creció un 3,7%. Las ventas en supermercados y shoppings estuvieron en valores similares, apuntalados en la facturación por una inflación de un 35%.
A sabiendas de esta situación, el Gobierno lanzó programas para estimular la compra de automóviles y reactivar el crédito para el sector inmobiliario, pero esas iniciativas no han mostrado aún el resultado esperado en los diferentes sectores.
Ritmo en julio
Según estimó ayer un informe del Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres, la actividad económica cayó en julio 2,3%, con relación a igual mes del año anterior, y sumó en siete meses una contracción de un 1,1%. La firma vaticinó que la tendencia para los próximos meses es que “continúe en baja”. Según los cálculos del centro de estudios, en la medición desestacionalizada, la actividad económica en el mes pasado se retrajo 0,9%, frente a junio. Señaló que el ciclo de la cosecha agrícola comenzó a reducir el impulso que tuvo durante el segundo trimestre del año; mientras que la generación eléctrica mostró una tasa de expansión acorde a los niveles previos al mes anterior. (DyN-Télam)
Con el resultado de junio, el segundo trimestre del año quedó en terreno negativo, luego de los descensos de un 0,7% en abril y un 0,2% en mayo. Durante el primer trimestre, la actividad había retrocedido un 0,2% y, por lo tanto, al sumarse un segundo período consecutivo con caída, el Indec reconoció ahora en forma oficial que la economía ingresó en una etapa recesiva. Una consecuencia directa de esta situación es el deterioro del mercado laboral, que generó un alza al 7,5 % del nivel desocupación en el cierre del segundo trimestre del año. El resultado de junio reveló una economía en similares niveles a la de junio de 2013, aunque los indicadores previos sugerían una tendencia declinante.
Para el organismo, la producción industrial cayó un 0,3% durante el sexto mes del año, arrastrada por una caída de un 19% en la industria automotriz. La actividad de la construcción creció un 0,6% en forma interanual, quebrando cuatro meses de retrocesos consecutivos. En el comercio internacional, durante junio se registró un superávit de U$S 1.379 millones, un 13% más que en igual mes del 2013. En ese mes, las exportaciones bajaron un 3 % en términos interanuales para sumar U$S 7.387 millones, contra las importaciones por U$S 6.008 millones, un 6% menos el año pasado.
El consumo mostró una marcada desaceleración, ya que el uso de servicios públicos apenas creció un 3,7%. Las ventas en supermercados y shoppings estuvieron en valores similares, apuntalados en la facturación por una inflación de un 35%.
A sabiendas de esta situación, el Gobierno lanzó programas para estimular la compra de automóviles y reactivar el crédito para el sector inmobiliario, pero esas iniciativas no han mostrado aún el resultado esperado en los diferentes sectores.
Ritmo en julio
Según estimó ayer un informe del Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres, la actividad económica cayó en julio 2,3%, con relación a igual mes del año anterior, y sumó en siete meses una contracción de un 1,1%. La firma vaticinó que la tendencia para los próximos meses es que “continúe en baja”. Según los cálculos del centro de estudios, en la medición desestacionalizada, la actividad económica en el mes pasado se retrajo 0,9%, frente a junio. Señaló que el ciclo de la cosecha agrícola comenzó a reducir el impulso que tuvo durante el segundo trimestre del año; mientras que la generación eléctrica mostró una tasa de expansión acorde a los niveles previos al mes anterior. (DyN-Télam)
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